En 2013 Richardson publicó un artículo The Washington Post donde daba algunos consejos sobre negociaciones y acuerdos, y rememoraba el fiasco de La Habana. 

“Aprendí esta lección de la peor manera —escribió— en 2011, cuando las autoridades cubanas inicialmente rehusaron liberar y entregarme al trabajador de la USAID Alan Gross, y fui ante las cámaras e insistí en que me estaba yendo de Cuba sin él”. (…) “Mi queja pública hizo que los cubanos estuvieran menos dispuestos a negociar; estaban claramente molestos de que había tratado de avergonzarlos. Gross sigue hoy en una prisión cubana”, escribió entonces.

Alan Gross fue liberado finalmente el 17 de diciembre de 2014, en simultáneo con los tres agentes cubanos de la llamada Red Avispa, presos en Estados Unidos.

Murió mientras dormía