El paquete Semanal
se ha vuelto una alternativa
a nuestra tan instructiva
televisión nacional.
Ya nadie cambia el canal
para la telenovela.
Aunque a los cultos les duela
el Paquete es un invento
que pone al niño contento
y hace feliz a la abuela.
Culebrones extranjeros.
Reality shows. Telediarios.
Conciertos extraordinarios.
Películas de vaqueros.
En pen drives o lapiceros
series internacionales
con efectos especiales
que siguen Impresionando
(y en el CIREM estudiando
los efectos cerebrales).
Lo que más me ha sorprendido
del Paquete Semanal
es la estructura social
del tráfico. Un contenido
que huele a fruto prohibido
se pasa de mano en mano.
¿Será acaso que el cubano
se des-anti-culturiza
adrede, porque analiza
que pensar tanto es en vano?
Films. Dibujos animados.
Seriales. Aplicaciones.
La Voz Kids. Las audiciones.
El fútbol en todos lados.
Los productos ofertados
son de dudosa factura.
¿Pero es la seudo-cultura
o es la seudo-sociedad?
¿Juran decir la verdad?
¿Decadencia o torcedura?
Yo solamente quería
recabar vuestra atención
sobre una televisión
que ahora tiene compañía.
Porque en nuestra economía
algo está saliendo mal
si la industria nacional
que más empleo origina
es la empresa clandestina
del Paquete Semanal.
¿Una industria alternativa
de ocio y entretenimiento
frente el Gran Aburrimiento
de nuestra oferta nativa?
¿Una estrategia nociva
de la CIA cultural?
Solo espero que al final
no haya en nuestros vecindarios
anuncios publicitarios
del Paquete Semanal.