Multa millonaria para General Electric por violar sanciones a Cuba

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) llegó a un acuerdo extrajudicial con General Electric, quien deberá abonar un total de 2 718 581 dólares .

Departamento del Tesoro estadounidense. Foto: Marita Përez Díaz.

La compañía estadounidense General Electric (GE) deberá pagar una multa millonaria al Departamento del Tesoro por violar el Reglamento de Control de Activos de Cuba.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) llegó a un acuerdo extrajudicial con General Electric, quien deberá abonar un total de 2 718 581 dólares para liquidar su responsabilidad civil por aceptar el pago de una compañía canadiense de refinería de cobalto (Cobalt).

“Específicamente, entre diciembre de 2010 y febrero de 2014, filiales de GE en Boston y Nevada aceptaron pagos en al menos 289 ocasiones por bienes y servicios proporcionados a un cliente canadiense de GE”, explica un comunicado de la OFAC.

Desde junio de 1995, Cobalt había sido identificado como un “nacional especialmente designado” (SDN) de Cuba y apareció en la Lista de nacionales y personas bloqueadas de la OFAC (la “Lista SDN”).

“La información disponible públicamente también demostró que el antiguo cliente canadiense de GE es una corporación con fuertes lazos económicos históricos y actuales con la industria minera cubana a través de sus asociaciones comerciales y empresas conjuntas con el gobierno cubano”, publicó la OFAC.

Cobalt es una de las tres entidades propiedad de una empresa conjunta pública entre el cliente canadiense de GE y el gobierno cubano. Desde al menos 1996 hasta que las compañías de GE terminaron su relación con su cliente canadiense, las compañías de GE mantuvieron, y renovaron en al menos 18 ocasiones, esta relación con el cliente “a pesar del evidente riesgo de sanciones que representa la relación”, explicó el comunicado.

Las empresas de GE aprobaron a Cobalt como un pagador “tercero” y, según denuncia la OFAC, durante un período de cuatro años no reconocieron adecuadamente la relación significativa y ampliamente publicada entre Cobalt y su cliente canadiense y no emprendieron la diligencia suficiente en las actividades de sus clientes.

A pesar de que General Electric usa un software de detección de sanciones contra sus clientes y socios, el sistema falló en identificar el nombre completo de la compañía canadiense en los cheques emitidos y solo detectó un acrónimo usado por Cobalt, “Corefco”.

En total, las compañías de GE recibieron 289 cheques directamente de Cobalt desde el 9 de diciembre de 2010 hasta el 28 de febrero de 2014, por un total de aproximadamente  8.018,615 de dólares.

En casos como este, la penalidad civil máxima que podría aplicarse es de más de 18 millones de dólares, pero la OFAC determinó que varios hechos fueron atenuantes y lo calificó como un caso “no grave”.

La General Electric divulgó voluntariamente las presuntas violaciones y no contaba con sanciones en al menos los cinco años anteriores a la violación, por lo que fue tomado en consideración por la OFAC.

Aunque también consideró algunos agravantes por los que el pago de la multa se lleva a cabo.

“Dada la sofisticación comercial de General Electric, no identificó que (i) durante al menos cuatro años recibía pagos de un SDN de Cuba que estaba en la lista SDN desde 1995, y (ii) estaba proporcionando bienes y servicios a un cliente que proporciona un beneficio directo e indirecto a una instalación propiedad y operada por esa compañía cubana designada“, publicó la OFAC.

En el final de su comunicado, la OFAC recordó los riesgos de sanciones para empresas estadounidenses y sus filiales extranjeras si “aceptan pagos de terceros” y “realizan transacciones en moneda extranjera o en una institución financiera extranjera”. Otros riesgos implican tener empresas conjuntas, afiliados, subsidiarias, la ubicación geográfica de los clientes, proveedores o los productos y servicios que se ofrecen.

En 2018, Panasonic, la empresa japonesa que suple exclusivamente las baterías a la estadounidense Tesla, suspendió sus relaciones con una compañía canadiense que surtía el cobalto para la creación de baterías, por sospechar que el material provenía de las minas de Cuba.

Según un artículo de Reuters, las baterías de los carros producidos por Tesla podrían contener el cobalto cubano, por lo que Panasonic suspendió sus negocios con la compañía canadiense Sherritt International Corp.

En la página web de Sherritt se lee que “el negocio de energía cubana de Sherritt opera a través de un tercio de interés en Energas S.A. Los dos tercios restantes son propiedad de dos agencias cubanas: Unión Cubapetróleo (CUPET) y Unión Eléctrica (UNE).”

Cuba se considera entre los tres principales productores de cobalto del mundo, detrás de República del Congo y Rusia, con un aproximado de 4900 millones de toneladas producidos en 2018.

Más temprano este año otras sanciones de la OFAC incluyeron grupos hoteleros como Expedia y agencias de viaje como Cubasphere.

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