La tradicional procesión para rendir tributo a la Virgen de Regla, Yemayá en el panteón yoruba, reunió a cientos de personas en los alrededores de la bahía habanera.
La Virgen de Regla, Yemayá en el panteón yoruba, volvió a recorrer este sábado el poblado habanero que lleva su nombre. La procesión comenzó con las notas del Himno Nacional cubano y reunió a cientos de personas que fueron a rendir tributo a esta Virgen mestiza, símbolo de cubanía.
Los devotos que llegaron hasta el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Regla –construido entre 1811 y 1818–, también pidieron prosperidad, protección para la familia y el trabajo y agradecieron a Yemayá por su ayuda.
La Virgen de Regla es la protectora de la Bahía de La Habana. Por eso, se le celebra junto al mar y junto al mar se le colocan las ofrendas.
Durante la época de dominio español en Cuba, se inició un proceso de sincretismo religioso y transculturación, en el que los esclavos africanos, durante su evangelización, identificaron las imágenes que se les obligaba adorar con las deidades de su propio culto. Así, la Virgen de Regla y Yemayá se convirtireron en una.
Yemayá es la Virgen negra “nacida” en África, la reina del mar, amada y temida por sus creyentes. A sus pies se encuentra la llave de San Cristóbal de La Habana y a sus pies se rinden todos sus devotos.
El pueblo cubano, que nunca ha dejado de creer en sus santos, le rinde tributo cada 7 de septiembre, un día antes que a la Virgen de la Caridad del Cobre, la Patrona de Cuba, pero como a esta la veneran todos los días, en las iglesias y templos afrocubanos y también en la intimidad de sus casas.