Ala conservadora de la iglesia católica cree que las cuarentenas ante el coronavirus son un «pretexto»

Un documento firmado por clérigos, académicos y periodistas italianos divide al ala conservadora de la iglesia católica.

Trabajador desinfecta una iglesia. En muchas ciudades del mundo han limitado el ingreso a los templos. Fotos: EFE/Erdem Sahin.

Una petición firmada por algunos clérigos, académicos y periodistas italianos ha sido la iniciativa más reciente de los creyentes conservadores en sus sostenidas críticas a las cuarentenas establecidas por la Covid-19, a las que consideran un ataque a la libertad religiosa, una amenaza a la economía global y una conspiración para separar familias.

El documento titulado “Por la Iglesia y por el mundo”, fue publicado el jueves, el mismo día en que el gobierno italiano y la conferencia de obispos llegó a un acuerdo para reanudar las misas a partir del 18 de mayo, con estrictos protocolos de seguridad, tras un cierre de dos meses.

Según su promotor, el ex nuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganó, quien es considerado uno de los mayores críticos del pontificado del papa Francisco, al texto han adherido 4 cardenales, entre los que destaca Robert Sarah, titular de la oficina de liturgia del Vaticano y quien se ha apurado en aclarar que nunca firmó la petición.

Sin embargo, Viganó dijo hoy que Sarah estaba totalmente de acuerdo, y que tiene las conversaciones telefónicas para demostrarlo. De este modo, Sarah, el ghanés considerado un héroe por el ala derecha católica, ha terminado como centro de otra controversia tras la polémica este año.

El arzobispo Carlo Maria Viganó, ex nuncio apostólico en Estados Unidos, durante la reunión de la Conferencia de Obispos Católicos en Baltimore. Foto: AP/Patrick Semansky, Archivo.

Para los firmantes la emergencia del virus en un “pretexto” de personas no identificadas para manipular y controlar a la gente a través del pánico y privarlos de sus libertades fundamentales, incluida la libertad de practicar su religión.

Así mismo, advierten que las medidas para imponer dispositivos para rastrear a contactos, requerir vacunaciones y “criminalizar” el contacto entre abuelos y nietos es “un preludio perturbador a la instauración de un gobierno mundial más allá de todo control”.

AP/OnCuba

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