La fiesta más caliente de Cuba

Fotografías: Gonzalo Vidal,  Amauris Betancourt

El Festival del Caribe —Fiesta del Fuego—, tuvo sus orígenes en el entonces pujante movimiento teatral santiaguero. En el Conjunto Dramático de Oriente, con el Cabildo Teatral de Santiago, está la cuna del Festival. Por los años 80 del siglo pasado, este grupo apoyaba sus puestas en escena en la vida cotidiana y en la historia del pueblo santiaguero y fomentó el llamado Teatro de Relaciones, una forma de teatro que, aunque bebía de los clásicos, usaba los recursos expresivos y comunicacionales del pueblo.

Joel James, director-fundador de la Casa y el Festival del Caribe, era el asesor dramático de este grupo, y su idea de explorar las zonas de la cultura popular para nutrir este tipo de espectáculo fue muy bien acogida por destacados actores y directores.

Los primeros festivales tenían un nombre algo largo: Festivales de las Artes Escénicas de Origen Caribeño. Poco a poco se fue achicando, en cambio, el Festival se fue ampliando, incluyendo no solo expresiones de todo el territorio nacional, sino también de otras zonas y regiones del Caribe; se fue abriendo hacia todas las artes, siempre que estas tuvieran algún punto de contacto con lo más genuino de nuestras manifestaciones populares.

El Festival del Caribe es tan de Santiago, que no creo que sea posible hacerlo en otra ciudad de Cuba sin que pierda brillo y alegría. Los santiagueros somos los más caribeños de la Isla, y eso se manifiesta en el carácter, en la forma de ser. Ha sido el mismo pueblo santiaguero el que ha puesto nombre a su fiesta. Cuando comencé en estos trajines, en julio de 1992, el Festival se conocía como el caribeño… “ya viene el caribeño”, decía la gente en la calle.

Lo de Fiesta del Fuego surgió en una tormenta de ideas de sus más destacados fundadores en un esfuerzo por buscarle un tipo de mensaje coloquial. Rogelio Meneses dio con la Fiesta del Fuego, apoyado en el conocimiento que tenía sobre el significado de este elemento en las expresiones afrocubanas y afrocaribeñas.

A la vuelta de estas 32 ediciones ininterrumpidas, la Fiesta del Fuego, el Festival del Caribe en Santiago de Cuba, se ha convertido en un espacio para mostrar y participar en tradiciones culturales muy propias de esta zona del Caribe y que, en ocasiones, solo son practicadas por grupos de personas que la han heredado por tradición familiar, de generación en generación. Esas son las llamadas agrupaciones portadoras, que reinan en estas fiestas.

Durante el festival se desarrolla también el coloquio El Caribe que nos une que aborda temas de interés común para el área.

En el Desfile de la Serpiente, que recorre cada mes de julio las calles principales de la ciudad, se puede sentir lo que es la Fiesta del Fuego. Los hacedores del arte más genuino y las personas que lo sienten y disfrutan, danzan, cantan y gozan al estilo más caribeño.

Estamos a las puertas de una edición sin precedentes que romperá todos los récords. Del 3 al 9 de julio, el pueblo de Santiago de Cuba y los que se sumen, van a disfrutar de lo lindo.

Salir de la versión móvil