Una resolución de la ciudad de Miami insta al Congreso de Estados Unidos para que promulgue una legislación en favor de que las autoridades estatales y los gobiernos locales de ese país puedan prohibir la contratación de intérpretes y artistas “que hacen negocios con o son financiados por Cuba”.
La iniciativa presentada por el alcalde Francis Suárez afirma en sus consideraciones preliminares que “a pesar de los muchos cambios en Cuba, el gobierno cubano no ha mostrado mejoras hacia el respeto de los derechos humanos básicos”.
Y por otra parte sostiene que “bajo el pretexto del intercambio cultural, Cuba permite que los artistas que apoyan predominantemente al régimen cubano y que presuntamente defienden a un régimen que durante décadas ha violado los derechos humanos y apoyado a los terroristas se comprometan en actividades expresivas.”
Esta “iniciativa” llega a pocos días de un concierto de la mítica orquesta Van Van en Estudio 60 de la ciudad de Mami celebrando su 50 aniversario. El espectáculo consiguió un lleno total y el grupo, que se presentó con Mayito Rivera y Pedrito Calvo como invitados especiales, recibió una acogida histórica. Entre los cientos de asistentes, no solo aplaudieron, corearon y bailaron los temas que constituyen clásicos entre cubanos, sino que lanzaron al escenario billetes de dólares, en una demostración de apoyo muy peculiar.
El primer concierto de Van Van en Miami ocurrió en 1999 y constituyó un parteaguas en la forma en que la comunidad de cubanos residentes en esa ciudad se manifestaban frente a los artistas que provenían de la Isla. En esa ocasión, las muestras de rechazo fueron opacadas por la de simpatía y bienvenida que dio el público.
Una crónica de la época en el diario español El País relataba: “Los Van Van han vuelto a Cuba sanos y salvos después de revolucionar Miami con un concierto de salsa muy caliente, que acabó con disturbios en la calle provocados por exiliados anticastristas violentos. La popular orquesta cubana llegó a casa sin un rasguño, pues las pedradas y botellazos que lanzaron los anticastristas al final de su presentación tuvieron como blanco a los asistentes y no a los músicos.”
A partir de ese momento, de forma paulatina, la ciudad estuvo cada vez más dispuesta a recibir a los artistas cubanos.
El concepto de intercambio cultural refiere un fenómeno de doble sentido. No solo se trata de los artistas cubanos residentes en Cuba que actúan o presentan sus obras en Estados Unidos, y obtienen por ello algún beneficio económico, sino también se refiere a los artistas estadounidenses o residentes en Estados Unidos que se presentan cada vez más asiduamente en la isla.
Un documental de Juan Carlos Travieso trata precisamente este tema, dentro de un contexto mayor de relaciones culturales entre dos países, que se vieron muy beneficiado a partir de la decisión bilateral de Cuba y Estados Unidos de normalizar sus relaciones en diciembre de 2014.
Desde los mandatos de Ford y Carter, y a la sazón del relativo deshielo en las relaciones entre los dos países comenzaron estos intercambios culturales. En 1979 tuvo lugar un acontecimiento inédito: el Havana Jam, un concierto en el teatro «Karl Marx», donde actuaron músicos cubanos y estadounidenses: Billy Joel, Stephen Stills, Rita Coolidge, Fania All Stars, junto a Irakere y Aragón.
Esos inicios, sin embargo, se vieron interrumpidos por el deterioro general de las relaciones bilaterales que sobrevino especialmente con la administración Reagan.
La sostenida escalada de tensiones por parte de la administración de Donald Trump hacia Cuba, en la intención de revertir el legado del gobierno de Obama en términos del acercamiento a Cuba, una iniciativa como esta de la ciudad de Miami podría tener oídos receptivos, aunque es muy difícil prever si podrá alcanzar algún resultado legislativo en Washington.