La “lucha” diaria de los cuentapropistas cubanos en una Habana sin cruceros

Trabajadores cubanos por cuenta propia cuentan cómo se han visto afectados sus negocios luego de la prohibición de los cruceros a Cuba y otras medidas que restringen los viajes de estadounidenses a la isla.

Una Habana Vieja desértica, restaurantes vacíos y choferes de autos antiguos muertos del aburrimiento en el Parque Central son algunas de las imágenes que acompañan los testimonios de cuentapropistas cubanos en un video publicado en Facebook.

El profesor cubano-americano Carlos Lazo filmó y publicó el video en sus redes sociales para mostrar el efecto negativo para los cuentapropistas cubanos de las restricciones del gobierno estadounidense sobre los viajes a Cuba.

En un viaje de solo dos días por motivos familiares, Lazo decidió buscar el testimonio de las personas que veía a su paso por la Habana Vieja, fundamentalmente.

“Estuve en lugares donde antes había visitado y estaban llenos de personas y vi muchos de esos lugares turísticos muertos”, comentó Lazo a OnCuba.

“La gente hablaba de cómo desde que se acabaron los cruceros la situación con los cuentapropistas es grave, porque se cerró una entrada que tenían y que no tiene solución a corto plazo”, agregó.

En el video aparecen vendedores de artesanías, taxistas, conductores de autos antiguos, trabajadores de restaurantes por cuenta propia, y todos expresan pesar hacia la situación en la que se encuentran luego de la suspensión de los viajes en cruceros.

“Es un tema muy controversial, porque todo el mundo se pregunta siempre a quién realmente afectan estas medidas, y por eso decidí preguntarles a las propias personas, gente que trabajan en restaurantes, que arriendan taxis”, dijo Lazo.

Uno de los conductores de autos clásicos dijo que podían estar hasta 15 o 16 horas sin hacer absolutamente nada, pero “todavía tenemos que pagar los impuestos y la licencia”.

Mientras que una vendedora de artesanía dijo que no sabía cómo estas medidas podrían afectar al gobierno pero sí sabía como le afectaban su negocio.

Los meses de verano se consideran como la “temporada baja” para el turismo internacional a la isla, que se ha visto drásticamente afectado además por las recientes medidas de la administración Trump.

Recientemente las autoridades cubanas dieron a conocer una previsión de turismo a la isla de 4,3 millones, cifra mucho más baja que la predicción a inicios de año de 5 millones de visitantes.

 

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