El alcalde de Miami, Francis Suárez, ha propuesto que Estados Unidos lleve a cabo un bombardeo militar en Cuba para “ayudar” a la población que se manifiesta en las calles.
En una entrevista con FoxNews el martes, Suárez recordó que Estados Unidos ha bombardeado otros países como Kosovo y Panamá, tiene un historial en ese sentido y debe ahora hacer lo mismo en la isla del Caribe.
Viniendo de un alcalde de una ciudad donde viven centenares de miles de cubanos con familiares en la isla, la aseveración fue tan impactante que la presentadora del programa le preguntó: “Está sugiriendo ataque aéreos a Cuba?”.
La respuesta: “Lo que sugiero es que hay que explotar esa opción, que no puede ser sencillamente descartada y no estar sobre la mesa. Y hay toda una variedad de formas en que los militares lo pueden hacer. Pero es algo que hace falta discutir y hay que verla como una potencial opción y sumarla a todas las opciones que pueden ser discutidas”.
La propuesta de Suárez ha provocado varias reacciones en lMiami. Algunos dijeron que la idea es impensable, que muestra una “falta de sensibilidad” del alcalde. Pero en las últimas 48 horas otros han demandado una intervención estadounidense en la Isla, como los exiliados que se manifestaron ayer en varias calles e importantes avenidas del condado Miami-Dade.
“Hay que acabar con aquello de cualquier forma. El pueblo cubano está sufriendo, lo están matando. Hay que ir allá y fusilar a todos los comunistas”, dijo a un canal de televisión un joven cubano-americano identificado como Carlos Suárez, sin parentesco con el alcalde.
Aparentemente, Francis Suárez se dio cuenta del alcance de sus palabras porque más tarde, invitado por la revista Newsweek a aclararlas, fue más cuidadoso.
“Yo nunca sugerí un bombardeo a Cuba. Lo que he estado diciendo es que por la primera vez durante décadas estamos viendo al pueblo cubano en las calles exigiendo libertad. Tenemos la obligación moral de secundarlo. Y eso significa que Estados Unidos necesita intervenir. Es una cuestión de seguridad nacional para nosotros”, dijo en un comunicado enviado a la publicación.
Y agregó: “No entiendo por qué ahora es tan polémico explorar esta posibilidad. Y por qué hay tantas personas en este país que no está dispuestas a condenar públicamente los asesinatos del régimen comunista. Es algo que no entiendo”, subrayó el funcionario republicano, que va a elecciones el año entrante.
Esta postura del alcalde Suárez contrasta notablemente con la de los demócratas, que se oponen totalmente a una invasión de la Isla.
Casi al mismo tiempo, uno de los políticos con más comunicación con la administración Biden, el demócrata cubano-americano Bob Menéndez, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, en declaraciones a un grupo de periodistas aseguró que Washington no tiene la intención de intervenir en la Isla.
“No vamos a tener una intervención militar en Cuba. No lo ha hecho ninguna administración, ni republicana ni los más anticomunistas. Nadie ha considerado eso, así que vamos a dejar eso de lado porque eso es lo que quieren los fidelistas, los que mantienen el poder en Cuba quieren promover eso […] no va a haber intervención militar”, sostuvo.
Lo que es posible, puntualizó, es que la administración Biden se encuentre “a punto de terminar una serie de decisiones de qué es lo que debe ser esa política”, y los sucesos recientes en Cuba y los reclamos de “libertad” del pueblo “aceleran esas decisiones”.
Ahora, “lo que sí va a haber es un respaldo al pueblo cubano. Un respaldo de cómo apoyamos a ese pueblo, pero no a los que lo oprimen”, remató sin entrar en detalles.
La invasión a la Isla ha sido una demanda de los círculos anticastristas más radicales dentro de la comunidad cubana del sur de Florida, apoyados por la casi generalidad de los editorialistas radiales con un lenguaje bastante estridente. No solo ahora con las protestas en Cuba, sino también durante la invasión de Bahía de Cochinos, en abril de 1961, un fracaso para Estados Unidos y los radicales.