La Habana, mi regreso y la situación coyuntural

Un fantasma recorre estos días La Habana: el fantasma del Período especial.

Foto: Alejandro Ernesto.

Un fantasma recorre estos días La Habana: el fantasma del Período Especial.

Vuelvo a La Habana. Regreso después de un año y me recibe una ciudad diferente: rara, mustia, callada, de calles desiertas, sin carros, con pocas personas caminando por las abrasadoras calles. Otras abarrotan las paradas, derritiéndose al sol mientras esperan ómnibus que no llegan.

Foto: Alejandro Ernesto.
Foto: Alejandro Ernesto.

Una ciudad donde la policía y los inspectores de transporte controlan las colas de las guaguas, y en la que los boteros deciden cobrar lo que les da la gana, o sencillamente no trabajar.

Una ciudad donde los propietarios de autos se debaten entre ser solidarios o egoístas, entre ayudar al prójimo o sacarle unos pesos.

La gente luce preocupada. Los mayores, inevitablemente rememoran los duros años 90s.

Es la situación coyuntural, me explican algunos amigos, y leo en la prensa. La isla, una vez más, está en una situación límite por la falta de combustible.

Foto: Alejandro Ernesto.
Foto: Alejandro Ernesto.

Resulta que he llegado a mi querida isla el mismo día en que comienza la aplicación de medidas para hacer más llevadera la situación “coyuntural”; ahorrar combustible para evitar males mayores.

Reducción de viajes de ómnibus, recorte de combustible al sector estatal y privado, disminución de la jornada laboral, cierres temporales en algunas empresas. Restricción o prohibición de encender los aires acondicionados. Justo en este caluroso septiembre. Tal como en los 90s.

Foto: Alejandro Ernesto.
Foto: Alejandro Ernesto.

Y sí, se parece al temido, traumático, Período especial.

Pero el gobierno dice que no. Asegura que la situación es diferente a la de hace casi 30 años. Y lleva razón. Los tiempos han cambiado, nuestra economía ha cambiado y la gente ha cambiado. Definitivamente esto es otra cosa.

Foto: Alejandro Ernesto.

También creo percibir, a diferencia de otros tiempos, una mayor organización, una mayor transparencia, una mayor voluntad de informar exhaustivamente al pueblo y de retroalimentarse objetivamente con las opiniones de este.

Y eso está bien.

 

Foto: Alejandro Ernesto.
Foto: Alejandro Ernesto.

Sigo caminando y haciendo fotos por las calurosas calles de esta ciudad que amo, aunque de momento no sea la de siempre. Por esas mismas calles en las que, según dicen –yo no lo he visto– el Presidente detiene su comitiva en las paradas de guaguas para montar a personas necesitadas de un aventón.

Sigo caminando y veo a la gente reír haciendo chistes de todo tipo, sobre las colas, la falta de transporte, y muchas cosas más. Mientras camino por esas calles vacías siento que, poco a poco nos iremos acostumbrando, y también nos iremos recuperando de esta nueva crisis. Y quizás seremos felices, o al menos lo intentaremos, hasta la próxima crisis con nombre propio.

Foto: Alejandro Ernesto.
Foto: Alejandro Ernesto.

 

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