Biden considera invitar a Cuba a la Cumbre de las Américas, pero no a una figura de alto nivel

La posible invitación pretendería salvar una reunión que podría ser deslucida y que ha sido cuestionada por varios países de la región por la presumible no participación de La Habana.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a la izquierda, reunido con su homólogo estadounidense Joe Biden, en noviembre pasado en la Casa Blanca. Foto: Pool / AP / Archivo.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a la izquierda, reunido con su homólogo estadounidense Joe Biden, en noviembre pasado en la Casa Blanca. Foto: Pool / AP / Archivo.

La Casa Blanca está considerando la posibilidad de invitar a un “representante” del gobierno cubano a la próxima Cumbre de as Américas, a realizarse en junio en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.

Según la agencia AP, la información procede de una fuente anónima de la administración de Joe Biden, aunque no está claro si el gobierno de la Isla aceptaría. Por lo que indica el lenguaje empleado, la invitación pudiera no abarcar al presidente Miguel Díaz-Canel ni otro alto funcionario de su gobierno.

“No está claro si Cuba aceptaría la invitación, dijo el funcionario estadounidense, según el cual estase extendería a alguien en el Ministerio de Relaciones Exteriores para unirse como observador, pero no al propio Ministro de Relaciones Exteriores, y no como participante de pleno derecho”, afirma AP.

La presumible ausencia de Cuba ha provocado una reacción negativa en algunos gobiernos de países de la región, como México, Bolivia y las naciones del Caribe, lo cual desluciría la cumbre en sí, por lo cual Estados Unidos estaría intentando “salvar un evento que corre el riesgo de colapsar”, especula la agencia.

Ni Cuba, Venezuela o Nicaragua serán al parecer invitados, debido a que son países a los que Washington considera de corte autoritario. Tampoco se espera la asistencia de Brasil, pero por otras razones. El presidente Jair Bolsonaro siempre se consideró más un aliado del expresidente Donald Trump, que de Biden.

“(La cumbre) es una batalla sobre si los dictadores deben ser incluidos en una cumbre de líderes democráticos. Esa es una línea bastante clara”, comentó al respecto Eric Farnsworth, exfuncionario del Departamento de Estado ahora en el Consejo de las Américas.

“Pero una vez que el presidente de uno de los países más cercanos a Estados Unidos, geográfica y políticamente comienza a mencionar eso, entonces se convierte en un problema real y da cobertura a otras personas para que se alineen detrás de los demás”, añadió en referencia a la postura del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

La Cumbre de las Américas involucra a países de las Américas, desde Canadá hasta Chile, a partir del cronograma de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Chris Dodd, un exsenador estadounidense de Connecticut elegido por Biden como asesor especial para la cumbre, pasó dos horas conversando con el presidente López Obrador esta semana para intentar convencerlo a cambiar de postura, pero hasta ahora sin éxito.

Por su parte, Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, dijo a los periodistas a bordo del Air Force One el viernes que la administración está teniendo “conversaciones sinceras y constructivas” con el mexicano, pero se negó a decir más.

López Obrador comentó este viernes que aún se analiza la cumbre y que “queremos que todos estén invitados”. “Tenemos una muy buena relación con el presidente Biden”, precisó y confirmó que “hemos estado en conversaciones”.

Nota en construcción.

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