— ¿Por qué venir a Miami, con un ambiente tan hostil para usted?
Esa fue mi pregunta a Carlos Lazo, el profesor de Seattle que lanza sus Puentes de Amor a Cuba.
— ¿Ambiente hostil? ¿Dónde ves la hostilidad aquí?
Me señaló alrededor: cientos de personas -cubanos en su mayoría- respondieron a su convocatoria y de Jorge Medina, el Protestón Cubano, para realizar una bicicletada-caravana contra el embargo a Cuba, y a favor de la familia cubana:
“Demócratas, republicanos, cubanos y no cubanos, gente de diversos credos e ideologías de todos los confines: Elevaremos nuestras voces. ¡Qué cesen las sanciones económicas que pesan sobre la familia cubana! ¡Que se construyan puentes de amor entre los pueblos de Cuba y los Estados Unidos! ¡Fin del embargo! ¡Cese del bloqueo!
“Si usted votó por Trump o por Biden, eso es irrelevante. Estaremos todos, unidos por nuestras familias. Hay un tiempo para el rencor y un tiempo para el perdón. Hay un tiempo para la oscuridad y un tiempo para la luz. Hay un tiempo para el odio. ¡Esta es la era del amor! ¡La familia es sagrada! En caravana, juntos por los #PuentesDeAmor. Los esperamos”.
Y ahí estuvieron. En esta quinta ocasión, la salida estuvo prevista para las 9 de la mañana. El recorrido —poco más de 5 millas— tardó más de una hora en completarse: la cantidad de personas que se sumaron esta vez, en bicicletas o carros, era mayúscula.
Estos encuentros se realizan en Miami, siempre el último domingo del mes. Desde el canal de YouTube del Protestón Cubano surgió la idea, que luego se extendió a otros canales: el de Felipe Donet, Evelio Medina, Emilio Juárez Amoros, Yosvani Oliva, Jorge Menéndez, Manuel Tejeda, Yadira Escobar, QueenVega, Roberto García, Erich Concepción, Elay Rodríguez, Liber Barrueta…
Los seguidores de esos youtubers, que casi siempre participan desde el chat de los programas, asistieron y muchos pusieron rostro a las letras que suelen dejar a modo de comentarios: Rosa Fernández, Hugo, Luis Manuel, Edel Aluart, Avileño Ausente, Maximiliano, Oni Shangó, Foster Wallace, Juan Márquez… Mezcla de nombres y seudónimos que se reconocieron más allá de las diferencias en un chat. Estaban ahí por Cuba, porque Cuba une.
Al inicio de la caravana se entonó el himno nacional de Cuba, y se repitió al final. Eran más de las 10:15 am, y mientras los primeros en llegar esperaban por los que se habían atrasado por los semáforos, comenzaron a cantar “Me dicen Cuba”, de Alexander Abreu y Havana D’Primera:
“Cubano soy de pura cepa
Y mis raíces las defiendo con la vida
Cubano soy y dondequiera que me encuentre
Cantaré a mi Cuba querida…”
(…)
“Para saber de verdad lo que es sentirse cubano
Pa’ que te llegue a la bomba hermano
Tienes que haber nacido en Cuba
Tienes que haber vivido en Cuba”.
Las estrofas de la canción: “A mí me dicen Cuba, Cuba me llamo yo…” se mezclaron con el himno nacional. Coexistieron por unos minutos ambas melodías.
— Pero… ¿Por qué venir a Miami, con un ambiente tan hostil para usted? Insistí -porque en varias ocasiones Carlos Lazo y su familia han recibido comentarios amenazadores, en su mayoría desde el epicentro del llamado exilio histórico cubano.
— Si estas personas, todas estas personas, están aquí dando la cara y pidiendo por algo justo, yo tengo que estar. Además, aquí hay muchas más personas de bien que quieren la unidad de la familia cubana. Y a los otros, quienes quieren ruptura, hay que sumarlos y convencerlos, no desde el odio: desde el amor.
