Marco Rubio abre una cuenta en Twitter para «conversar» con los cubanos

Por su parte, el congresista Díaz-Balart pide el regreso de la isla al listado de países patrocinadores del terrorismo.

Foto: Zach Gibson/AP.

Dos legisladores federales republicanos y cubano-americanos han estado activos durante esta semana presionando para la intensificación de política de línea dura de la administración de Donald Trump.

El senador Marco Rubio ha anunciado en su cuenta de Twitter la apertura de otra cuenta exclusivamente dedicada apenas a «conversar» con los cubanos de la isla sobre sus preocupaciones, situación y ambiciones futuras. Mientras, el congresista Mario Díaz-Balart ha vuelto a insistir en una carta al Departamento de Estado para que Cuba vuelva a ser incluida por el gobierno de Estados Unidos en el listado de países que amparan el terrorismo.

En un mensaje a sus presuntos seguidores en la isla, Rubio justifica la existencia de la nueva cuenta, @MarcoRubioCuba1, con el argumento de que “mi único anhelo es ayudar al pueblo de #Cuba lograr una democracia real, para que las decisiones se puedan tomar a través de líderes elegidos por ellos”. Porque, “al final del día le corresponde al pueblo de Cuba, no a mí o al gobierno (de Estados Unidos), DECIDIR qué tipo de sistema económico desean”.

 

Por ello, “bienvenidos a este portal en español, donde espero poder conectarme directamente con el pueblo de #Cuba”, bajo la etiqueta #RubioLeHablaACuba.

Y agregó que ese intercambio impulsará sus esfuerzos en el senado para que los cubanos logren una verdadera democracia, en donde puedan elegir a sus líderes y pacíficamente.

El senador Rubio ha sido muy activo en las redes sociales, principalmente en Twitter, por imitar un hábito del presidente Trump que acostumbra a dictar política, destituir a sus funcionarios o atacar a la prensa a través de esa plataforma. El senador también ha aprovechado Twitter para atacar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y lo que algunos analista describen como marcar pautas en las relaciones de Estados Unidos con Venezuela, teniendo en cuenta que Rubio es un influyente miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

“El senador usa mucho el Twitter para marcar pautas políticas y establecer posturas. Hay cosas que escribe que parecen órdenes a la oposición venezolana por parte de Washington. Pero al parecer no han sido muy efectivas porqué últimamente lo veo más comedido, más suave y escribiendo menos de lo habitual. Tal pareciera que su barco no va por buen rumbo”, comentó a OnCuba, el analista mexicano Jorge Ríos, de paso por Miami.

¿Ha mermado la influencia de Rubio?

Aunque Rubio le disputó a Trump la presidencia de Estados Unidos, la victoria de éste lo ha transformado en una especie de asesor para Cuba y Venezuela. Aunque, apunta Ríos, “lo veo de capa caída en la Casa Blanca porque tengo la sensación de que Trump se ha cansado del asunto de Venezuela porque no termina de resolverse el problema”.

Un indicio de ello son las declaraciones del secretario de Estado, Mike Pompeo, quien a inicios del mes pasado reveló la frustración de la diplomacia estadounidense al momento de lidiar con la oposición venezolana.

«Nuestro dilema, que es mantener a la oposición unida, ha resultado ser tremendamente difícil. En el momento en que Maduro se vaya, todos levantarán sus manos y [dirán], ‘escójanme, soy el próximo presidente de Venezuela’. Tendríamos más de cuarenta personas que creen que son los legítimos herederos de Maduro”, dijo Pompeo en una reunión a puertas cerradas en Nueva York.

De hecho hasta la Unión Europea se ha deslindando de Washington porque considera que Estados Unidos no ha tenido éxito en sus esfuerzos por desbancar a Maduro. Pompeo no logrado convencer a los europeos a seguir manteniéndose a su lado, principalmente por estos tener la percepción de que, aparentemente, Trump se ha desinteresado el asunto.

En este contexto la nueva cuenta Twitter de Rubio podría ser un intento de buscar datos para recuperar un poco su influencia en la Casa Blanca.

¿El regreso de Cuba al listado del terrorismo?

Por su lado, el congresista Mario Díaz-Balart, junto a su colega también de Florida, Francis Rooney, ha pedido a la Casa Blanca que vuelva a ingresar a Cuba en el listado de países que apoyan el terrorismo.

Cuba ingresó al listado emitido anualmente por el Departamento de Estado en marzo del 1982, durante la administración del entonces presidente Ronald Reagan. Pero fue sacada en mayo del 2015, tras el inicio del deshielo con Estados Unidos, durante la administración de Barack Obama.

En una carta enviada a Trump, Diaz-Balart reconoce que la administración ha mantenido una política dura hacia La Habana. Sin embargo, “se mantiene un gran error de la administración anterior que debe ser rectificado: el regreso de Cuba al listado de países que apoyan el terrorismo”.

Las razones: “El régimen cubano ha contrabandeado armas a Corea del Norte, le da refugio a fugitivos incluidos en el listados del FBI de los ‘terroristas más buscados y sembró a miles de agentes operacionales en Venezuela”.

“Espero trabajar con la administración  Trump para continuar con su encomiable política de presionar a las dictaduras opresivas y antiamericanas. Clasificar a Cuba como un estado terrorista es un próximo paso importante en esa sólida política”, enfatiza el congresista republicano.

A su vez, Rooney recordó como hace cuatro años, “el presidente Obama eliminó a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo”, sin embargo, “pese a esta decisión, Cuba ha continuado apoyando organizaciones terroristas conocidas y dictadores corruptos como el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y ha continuado albergando a terroristas conocidos buscados por las fuerzas de seguridad estadounidenses. En consecuencia, apoyo la firme postura de la Administración hacia nuestro vecino isleño comunista e insto al secretario Pompeo y al Presidente Trump vuelvan a considerar regresar nuevamente a Cuba como un patrocinante gubernamental del terrorismo”.

En enero pasado, en una entrevista con Efe, el director de asuntos del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mauricio Claver-Carone, aseguró que «Cuba parece estar dispuesta y obsesionada por escribirse su propio guión para que se le reintegre a esa lista».

«Estamos revisando (la posibilidad de incluir a Cuba en la lista) no solamente por sus acciones en Venezuela, (sino también) por su apoyo a grupos terroristas como el ELN, y por los ataques a nuestros diplomáticos y a los diplomáticos canadienses» en la isla, afirmó el funcionario.

La política estadounidense justifica la existencia del listado como una forma de “restringir la ayuda exterior de Estados Unidos, prohibir las ventas de productos militares y la implementación de restricciones financieras” y, además, “esta designación implica otras sanciones contra personas y países que mantienen en una relación comercial con otros estados que apoyen el terrorismo”.

En el caso cubano muchas de estas sanciones ya se encuentran en vigencia ya sea por la existencia del embargo o de la Ley Helms-Burton.

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