La ONU vota (de nuevo) contra el bloqueo

La votación tiene lugar desde 1992 y se ha mostrado enfática desde entonces en su negativa a la política de embargo estadounidense.

Jornada contra el bloqueo. Foto: Otmaro Rodríguez.

El resultado de la votación ha sido enfático en su negativa a la política de embargo estadounidense a Cuba en su vigésimo novena sesión. La Asamblea General de la ONU se ha pronunciado, una vez más, por la necesidad de terminar el bloqueo a Cuba con una abrumadora mayoría de los países que la integran. El resultado de la sesión mostró 184 votos a favor del término del embargo a Cuba, tres abstenciones (Colombia, Ucrania y Brasil) y dos votos en contra: los tradicionales de Estados Unidos e Israel. 

En 28 ocasiones anteriores, Estados Unidos ha recibido idéntica respuesta del cónclave de forma consecutiva, excepto en 2020, cuando por primera vez desde 1992 y ante la pandemia de la COVID-19, Cuba no pudo presentar su proyecto de resolución y lo pospuso para este año.

El bloqueo o embargo estadounidense a Cuba ha sido, desde octubre de 1960, una medida impuesta de manera unilateral por Estados Unidos respondiendo a las nacionalizaciones de compañías y propiedades estadounidenses por parte del Gobierno Revolucionario encabezado por Fidel Castro. La medida se vio reforzada en los años 90 del pasado siglo por dos leyes aprobadas por el Congreso de Washington: la Torricelli (1992) y la Helms Burton (1996), en el contexto de la caída del llamado “socialismo real” en Europa del Este y la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Desde 1992, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) ha sido sede de las votaciones sobre la resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, y los votos a su favor desde entonces han sido contundente mayoría. Así lo demuestra el gráfico a continuación:

La situación sanitaria excepcional provocada por la pandemia de la COVID-19 impidió que la votación ocurriera entre octubre y noviembre de 2020, fecha en que tradicionalmente se pone a consideración de los países miembros de cónclave. De ese modo, la sesión que tiene lugar el día de hoy 23 de junio de 2021 constituye la vigésimo novena votación realizada a favor del término del embargo estadounidense. Fuente del gráfico: Agencia Cubana de Noticias (ACN)

El cerco económico, comercial y financiero se vio recrudecido durante la administración de Donald Trump, con medidas punitivas adicionales en un escenario marcado por la pandemia de la COVID-19 y la crisis con el turismo internacional; siendo este último la fuente de ingreso fundamental de la Cuba postsoviética. Durante su mandato, el republicano implementó medidas que, entre otras cosas, cortaron de cuajo los viajes de cruceros autorizados por la administración Obama y eliminaron el envío de remesas desde Estados Unidos al golpear a las entidades tramitadoras, con la subsiguiente afectación a los cubanos que mandan sus óbolos y a sus familiares en la Isla, e intensificó la persecución a las entidades financieras que trabajan con Cuba.

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El recrudecimiento del bloqueo también produjo una movida sin precedentes: la activación del Título III de la Ley Helms Burton, que permite a ciudadanos estadounidenses demandar a empresas que “lucren” con propiedades nacionalizadas en Cuba. En resumen, validó la extraterritorialidad, uno de los flancos más onerosos ante la comunidad internacional.

Hoy, con una nueva administración en el poder, la política de embargo a Cuba permanece intacta en medio de una revisión que desdice lo anunciado por el binomio demócrata Biden-Harris durante la campaña electoral de 2020 y responde, sobre todo, a divisiones internas entre los formuladores de la política, de manera que el embargo/bloqueo continúa intacto. A pesar de sus repetidos fracasos, persiste de hecho la idea de que funcionará la política de presión o de “apretar la tuerca”, aunque sus efectos recaigan no solo, ni principalmente sobre el gobierno cubano, sino en especial sobre la población y en específico sobre los nuevos emprendedores, indisolublemente ligados al futuro de la nación.

Se llame embargo o bloqueo, el estadounidense contra Cuba ha sido el más prolongado de la historia contemporánea. Son medidas coercitivas unilaterales. Y deben cesar.

 

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