EEUU prohíbe los viajes en crucero a Cuba

El Ejecutivo ha decidido mantener los vuelos comerciales porque suelen ser usados por los cubano-estadounidenses para visitar a sus familias en la isla.

Fotografía de archivo del 22 de mayo de 2017 muestra un crucero con turistas que pasan frente al Malecón en La Habana (Cuba). El Gobierno de EE.UU. anunció hoy que prohibirá los viajes en crucero a Cuba, lo que asesta un gran golpe a la economía cubana y a esa pujante industria que había crecido desde el deshielo iniciado en 2014. EFE/Ernesto Mastrascusa

El Gobierno de EE.UU. anunció este martes que prohibirá los viajes en crucero a Cuba, lo que asesta un gran golpe a la economía cubana y a esa pujante industria que había crecido desde el deshielo iniciado en 2014.

El Departamento de Estado especificó en un comunicado que «EE.UU. no permitirá las visitas a Cuba a través de embarcaciones de pasajeros y embarcaciones recreativas, incluidos cruceros y yates, así como aviones privados y corporativos».

A pesar de las nuevas restricciones, los vuelos comerciales podrán seguir operando entre EE.UU. y Cuba.

Según explicó a Efe una portavoz del Departamento de Estado, el Ejecutivo ha decidido mantener los vuelos comerciales porque suelen ser usados por los cubano-estadounidenses para visitar a sus familias en la isla, mientras que los cruceros se usan para hacer turismo, algo que los estadounidenses tienen prohibido por ley.

En concreto, esa fuente indicó que EE.UU. ha decidido prohibir los viajes en crucero y yate, así como los vuelos privados y corporativos para impedir que «el régimen cubano y sus servicios militares, que controlan la industria del turismo en Cuba, accedan a dólares estadounidenses».

En Cuba muchos de los hoteles son propiedad de empresas controladas por las Fuerzas Armadas y gestionados en régimen de empresa mixta por corporaciones extranjeras, como el grupo Meliá, con sede en España.

El Departamento de Comercio había indicado en un comunicado que la medida entraría en vigor hoy mismo; pero luego actualizó esa nota y explicó que comenzará a aplicarse mañana 5 de junio.

Entretanto, el Gobierno de EE.UU. anunció hoy que, a partir del 5 de junio, los estadounidenses tendrán prohibido hacer viajes culturales y educativos de contacto con el pueblo cubano, conocidos en inglés como «people to people» y que habían permitido a miles de personas visitar la isla desde el deshielo iniciado en 2014.

«Las restricciones de viaje no afectan las visitas familiares, los viajes para apoyar al pueblo cubano, los viajes humanitarios, los intercambios académicos y algunas otras categorías. Al eliminar ciertas vías para el ‘turismo velado’, estamos limitando los fondos que el régimen cubano puede extraer de los viajeros estadounidenses y utilizar para reprimir a su propia gente», dijo un portavoz del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.

«Alentamos a los viajeros a permanecer en casas privadas cuando viajan a Cuba y a frecuentar restaurantes y establecimientos privados, para garantizar que sus fondos no apoyen al régimen cubano, sino que apoyen al pueblo cubano. (…) Estados Unidos tiene la intención de inducir al gobierno cubano a cambiar su comportamiento perjudicial hacia su propia gente y la región, incluida la salida de Cuba de Venezuela. Las sanciones de los Estados Unidos apoyan este objetivo. Las compañías de los Estados Unidos deberán finalizar todas las transacciones que entren en conflicto con las sanciones de los Estados Unidos contra Cuba», añadió.

El acercamiento impulsado por el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, facilitó los viajes a Cuba e impulsó el negocio a las aerolíneas y cruceros que comenzaron a hacer trayectos comerciales entre los dos países.

El Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump, alega que las nuevas restricciones buscan hacer frente al «papel desestabilizador» de Cuba en Latinoamérica, especialmente por su apoyo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega.

Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump ha endurecido la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático, la activación de una ley que permite demandas en tribunales estadounidenses por bienes expropiados tras la Revolución y sanciones a los hoteles de la isla, aumentando el alcance del embargo económico y comercial.

Según un estudio del Consejo Comercial y Económico EE.UU-Cuba, las líneas de cruceros acumularían más de 761 millones de dólares en ingresos brutos entre 2017 y 2019 al transportar a más de 570,000 pasajeros.
Cifras del gobierno cubano muestran que 142.721 estadounidenses llegaron a Cuba en cruceros entre el 1ro de enero y el 30 de abril, por encima de los 114.832 que vinieron por avión.

 

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