Volver al Prado

Tras el impasse de la pandemia, la emblemática arteria de La Habana ha recuperado su habitual trasiego.

En la vivienda que hace esquina vivió Frank Steinhart, Cónsul General de Estados Unidos en la isla, y dueño de la empresa de los tranvías. Foto: Otmaro Rodríguez.

En la vivienda que hace esquina vivió Frank Steinhart, Cónsul General de Estados Unidos en la isla, y dueño de la empresa de los tranvías. Foto: Otmaro Rodríguez.

El Prado es, sin duda, uno de los lugares emblemáticos de La Habana. Su espacioso paseo, con sus bancos de mármol, sus farolas y sus icónicos leones de bronce, es un sitio habitual de encuentro y reposo, de esparcimiento y de mercadería y otros intercambios citadinos.

Por el Prado desfilan cada día numerosos lugareños y turistas. Confluyen lo mismo jóvenes que ancianos, personas que se cobijan del sol y el fragor del día, parejas que buscan un momento de soledad —aun a la vista de muchos—, personas que intentan vender o permutar sus casas, y vecinos que asumen el lugar como parte de su entorno, de su cotidianidad.

Paseo del Prado, en La Habana. En la foto, punto donde se reúnen personas para vender, comprar o permutar viviendas.  Foto: Otmaro Rodríguez.
Paseo del Prado, en La Habana. En la foto, punto donde se reúnen personas para vender, comprar o permutar viviendas. Foto: Otmaro Rodríguez.

El paseo es un lugar frecuentado por artesanos, creadores que ofrecen sus pinturas, tallas, textiles y otras obras a visitantes extranjeros y transeúntes locales. Como lo es por niños y adolescentes que lo desandan de un lado a otro, que lo desbordan con sus juegos y carreras, lo mismo a pie que en patinetas.

Toda esta actividad ha vuelto, para bien, tras el impasse de la pandemia. Entonces, sobre todo en los momentos más críticos, desaparecieron los turistas y los caminantes despreocupados, los enamorados silenciosos y los niños con su bullicio y sus travesuras. Pero poco a poco todo ha ido regresando a la normalidad.

Dos mujeres realizan trabajos artesanales en el Paseo del Prado, en La Habana, para su venta en el lugar. Foto: Otmaro Rodríguez.
Dos mujeres realizan trabajos artesanales en el Paseo del Prado, en La Habana, para su venta en el lugar. Foto: Otmaro Rodríguez.

Frontera urbana entre Centro Habana y La Habana Vieja, el Prado, sin embargo, es más que su icónico paseo. Se trata en realidad de una extensa avenida de 2 kilómetros de largo, construida a fines del siglo XVIII y transformada varias veces a lo largo de su historia.

Aunque el paseo resulte su rostro más reconocible, la arteria en realidad comienza antes, en la Fuente de la India y frente al céntrico Parque de la Fraternidad, y se extiende hasta el Malecón habanero, pasando por la explanada del Capitolio y el Parque Central, con su monumental escultura de José Martí.

Parque Central, en el entorno del Prado, en La Habana. El 22 de febrero de 1889, en este lugar, los habaneros disfrutaron por vez primera de la luz eléctrica. Foto: Otmaro Rodríguez.
Parque Central, en el entorno del Prado, en La Habana. El 22 de febrero de 1889, en este lugar, los habaneros disfrutaron por vez primera de la luz eléctrica. Foto: Otmaro Rodríguez.

Su entorno incluye edificios únicos de la capital cubana, como el Capitolio y el Gran Teatro de La Habana, y hoteles como el Inglaterra, el siniestrado Saratoga, el Parque Central y el lujoso Grand Packard. Además, en sus alrededores se ubican monumentos, fortificaciones coloniales, escuelas, negocios e instituciones; lugares cotidianos para los paseantes, pero de raigambre histórica muchas veces olvidada, inadvertida.

A varios de ellos nos propone acercanos nuestro fotorreportero Otmaro Rodríguez. Sus imágenes ofrecen una mirada contemporánea a este lugar único de la capital y confirman la vida que lo arropa y los valores, no todos igual de conocidos y conservados, que lo engrandecen.

