Árboles y motivos navideños, y hasta muñecos de nieve (inflables) y algún que otro Santa Claus, dieron vida al cierre de 2018 en Santiago de Cuba.
Aunque estos motivos «importados» no son nuevos en una Cuba cada vez más globalizada, su presencia fue sin dudas llamativa en los festejos santiagueros de este fin de año.
En la ciudad más caribeña de la Isla, donde apenas existe el invierno y la nieve es mera ciencia ficción, los gorros rojos, las guirnaldas y los muñecos aparecieron en calles y plazas, esquinas y restaurantes, junto a las comidas, bebidas y actividades festivas propias de la ocasión.
Así, a la par de fuegos artificiales y bailes, se integraron al paisaje citadino en la misma urbe en que se realizó la tradicional Fiesta de la Bandera la noche del 31 de diciembre y horas después se conmemoraron los 60 años de la Revolución Cubana.