Los cubanoamericanos: más conservadores en su visión sobre Cuba, concluye encuesta

El sondeo de la Universidad Internacional de Florida indica que el presidente Donald Trump tiene el consenso de todos los sectores cubanos en el sur de Florida, incluyendo a las últimas generaciones que han llegado.

Foto: Cuban Research Insitute (CRI).

En dos años los cubanos que viven en el condado Miami-Dade han dado un giro a la derecha, especialmente los jóvenes. Pese a reclamar la conservación de los nexos básicos con la Isla, sobre todo los familiares, se han adherido a muchos postulados de los republicanos. En general, la última encuesta de la Universidad Internacional de Florida (FIU) indica que el apoyo republicano ha aumentado y que en estas elecciones los cubanoamericanos van a votar mayoritariamente por Donald Trump.

Los cubano-americanos en Miami divididos en sus puntos de vista hacia Cuba

Donald Trump

De acuerdo con la encuesta, el 68% de los cubanoamericanos aprueba la política de Donald Trump hacia Cuba, algo que se extiende por todo el espectro de la comunidad —edades y fecha de llegada—, pero no con una unanimidad bipartidista, toda vez que cuenta con la oposición de quienes se definen como demócratas.

“Los cubanos no son muy diferentes a la gente en Ohio, estos cubanos son parte de la narrativa del país. Los republicanos han vuelto a ganar fuerza porque lo que Trump ha hecho les dio un nuevo aire. Ahora, la gran sorpresa es que aumentaron los republicanos, pero no es sorpresa que los cubanos sigan votando por los republicanos”, explicó el profesor Guillermo Grenier, uno de los autores de la encuesta que tiene ya casi veinte años de iniciada.

Esta es la segunda encuesta de FIU desde que Trump llegó a la Casa Blanca. La primera, en el año 2018, indicó que la tendencia marchaba hacia el endurecimiento del aislacionismo y así ha continuado. Se ha endurecido más en esta ocasión, con el agravante de que se integran a las posiciones por las que aboga la actual administración.

El embargo

El embargo sigue siendo el gran separador, pero este año el porcentaje de apoyo es de 60% versus 40%: hace dos años era de 48% a favor. Entre los que llegaron a Estados Unidos antes de 1995, el apoyo alcanza el 68%. Después de esa fecha baja a 54%.

En este aspecto, solo los cubanoamericanos nacidos fuera de la Isla llegan a abogar por el fin del embargo (50%), pero la otra mitad sostiene la necesidad de mantenerlo. En términos de partidos políticos, por abrumadora mayoría los demócratas (71%) se oponen a continuar el embargo. Todo lo demás está en zona roja. El embargo debe continuar.

Pero una mayoría de casi 75% aprueba la venta de alimentos a Cuba (62%) y medicinas (71%). Según los autores del sondeo, ello se debe a una actitud humanitaria y a que la alimentación y el abastecimiento de medicinas están atravesando una dura crisis en la Isla. “La prioridad siempre es la familia, y los cubanoamericanos todavía tienen como prioridad ayudarlos”, explicó Grenier en la presentación.

La gran conclusión es que la política de Trump hacia Cuba ha calado entre los cubanoamericanos. Desde la última encuesta las relaciones entre ambos no han seguido el camino del compromiso.

Como dice el director del Centro de Investigaciones Cubanas, Jorge Duany, la comunidad todavía apoya políticas de participación que considera como el “palo y la zanahoria”, donde el protagonista es el “palo”. Y es algo unánime dentro de todas las generaciones.

Lo jóvenes ante la realidad actual

Por ejemplo, “los jóvenes de entre 18 y los 39 años apoyan una política que favorezca el bienestar de la población, pero también, como en otras encuestas, se pronuncian por mantener una postura doble de apretar las tuercas y aflojar. El 51% de los jóvenes apoyan la interrupción de los cruceros, el 73% cree que las políticas hacia Cuba deben ejercer la máxima presión para conducir a un cambio de régimen”, afirma Duany.

Como dice el experto, “una cosa que ha sucedido es que pensábamos que la vieja generación iba a desaparecer y sería sustituida por otra menos conservadora, pero no ha sido así”.

El regreso al pasado

Esta vez los hallazgos sugieren que hay un retorno a las opiniones tradicionales de línea dura en las relaciones Estados Unidos/Cuba. Si bien las políticas de participación política y social todavía cuentan con defensores, el apoyo a la manipulación del “palo” del embargo y el aislamiento de Cuba de la economía estadounidense ha aumentado entre los cubanoamericanos a medida que la segunda y la tercera generación están impulsando la esperanza de participación, mientras que los residentes más establecidos insisten en una postura más dura.

El regreso a puntos de vista de la línea dura podría estar impulsado por la lentitud del cambio en la Isla, tanto después de la visita de Obama (2016) como de la llegada a la presidencia de Miguel Díaz-Canel, hace dos años. O por la narrativa hostil que actualmente rodea a las relaciones entre Estados Unidos/Cuba dentro de Estados Unidos.

Cualquiera sea la razón, la demografía de la comunidad cubanoamericana en el sur de Florida continúa cambiando mientras muchas de sus actitudes dirigidas a las relaciones interestatales siguen en conflicto, explicó Grenier al presentar la encuesta en una video-conferencia.

Volcarse hacia los suyos en Cuba

Hay, sin embargo, cosas que cambiaron en la última encuesta y otras que se mantuvieron. Una  consiste en la tendencia a favorecer el bienestar económico del pueblo cubano. Todos los sectores —edades, partidos políticos, independientes y los no nacidos en Cuba, un promedio de casi 75%—, aprueban medidas en ese sentido.

Esto implica mantener las relaciones diplomáticas (55%), que la embajada de Estados Unidos en La Habana vuelva a emitir visas para viajar (56%) —algo a lo que se opone el 50% de quienes emigraron antes de 1995—, restablecer los vuelos a todos los aeropuertos en Cuba y revocar la suspensión del programa de reunificación familiar, cuestión que no apoyan los emigrados mayores de 76 años y los republicanos. En mayor o menor medida, con eso están de acuerdo los demás grupos porque todavía tienen familiares en Cuba.

La cuestión de las remesas sigue siendo polémica. El 53% se opone, menos entre los individuos de entre 40 y 59 años de edad (55%), los que emigraron después de 1995 (66%) y los que no son ciudadanos porque llegaron más recientemente y siguen siendo el pilar financiero de las familias que dejaron atrás (67%).

Un detalle interesante es que exceptuando el 51% de los jóvenes de 18 a 39 años, que aprueba la reactivación de la política de “pies secos/pies mojados”, todos los demás (por edades, año de llegada y partidos) se oponen a esa política, creada por Bill Clinton y revocada por Barack Obama. El 52% todavía sigue oponiéndose a que los estadounidenses de origen cubano puedan viajar libremente a Cuba.

Otro aspecto interesante es que entre todos los grandes tópicos —economía, salud, raza, inmigración, política hacia China, y la situación política cubana—, esta última es la que despierta menos interés de todas.

“Ya la encuesta anterior había demostrado que el tema de Cuba no era el número uno dentro de los cubanoamericanos. Tiene sentido porque es una comunidad que lleva sesenta años acá y se ha movido hacia los problemas nacionales, mucho más interesantes ahora, como las próximas elecciones presidenciales”, explicó a OnCuba el profesor Duany.

 

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