Capitolio Nacional, edifico construido en 1929, en el entorno del Prado habanero. Foto: Otmaro Rodríguez.
Capitolio Nacional, edifico construido en 1929, en el entorno del Prado habanero. Foto: Otmaro Rodríguez.
Este lugar se conocía por como Los Aires Libres del Prado. Foto: Otmaro Rodríguez,
Este lugar se conocía por como Los Aires Libres del Prado. Foto: Otmaro Rodríguez,
Asociación Cultural Yoruba de Cuba, en la zona del Prado afectada por la explosión del hotel Saratoga en mayo de 2022. Foto: Otmaro Rodríguez.
Asociación Cultural Yoruba de Cuba, en la zona del Prado afectada por la explosión del hotel Saratoga en mayo de 2022. Foto: Otmaro Rodríguez.
Proyecto de construcción del Hotel Pasaje, al lado del antiguo Teatro Payret. Foto: Otmaro Rodríguez.
Proyecto de construcción del Hotel Pasaje, al lado del antiguo Teatro Payret. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo Centro Gallego, hoy Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso". Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo Centro Gallego, hoy Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”. Foto: Otmaro Rodríguez.
Turistas frente al Hotel Inglaterra, en el entorno del Prado, en La Hababa. Foto: Otmaro Rodríguez.
Turistas frente al Hotel Inglaterra, en el entorno del Prado, en La Hababa. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antigua perfumería Casa Guerlain, en el Prado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antigua perfumería Casa Guerlain, en el Prado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
El tiempo y la desidia ha hecho mella en algunas farolas en el Paseo del Prado. Foto: Otmaro Rodríguez.
El tiempo y la desidia ha hecho mella en algunas farolas en el Paseo del Prado. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entrada de un antiguo local del Pertido Ortodoxo, en el entorno del Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entrada de un antiguo local del Pertido Ortodoxo, en el entorno del Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Algunos edificios en mal estado en el entorno del Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Algunos edificios en mal estado en el entorno del Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo hotel El Jerezano, exponente del arte mudéjar.  Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo hotel El Jerezano, exponente del arte mudéjar. Foto: Otmaro Rodríguez.
Personas en Paseo del Prado, en La Habana, Detrás, el Hotel Sevilla, fundado en 1908. Foto: Otmaro Rodríguez.
Personas en Paseo del Prado, en La Habana, Detrás, el Hotel Sevilla, fundado en 1908. Foto: Otmaro Rodríguez.
Una joven escribe sobre el mármol de un banco del Paseo del Prado, junto a otros jóvenes. Foto: Otmaro Rodríguez.
Una joven escribe sobre el mármol de un banco del Paseo del Prado, junto a otros jóvenes. Foto: Otmaro Rodríguez.
El uso de patines, patinetas ha deteriorado el piso del Paseo del Prado. Foto: Otmaro Rodríguez.
El uso de patines, patinetas ha deteriorado el piso del Paseo del Prado. Foto: Otmaro Rodríguez.
Jóvenes montando patineta en el Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Jóvenes montando patineta en el Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
En este lugar, en el entorno del Paseo del Prado, el médico Carlos J. Finlay hizo las primeras pruebas demostrativas experimentales sobre la transmisión de la fiebre amarilla. Foto: Otmaro Rodríguez.
En este lugar, en el entorno del Paseo del Prado, el médico Carlos J. Finlay hizo las primeras pruebas demostrativas experimentales sobre la transmisión de la fiebre amarilla. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo local del cine Prado. También fue escuela de TV. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo local del cine Prado. También fue escuela de TV. Foto: Otmaro Rodríguez.
Turistas y otras personas en el Paseo del Prado, en La Habana. A lña derecha, el hotel Iberostar Grand Packard. Foto: Otmaro Rodríguez.
Turistas y otras personas en el Paseo del Prado, en La Habana. A lña derecha, el hotel Iberostar Grand Packard. Foto: Otmaro Rodríguez.
Monumento al poeta y mártir Juan Clemente Zenea, el Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Monumento al poeta y mártir Juan Clemente Zenea, el Paseo del Prado, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

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