Cuba-EE.UU: “Hay mucho trabajo por hacer”

Foto: Reuters

Barack Obama no tiene ninguna prisa en normalizar las relaciones con el gobierno de Raúl Castro y cree que sus iniciativas hacia la isla impulsarán mayores cambios económicos. Interrogado por la agencia Reuters acerca de cuándo reinaugurara la embajada de su país en La Habana, el presidente de los Estados Unidos respondió: “mi esperanza es que seamos capaces de abrir una embajada, y que algo del trabajo de terreno inicial haya sido completado.”

El ritmo del proceso es el mismo señalado por los diplomáticos de ambos países. “Tenga en cuenta que nuestra expectativa nunca ha sido lograr la completa normalización inmediatamente. Hay todavía mucho trabajo por hacer” declaró Obama, reiterando la opinión expresada tanto por Roberta Jacobson como por Josefina Vidal.

Pero las transformaciones centraron su interés al hablar de Cuba. “El mismo hecho de que desde nuestro anuncio, el gobierno cubano ha comenzado a discutir formas en las que van a reorganizar su economía para dar cabida a una posible inversión extranjera.”

En opinión de Obama, “eso ya está obligando a una serie de cambios que promete abrir más oportunidades para los emprendedores, más transparencia en términos de lo que está sucediendo en su economía, y que siempre ha sido la premisa de esta política.”

Recordó que “después de 50 años de una política que no funcionó, necesitamos probar algo nuevo que aliente y que, en última instancia, creo, fuerce al gobierno cubano a comprometerse en una economía moderna. Y eso va a crear más espacio para la libertad del pueblo cubano.”

El diálogo entre La Habana y Washington dio un salto hacia adelante tras las recientes negociaciones a finales de febrero pasado. Ambas partes pactaron iniciar encuentros técnicos sobre temas de interés común, como los “cambios en las regulaciones que modifican la implementación del bloqueo”, que es como las autoridades cubanas llaman a las iniciativas de flexibilización adoptadas por Obama en diciembre de 2014.

En un reciente discurso, el canciller cubano Bruno Rodríguez declaró que su gobierno “aprecia el planteamiento del Presidente Barack Obama de que el bloqueo provoca daños al pueblo cubano y su disposición de involucrarse en un debate con el Congreso de su país con vistas a su eliminación.”

Los proyectos relacionados con comercio e inversión marchan paralelos a la reapertura de las embajadas. El Senado norteamericano tiene en agenda la discusión de una ley para eliminar las restricciones a las relaciones económicas entre ambos países.

Al margen de los pasos dados desde el Congreso, la administración Obama tiene sus propios planes en curso. La Secretaria de Comercio de EE.UU., Penny Pritzker, prevé viajar a Cuba en algún momento del 2015 para, según sus propias palabras, “para conducir los esfuerzos en ampliar nuestra diplomacia comercial.”

Salir de la versión móvil