OMS: contagios por Ómicron siguen disparados en el mundo, pero baja la letalidad

Expertos internacionales señalaron que pese a que las vacunas parecen haber perdido parte de su poder de neutralización ante la nueva cepa, estos fármacos "siguen siendo muy efectivos para evitar formas graves de la enfermedad y reducir los fallecimientos", al tiempo que llamaron a cumplir con las medidas de protección como el uso correcto de las mascarillas.

Toma de muestras para la detección de la COVID-19 en Jerusalén, Israel. Foto: Abir Sultan / EFE.

Toma de muestras para la detección de la COVID-19 en Jerusalén, Israel. Foto: Abir Sultan / EFE.

La ola de contagios de COVID-19 asociada al auge de la variante Ómicron continúa creciendo a un ritmo nunca antes visto en la pandemia, con un aumento del 70 % de los casos en el mundo la semana pasada, aunque al mismo tiempo las muertes siguen bajando, según informó este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La semana pasada se registraron 41.000 muertes por la enfermedad infecciosa en el planeta, un 10 % menos que en los siete días anteriores, y se trata de la cuarta semana consecutiva de descensos en ese indicador, pese a que en regiones como América los contagios se duplicaron en el período estudiado, de acuerdo con el último informe epidemiológico.

Las cifras invitan a confiar en que la pandemia evolucione a formas menos letales, aunque el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió en su primera rueda de prensa de 2022 en que sigue siendo prematuro concluir que la variante Ómicron sea una nueva etapa más ligera del coronavirus.

“Aparenta ser menos grave que la Delta, especialmente en personas vacunadas, pero no hay que categorizarla como ‘leve’, porque también está causando hospitalizaciones y está matando”, advirtió el experto etíope, tras recordar que muchos sistemas sanitarios en el mundo están saturados en el actual “tsunami de contagios”.

¿Será Ómicron la última variante?

El director del organismo para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, añadió en la misma rueda de prensa que la creciente opinión de que la variante Ómicron podría ser la última de la pandemia, ya que podría inmunizar a ese importante porcentaje de la población que se está contagiando, es excesivamente optimista.

“Es hacerse ilusiones, porque también hubo altos niveles de transmisión con anteriores variantes”, advirtió el experto irlandés, quien recordó que otras previsiones similares acabaron resultando erróneas, como la de que la “versión Delta” iba a ser el culmen de la evolución del coronavirus.

“Este virus sigue teniendo mucha energía, y mientras millones de personas sigan sin estar vacunadas todavía hay muchas oportunidades para que se expanda y genere nuevas variantes”, señaló Ryan, para quien una de las mejores protecciones en la actual ola de contagios es “vacunarse cuando se tenga acceso a dosis”.

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Mientras, la jefa de la unidad anticovid de la OMS, Maria Van Kerkhove, opinó que es “muy poco probable que Ómicron sea la última variante”.

Los expertos internacionales insistieron en que sigue siendo crucial extender la vacunación, pese a que las vacunas parecen haber perdido parte de su poder de neutralización ante la nueva cepa y muchas personas vacunadas se estén contagiado de COVID-19 en la actual oleada de casos.

Las vacunas funcionan, pero deben cumplirse otras medidas

Aún con la expansión de Ómicron, las vacunas existentes contra la COVID-19 “funcionan contra todas las variantes que circulan actualmente”, aseguró Van Kerkhove, quien dijo que estos fármacos “siguen siendo muy efectivos para evitar formas graves de la enfermedad y reducir los fallecimientos”.

Preguntada sobre si la ciudadanía debe aumentar sus medidas de prevención ante el alto número de contagios en todo el mundo, Van Kerkhove recomendó los mismos gestos que se han generalizado de 2020 “con el fin de reducir el riesgo de exposición”.

La experta recordó en este sentido la necesidad de mantener la distancia física con otras personas, el evitar las reuniones de gente en lugares mal ventilados, e insistió especialmente en “llevar mascarillas apropiadas” y de forma correcta.

“Llevar la mascarilla por debajo de la nariz o en la barbilla es inútil y te da una falsa sensación de seguridad”, alertó Van Kerkhove, quien pidió a los casos positivos que se aíslen, hagan esfuerzos para no transmitir el virus y alerten a sus contactos de que han contraído COVID-19.

“Básicamente, pedimos a todos que hagan su aportación”, afirmó la experta, quien reconoció que “es asombroso lo rápido que se transmite esta variante, pero cualquier otra también lo podría hacer en similares situaciones”.

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Cauto optimismo para 2022 pese al “tusnami” actual

En el año que comienza, insiste la OMS, puede lograrse poner fin a la fase aguda de la pandemia, pese a los records diarios de contagios actuales, que ya han superado la barrera de los dos millones de nuevos casos globales por jornada.

Con el fin de acabar con esa fase aguda, Tedros insistió en que el objetivo debe ser conseguir que el 70 % de la población de todos los países esté vacunada, aunque advirtió de que al actual ritmo más de un centenar de territorios no alcanzarán esa meta, de la misma forma que a finales del 2021 no se logró el objetivo del 40 %.

“La desigualdad en las vacunas mata personas, destruye trabajos y perjudica la recuperación económica global”, afirmó Tedros, quien lamentó que “algunos países estén ya dando a sus ciudadanos una cuarta dosis mientras otros no tienen suministros suficientes para inmunizar a sus trabajadores sanitarios y grupos de riesgo”.

“Distribuir vacunas y más vacunas de refuerzo en un pequeño número de países no acabará con la pandemia mientras otros miles de millones de personas sigan completamente desprotegidas”, alertó el máximo responsable de la OMS, en sintonía con señalamientos anteriores en esta dirección.

EFE / OnCuba

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