De Michigan a Cuba: en busca de nuevas oportunidades

Una delegación de políticos y empresarios agrícolas de ese estado norteamericano visita por estos días la Isla, en momentos en que el gobierno de Donald Trump ha llevado a mínimos las relaciones bilaterales.

Conferencia de prensa de la delegación de empresarios y políticos de Míchigan, de visita en Cuba, en el Hotel Nacional, en La Habana, el 6 de febrero de 2020. De izquierda a derecha, Gary McDowell, director del Departamento estatal de Agricultura; Chuck Lippstreu, actual presidente de la Michigan Agri-Business Association (MABA); el senador estatal Daniel Lauwers; y James E. Byrum, presidente saliente de la MABA. Foto: Otmaro Rodríguez.

Conferencia de prensa de la delegación de empresarios y políticos de Míchigan, de visita en Cuba, en el Hotel Nacional, en La Habana, el 6 de febrero de 2020. De izquierda a derecha, Gary McDowell, director del Departamento estatal de Agricultura; Chuck Lippstreu, actual presidente de la Michigan Agri-Business Association (MABA); el senador estatal Daniel Lauwers; y James E. Byrum, presidente saliente de la MABA. Foto: Otmaro Rodríguez.

Aun cuando las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos viven un marcado retroceso desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el interés por mantener e, incluso, fomentar las relaciones con la Isla sigue en la agenda de diversos sectores de la sociedad estadounidense.

Uno de los más perseverantes, aun a contracorriente de la política de la Administración Trump, es el sector agrícola, que ve cómo se dilapidan oportunidades de negocios a solo 90 millas del territorio estadounidense debido a las regulaciones del embargo, y que ha pujado por la aprobación de leyes que beneficien la exportación y el intercambio con Cuba.

Y aunque a nivel de país los vínculos estén muy limitados y persistan barreras como la imposibilidad de vender productos agrícolas a crédito a la Isla, son varios los estados norteamericanos que insisten en mantener contactos con las autoridades y los productores cubanos, tanto para hallar nichos en el actual estado de las relaciones bilaterales como para un posible futuro escenario de normalización.

Este es el caso de Michigan. Desde ese estado norteamericano ha llegado a Cuba una delegación de políticos y empresarios agrícolas –estos últimos liderados por Chuck Lippstreu, actual presidente de la Michigan Agri-Business Association (MABA)– para fortalecer unos lazos mantenidos durante años, aun en momentos de altas y bajas, y dialogar con sus contrapartes cubanas sobre oportunidades futuras.

Para ello se han reunido con funcionarios, agricultores y líderes de cooperativas agropecuarias, “no solo para hablar de lo que podemos aportar, sino también para aprender de la agricultura y otros sectores asociados en Cuba”, apuntó Gary McDowell, director del Departamento estatal de Agricultura, para quien la visita ha sido “una tremenda experiencia de aprendizaje” y quien agradeció a sus contrapartes cubanas por lo fructífero de los encuentros y la hospitalidad recibida.

Legisladores y empresarios agrícolas de Míchigan en viaje de negocios a Cuba

McDowell es ya el tercer funcionario en su cargo en viajar a la Isla y sostener encuentros con representante cubanos, indicio de la sostenida relación entre Cuba y Míchigan, un estado norteamericano reconocido por el liderazgo y la diversidad de su industria agropecuaria y, en particular, por la producción de alimentos saludables y de alta calidad.

En tiempos anteriores, desde ese territorio llegaron a Cuba productos como frijoles y carne de pavo, pero hace ya dos años que, en medio del frenazo impuesto por el gobierno de Trump, esas exportaciones se interrumpieron. Y aunque no hay una hoja de ruta definida para su reinicio, los encuentros sostenidos ahora han reactivado la voluntad en esta dirección.

