Aspirante al Congreso de EEUU visita Cuba

El demócrata David Richardson, quien busca ocupar la silla que dejará Ileana Ros-Lehtinen en el Congreso de EE.UU., inició este lunes una visita a Cuba para “conectar mejor” con los cubanos del sur de Florida, según anunció su campaña en Miami.
Richardson, actual representante a la Cámara baja en el Congreso de Florida por el vecindario de La Pequeña Habana en Miami, estará hasta hoy en la Isla y tiene en su programa de visita reuniones con empresarios, organizaciones culturales y miembros de la comunidad LGBT+ de la Isla.
El congresista estatal, que habla español, busca representar al Distrito 27 de Florida en el Congreso federal, actualmente en manos de la cubano-estadounidense Ros-Lehtinen, quien anunció su retiro. Ros-Lehtinen se convirtió en 1989 en la primera cubano-estadounidense y la primera latina elegida en el Congreso y desde ese puesto ha tenido un peso importante en las decisiones políticas de Estados Unidos hacia Cuba en las últimas décadas.
Pero esta dirección podría cambiar si Richardson es electo como su sucesor. El demócrata es partidario de la normalización con Cuba emprendida por los ex presidentes Barack Obama y Raúl Castro; y dijo que espera conocer de “primera mano” los avances de dicha política durante sus dos días en la Isla.
“Medio siglo de aislamiento no logró el progreso para el cubano de a pie, por eso yo apoyo totalmente una posición de compromiso con la sociedad civil cubana”, aseguró.

Según Richardson, quizás el primer candidato al Congreso de EE.UU. que hace una visita de campaña a Cuba en medio siglo, viajó pese a los “intentos del presidente Donald Trump de revertir los avances de su predecesor en política exterior”.
“A pesar de los intentos del presidente Trump de echar atrás los avances de su predecesor en materia de relaciones exteriores, voy a observar de primera mano cómo el levantamiento de restricciones a los viajes y el comercio ha cambiado la vida del pueblo cubano, ayudado a los emprendedores de la Isla y fortalecido la relación entre los habitantes de La Pequeña Habana y La Habana”, afirmó antes de partir hacia Cuba.
Richardson, el primer político abiertamente gay electo en el estado de Florida, tenía previsto encontrarse, entre otros, con el director de cine Rafael Ramos, gerente de Café Madrigal, establecimiento muy popular entre la comunidad LGBT+ de la Isla. Ambos discutirán la situación actual de los miembros de dicha comunidad dentro de la sociedad cubana, señaló su equipo de campaña.
Visitará el paladar Atelier para hablar con su propietario sobre “los desafíos y las nuevas oportunidades que los pequeños empresarios están experimentando en Cuba”, y también irá a la Academia de Danza Lizt Alfonso.
Además, reservó en una casa particular para pasar la noche del lunes y no tiene planeada ninguna entrevista con funcionarios estatales cubanos.
Florida renovará el próximo 6 de noviembre sus 27 escaños de la Cámara de Representantes federal, pero primero los partidos deben escoger a los candidatos oficiales en las primarias de agosto próximo.
La posición de Richardson contrasta con la de Rick Scott, actual gobernador de Florida, quien aspira a un puesto en el Senado y durante su campaña se ha reunido con representantes de la comunidad cubana que impulsan una política de mano dura hacia La Habana.
Tal como ha hecho durante su gobierno, Scott ha prometido fuertes medidas contra Cuba de llegar al Senado, entre ellas reinstaurar a la Isla en la lista de Estados que Patrocinan el Terrorismo, recrudecer la actual política de la administración Trump que busca cortar los recursos financieros de las fuerzas militares y de seguridad cubanas, e implementar los capítulos de la Ley Helms-Burton que permiten demandar a compañías o personas que usen bienes expropiados por el gobierno cubano a ciudadanos o empresas estadounidenses, y que nunca han entrado en vigos desde su promulgación.
EFE / OnCuba

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