Nueva York es por estos días un hervidero de opiniones sobre Cuba. Con el inicio este viernes de la edición 50 del Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) y la participación de más de 260 cubanos de la Isla y la diáspora, la ciudad estadounidense conecta experiencias y apreciaciones de amplia diversidad, expresión también de los muchos criterios sobre la realidad del archipiélago que existen entre quienes la piensan.
Un día antes, más de 30 expertos en temas de economía, sociedad, política y diplomacia ofrecieron también sus apreciaciones sobre los desafíos de Cuba en este momento de transformaciones. Convocados por el proyecto Cuba Posible y las organizaciones estadounidenses Open Society y WOLA, reconocidos académicos y representantes diplomáticos en la Isla compartieron sus experiencias.
“La última década y los próximos diez años definirán el futuro de la República, del desarrollo económico, cultural y social del país, de la soberanía nacional y ciudadana, y del orgullo de ser cubano”, aseguró en las palabras de apertura el director de Cuba Posible, Roberto Veiga. “Es posible esta afirmación porque la generalidad de los cubanos disfrutan y, a su vez, sufren del drama de una inflexión personal y social, que aún no consigue su debida expresión en el entramado institucional y jurídico del país”.
“(…) Lo anterior demanda un diálogo intenso, sereno y responsable, porque invariablemente conviven diversos modos, tal vez legítimos casi todos, de concebir hacia dónde marchar y cómo hacerlo; y por ende también reclama la necesidad de encontrar acuerdos a favor de una síntesis donde todos podamos identificarnos”, afirmó.
Las relaciones de la Isla con Estados Unidos, la permanencia del bloqueo y de ciertos mecanismos de subversión (que persisten debilitados y sin legitimidad alguna, pero que afectan sensiblemente la confianza de determinados sectores dentro del país) además de las dimensiones y calidades del cambio social en Cuba, la integración del archipiélago al contexto mundial y las nuevas relaciones sociales que se establecen; ocuparon todo el día de intervenciones.
El reconocimiento de la profundidad en las políticas sociales implementadas después de 1959, pero también de su necesidad de actualizarlas y renovarlas en el contexto de la reforma económica, estuvo presente en el debate.
El académico cubano residente en los Estados Unidos Carmelo Mesa Lago insistió en la necesidad de una estrategia de desarrollo con equidad social y una base económica fuerte. Para el investigador, la inversión del gobierno cubano en políticas sociales igualitarias se torna insostenible y deteriora la calidad de conquistas como la educación y la salud públicas.
Los intercambios abordaron también políticas públicas, racismo, desigualdad, participación, democracia, sistema de derecho, protección, diálogo, papel del empleo y el empleo decente, protección a jubilados, envejecimiento poblacional y estrategias económicas, diálogo social, además del rol del Derecho en la transformación de la sociedad.
“Queremos propiciar un mayor entendimiento entre cubanos de la Isla y entre cubanos de la Isla y de la emigración, así como una mayor comprensión del proceso de transformación social actual en Cuba por parte de estadounidenses”, aseguró sobre el propósito de este evento el subdirector de Cuba Posible, Lenier González.
“Buscamos además un mayor entendimiento acerca de cómo podrían participar en este sendero de cambios América Latina y Europa y una mayor comprensión sobre la urgencia del desmontaje absoluto del bloqueo / embargo y de todo mecanismo de confrontación que pueda subsistir, como premisa indispensable para el desarrollo del modelo social cubano, en un marco de defensa de la soberanía nacional”.
