Hombres a caballo que persiguen a novillos por la arena. Derribo de reses. Enlace de ternero. Monta de toros. Carrera entre barriles. Son muchas las modalidades de competencia de este deporte extremo que influenciaron los ganaderos del oeste norteamericano, muy presente hoy en Estados Unidos, México, Canadá, Nueva Zelanda y Brasil.
En Cuba la práctica de rodeo también tiene muchos seguidores. Cada año durante la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria la pista de Rancho Boyeros se convierte en sede del mayor torneo de animales ecuestres cubanos. En 1993 se creó la Sociedad Cubana de Vaqueros de Rodeo y Coleo que, según su presidente Anadelio González, cuenta con 5 300 vaqueros, de los cuales 530 son mujeres.
“Si bien el rodeo existía en la Isla antes de la creación de la Sociedad, a partir de su surgimiento se inició el rescate de tradiciones de la producción agropecuaria relacionadas con la ganadería. Se trata de una práctica popular que surge del trabajo diario en el campo. El rodeo es un deporte emocionante y de alto riesgo que constituye una tradición cultural, no solo de los campesinos sino de gran parte de la población”, dijo González en entrevista con la agencia Prensa Latina.
El pasado 18 de marzo, después de tres años consecutivos de victorias del equipo espirituano, Los Vaqueros de Las Tunas se llevaron el primer puesto en el Torneo de Rodeo Cubano, con 1 743 puntos.