El polizón cubano enfrenta una avenida difícil para quedarse en Estados Unidos

A su abogado le preocupa la lentitud del proceso y las nuevas circunstancias jurídicas y políticas de inmigración que rodean el caso.

Yunier Garcia Duarte. Foto: Tomada de Facebook.

El polizón cubano que arribó a Miami en el compartimiento de carga de un vuelo desde La Habana el jueves pasado ha sido internado en una cárcel de inmigración y enfrenta un difícil y tortuoso proceso legal para lograr permanecer en Estados Unidos.

En su apoyo ha sido abierta una petición pública pidiendo a las autoridades estadounidenses que Yunier García Duarte, de 26 años, hasta ahora empleado en el aeropuerto José Martí, de la capital cubana, no sea devuelto a la isla ya que de ser deportado irá a parar “a la cárcel”.

Su abogado, Willy Allen, confirmó a OnCuba que García Duarte fue transferido hacia la cárcel de la avenida Krome, en la periferia del área metropolitana de  Miami, donde espera que en un plazo de dos a tres semanas puede entrevistarse con un oficial de inmigración para estudiar su caso.

García Duarte tiene una posibilidad muy estrecha de lograr su propósito porque la Ley de Ajuste Cubano (CAA, por sus siglas en inglés) no beneficia a quien haya arribado a territorio estadounidense de polizón, sea por aire o mar. Le queda, ha apuntado Allen, la posibilidad de aducir que teme una deportación por miedo a sufrir represalias. Es lo que en lenguaje jurídico se llama un “miedo creíble”.

Si el polizón logra convencer al oficial de inmigración pudiera ser puesto en libertad bajo palabra a la espera de un juicio de asilo político y entregado a sus familiares en Miami, donde tiene una tía y una prima. Aún así, tampoco es fácil, porque a García Duarte no le son conocidas actividades políticas en la isla, donde dejó sus padres y una hija menor, y sus familiares en Cuba dijeron a la cadena America TV que el gesto del joven los atrapó totalmente de sorpresa.

Tras esa entrevista se inicia el proceso del asilo político y entonces la presentación ante un juez pudiera demorar. “Todo depende de la velocidad (del caso). Aprendí hace muchos años a no predecir lo que pasará en una corte de inmigración. Pero confío en la independencia de la justicia. Ahora si pudiera realmente predecir el futuro me compraría la lotería. Por ahora me toca prepararme lo mejor posible para presentarnos ante el juez”, afirmó Allen.

Antecedentes

La situación de García Duarte tiene dos antecedentes y ambos se resolvieron satisfactoriamente para los afectados. El más espectacular de ellos fue el caso de una mujer cubana, Sandra de los Santos, quien el año 2004 llegó a Miami tras esconderse dentro de una caja de madera que fue enviada a Estados Unidos desde Miami a través de una empresa de correo privada.

La mujer permaneció seis horas escondida en la caja pero tuvo de esperar 15 meses para que un juez de inmigración le concediera el asilo político, un caso que también involucró a Allen. “Tengo ese antecedente que fue exitoso. El juez entendió que ella tenía una razón de peso para temer si era devuelta a Cuba”, explica.

El otro caso sucedió en mayo del año 2016 cuando la barcaza que traía de regreso de La Habana a todos los equipos utilizados en la filmación de la película Rápido y Furioso atracó en Port Everglades y se descubrieron tres polizones a bordo. Todos hombres, se supo después que fueron contratados localmente para apoyar la película. Este detalle, dijeron medios jurídicos en Miami a OnCuba durante el fin de semana, fue clave para que obtuvieran el asilo político porque los productores de la película respaldaron su aspiración.

Es por ello que Allen, que no representó al trío, está confiado en que los dos casos sirvan de buenos antecedentes para lograr algo positivo para García Duarte. Pero es lento aunque, los tiempos no son los mejores.

En el caso de Santos, durante la administración del republicano George W. Bush, existía un ambiente político más abierto a la concesión de protección a los cubanos y se disponía del mecanismo de pies secos/pies mojados, que amparaba a todo cubano que arribara a suelo estadounidense.

En relación a los tres polizones de Rápido y Furioso, aunque la administración del demócrata Barack Obama ya estaba en pleno proceso de deshielo con el Gobierno cubano, se beneficieron de tener los «pies secos». Obama terminó por eliminar esa política el 12 de enero del 2017, tres días antes de que asumiera el actual presidente Donald Trump.

Ahora con Trump el futuro de García Duarte no es tan claro, porque la administración actual tiene una política muy dura de exclusión de inmigrantes. La semana pasada los servicios de inmigración dieron al traste con determinadas reglas de la CAA que dificultan el ingreso a Estados Unidos de personas nacidas fuera de Cuba aunque sus padres sean cubanos. Además, Trump ha estado aplicando una política migratoria marcadamente contra los hispanos que no ha excluido a los cubanos.

La petición

Teniendo en cuenta esto, un grupo de cubanos en el sur de Florida ha abierto una petición pública que cuenta ya con más de 25.000 firmas. Solo con 100.000 obtendrá una respuesta de la Casa Blanca, donde se argumenta la necesidad de que el polizón cubano permanezca en Estados Unidos, “después de arriesgar su vida de esa manera, al ser eliminada la ley de pies secos pies mojados por el presidente Barack Obama, será deportado a Cuba. Lo cual puede traer como consecuencias ir a la cárcel y ser juzgado por la dictadura castrista”.

“Por favor le pedimos al gobierno de Estados Unidos y al Presidente Donald Trump que por favor interceda para no deportarlo ya que Yunier tiene mucho miedo y una niña menor de edad que dejó. Si alguien arriesgó su vida de esa manera para llegar a tierras de libertad, es porque está desesperado”, apunta la petición.

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