Los concejales de Miami-Dade votan en contra de la reunificación familiar para cubanos

La votación tiene un valor meramente simbólico pero refleja que en el sur de Florida republicanos y demócratas parecen apoyar la política anti inmigrante de la administración Trump..

Vista de la Comisión de Miami-Dade. Foto: Miami-dade.gov

Los comisionados del condado Miami-Dade volvieron a meterse en la política exterior de Estados Unidos, un exclusivo federal, pero esta vez en contra de las aspiraciones de muchos de sus vecinos, al rechazar una propuesta de instar a Washington a restaurar el programa de reunificación familiar para los cubanos.

En una votación bastante inusual, demócratas y republicanos coincidieron en votar en contra de una propuesta presentada por la congresista federal demócrata Debbie Murcasel-Powell, presentada a través de la comisionada Daniella Levine Cava. Los demócratas tienen una ligera mayoría en la comisión pero todos sus comisionados no son de origen cubano. Cuando comenzaron a ver el rechazo de los republicanos, sorprendentemente hasta la misma Levine Cava terminó por retirar la propuesta.

“Se trata de un asunto que tiene que ver con la importancia de la familia, con la necesidad de reunificar las familias que han buscado refugio después de escapar al régimen comunista cubano”, argumentó la comisionada.

Pero el republicano Esteban Bovo, un fuerte seguidor del presidente Donald Trump, argumentó que una petición de esa naturaleza representaba “una bofetada” a la política de Washington y debía ser rechazada.

Los 13 comisionados se enfrascaron en una rápida discusión que terminó conduciendo a nada pero dejó claro que todavía piensan que tienen algo que decir en términos de política exterior. En julio pasado la comisión aprobó, también por unanimidad, que el gobierno federal impusiera sanciones contra Cupet, la petrolera cubana, por importar crudo de Venezuela aunque no tenga negocios en el sur de Florida; en mayo, respaldó un paquete de medidas del mandatario Trump contra Cuba, como la aplicación de la totalidad de la Ley Helms-Burton y al inicio del 2018 pidió a las Naciones Unidas que declare todas las elecciones en la isla como “ilegítimas” por no ser pluripartidistas. Ayer, al justificar su voto en contra, la vicepresidente de la comisión, Rebeca Sosa, garantizó que “nunca he usado el dolor de la familia cubana para hacer política”.

El proyecto de resolución presentado por Levine Cava es el mismo que Murcasel-Powell lanzó al ruedo y fue secundado por su colega demócrata Donna Shalala en la Cámara de Representantes, y que no ha sido agendado aún. La propuesta pretende reactivar un programa de reunificación familiar creado durante la administración republicana de George W. Bush que autorizaba el ingreso “bajo palabra” a Estados Unidos de cubanos con familiares que residen en el país pero que ha sido suspendido por la administración Trump, con el argumento de que tuvo que reducir el personal diplomático en la embajada en La Habana.

El voto de la comisión provocó alguna consternación en la comunidad cubana en el sur de Florida. En medios políticos el gesto es visto como un apoyo por parte de los comisionados a la política antiinmigratoria de Trump y absolutamente innecesario porque este tipo de votaciones son meramente simbólicas, comentó confidencialmente un ex empleado federal de origen cubano.

“Es una vergüenza. Calladitos estaban mejor. Lo peor son los cubanos que votaron contra de su propia gente”, comentó Matias Guarané, un cubano-americano oriundo de Santa Clara, mientras disfrutaba de un jugo de mango en el popular Palacio de los Jugos en la Pequeña Habana. “Estos políticos piensan que el pueblo no se fija en estas cosas, pero se fija. Vamos a ver en las elecciones qué pasará”.

Horas después de la derrota, Levine Cava colgó en su cuenta Twitter un comentario que obvio: “Es evidente que era algo que no triunfaría, si se tiene en cuenta que nadie lo apoyó. Es una pena que no podamos enfocarnos en las necesidades de las familias, distraídos como estamos por la actual política que no hace sino dividirnos”.

Este jueves OnCuba envió un correo electrónico a todos los comisionados instando a que comentaran su voto. Ninguno ha contestado.

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