“Como director de Agricultura estoy comprometido para seguir construyendo una relación sólida con Cuba y sentar las bases para un intercambio comercial que beneficie a ambos países”, aseguró McDowell en conferencia de prensa realizada este jueves en el Hotel Nacional, en La Habana.

Más enfático fue James E. Byrum, presidente saliente de la MABA, un hombre que durante cuatro décadas ha trabajado por incrementar los vínculos entre ambos países y, en particular, entre Míchigan y Cuba.

“Para eso estamos aquí”, dijo sobre posibles futuros intercambios comerciales con la Isla, y aseveró que la intención es que no sean en una sola vía, sino también, cuando las condiciones lo permitan, desde Cuba hacia territorio estadounidense.

Byrum ponderó la calidad de productos cubanos reconocidos internacionalmente como el ron y el tabaco, y vislumbró otras oportunidades “en las que podemos aprender unos de otros”. Ese, dijo a OnCuba, podría ser un próximo paso entre su estado y la Isla.

“Ahora estamos enfocados en el comercio, pero más allá de eso existen oportunidades que podrían ser muy provechosas, en cuanto a la investigación agrícola, a la colaboración entre centros educativos e investigativos, entre universidades, no solo sobre agronomía sino de varios temas. También intercambios entre ambos pueblos, entre artistas y personas de la cultura, incluso en el deporte”, afirmó Byrum, quien se declaró convencido de “que un viaje largo comienza con el primer paso”.

“En eso estamos”, confirmó.

Conferencia de prensa de la delegación de empresarios y políticos de Míchigan, de visita en Cuba, en el Hotel Nacional, en La Habana, el 6 de febrero de 2020. Foto: Otmaro Rodríguez.
Conferencia de prensa de la delegación de empresarios y políticos de Míchigan, de visita en Cuba, en el Hotel Nacional, en La Habana, el 6 de febrero de 2020. Foto: Otmaro Rodríguez.

Su sucesor, Chuck Lippstreu, reafirmó que “sería beneficioso para ambos pueblos un incremento en el comercio agrícola y los contactos entre Estados Unidos y Cuba” y enumeró productos como frijoles, papa, carne, lácteos y vegetales, que pudieran llegar a las mesas cubanas gracias a los agricultores de su estado.

Pero, como Byrum, sostiene que ambas partes pueden ir un paso más allá, en beneficio no solo de los agricultores y la industria de Míchigan y Cuba, sino de toda su gente.

“No se trata solo de las exportaciones agrícolas, sino de la habilidad para encontrar oportunidades para comerciar otros productos, para establecer otro tipo de intercambios y colaboraciones que ayuden a avanzar las relaciones bilaterales y favorezcan a ambos pueblos”, comentó.

Por su parte, Daniel Lauwers, segundo jefe de la bancada republicana en el Senado estatal y agricultor él mismo, resaltó en que en medio de las conversaciones “francas y productivas” sostenidas esta semana con autoridades cubanas, sobre las relaciones entre Cuba y EE.UU., ambas partes decidieron enfocarse en “una serie de oportunidades en las que podemos colaborar”, a pesar de las diferencias y regulaciones existentes.

“Sabemos que existen posibilidades de desarrollar las relaciones comerciales, que Cuba importa 2.000 millones de dólares en alimentos y alrededor de la octava parte de esa cifra son de Estados Unidos. El cubano es un mercado pequeño, pero creciente, en el que debemos mejorar desempeño para el beneficio de ambos”, señaló Lauwers, quien cree que el actual contexto, en el que Washington ha firmado o está negociando nuevos acuerdos comerciales con varios países, podría ser propicio para rediseñar los vínculos económicos con la Isla.

“Para poder impulsar las relaciones tenemos que comenzar con diálogos que nos sirvan para aprender mutuamente los caminos en los que podemos andar. Y en ese sentido, esta ha sido una semana exitosa, y espero que podamos seguir con estas conversaciones y llevar adelante nuestra colaboración en el futuro”, concluyó.

Salir de la versión móvil