Para los acólitos de Donald Trump en Miami, Carlos Alberto Montaner se ha vendido al comunismo

El escritor ha dicho públicamente que el candidato presidencial demócrata ha actuado "muy bien" al escoger a la senadora Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia.

Carlos Alberto Montaner. | (Archivo)

Las expresiones políticas en el sur de Florida siempre han sido controversiales y pintorescas desde que Fidel Castro bajó de la Sierra Maestra y Miami se llenó de adversarios suyos con el apoyo de Estados Unidos. Pero nunca tan alocadas como ahora con Donald Trump.

Durante las primeras décadas algunos exiliados abogaron por la violencia, una facción menor intentó establecer algún tipo de contactos y diálogo con los cubanos de la Isla mientras una cifra importante, más vocal, participaba “en la lucha” expresándose en movimientos políticos y en un intercambio de opiniones que se reducía a los programas de radio. Pero fue algo sin grandes organizaciones. Las viejas corrientes políticas prerrevolucionarias nunca lograron estructurarse mucho. Fue y sigue siendo un escenario más para cultivar egos, en el que imperó la división, que sigue  hoy. Pero en medio de todo, un hombre intentó darle sentido al exilio cubano, dotarlo de una cierta unidad ideológica más allá del rechazo al ya fallecido líder cubano.

Se trata del escritor y periodista Carlos Alberto Montaner (CAM), quien logró fugarse de Cuba al inicio de la Revolución de 1959 y establecerse en España, pero con desplazamientos frecuentes a Estados Unidos. Nunca fue del todo bien recibido en Miami. Al exilio extremista nunca le gustó, quizás porque desde España se definió como liberal, en el sentido europeo de la palabra. Y como en Estados Unidos el concepto tiene otra acepción, es visto más alineado con la izquierda en general y con el Partido Demócrata en particular. El extremismo miamense –que, como se sabe, no suele ser muy ilustrado– y gran parte de los exiliados no tienen un concepto claro de la política más allá de un básico “Cuba sí, Castro no”. Si estás en Miami no puedes pactar con nadie que viva en la Isla, viaje a Cuba o se atreva a criticar a los anticastristas.

Crítico del régimen cubano, anticastrista a carta cabal acusado en La Habana de ser agente de la CIA, CAM también es un pensador y un analista con una amplia red de contactos dentro y fuera de la Isla. Y un gran conocedor de las bambalinas de la política, por lo cual suele hacer análisis que si bien muestran su pensamiento, no por eso son monolíticos.

Desde hace unas semanas, CAM es visto por el extremismo miamense como un compañero de ruta del comunismo porque ha sostenido que el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, es una buena opción e hizo bien en hacerse acompañar por la senadora Kamala Harris. Y que el presidente Donald Trump debe ser apartado por la elecciones de noviembre. Realmente, CAM ha sido más que coherente con su propio pensamiento porque ya en 2016 había rechazado los postulados trumpistas y su elección, Pero La política extremista del sur de Florida vive al día, tiene memoria corta y no se acuerda de ello, o no quiere, y no perdona a quien no comulga con ella.

Foto: El Independiente.

¿Qué dijo CAM que ha agitado a tantas almas en Miami? Muy sencillo. Está en una página chilena llamada El Libero. “Ha hecho muy bien Joe Biden en elegir a Kamala Harris como su VP. Puede tomar las riendas de USA si Biden muere o se incapacita al frente de la Casa Blanca. Al fin y al cabo, si gana las elecciones de noviembre comenzaría su mandato con 78 años. Sería el presidente más viejo que ha llegado a gobernar en el país. Solo es tres años y medio mayor que Donald Trump, pero el presidente tiene un aspecto más juvenil, producto tal vez del bronceado”, escribió Montaner.

En su opinión, “Kamala Harris es, como Biden, una demócrata centrista. Los dos grandes partidos estadounidenses son coaliciones ideológicas. En el Partido Demócrata ser de ‘centro’ quiere decir ser un conservador en materia fiscal, como lo eran Bill Clinton y Al Gore, aunque Biden-Kamala tendrían que negociar con los sectores del partido que se hacen llamar ‘progresistas’. Estos creen en extender el Medicare a toda la población y en pagar total o parcialmente la cuenta de los estudios universitarios bajo el argumento de que no se trata de un ‘gasto’, sino de una ‘inversión’ en el futuro de la nación. Más o menos como ocurre en Europa”.

El autor ahora tan vilipendiado intenta educar a sus detractores que defienden a capa y espada al presidente Trump desde una visión política reduccionista. Nada que ver con lo que llaman “socialismo”. Sí, porque para ellos los demócratas son “comunistas” y quieren “destruir a América”.

Dice CAM que “naturalmente, tanto los demócratas de centro como los progresistas tienden a estar de acuerdo en estos cinco grandes temas:

Argumentos todos que constituyen una herejía para los defensores de la postulación de Donald Trump y Mike Pence.

CAM puntualiza: “en Estados Unidos jamás he escuchado a nadie con peso político real defender las supersticiones marxistas, y mucho menos proponer una dictadura para solucionar los problemas que inevitablemente existen. La fortaleza de la democracia norteamericana radica en que ni republicanos ni demócratas, donde se inscribe el 95% de los electores, tienen como objetivo destruir el sistema que les ha permitido convertirse en la gran potencia que ha sido a lo largo de los siglos XX y XXI. Tal vez esa es la gran diferencia política con Europa. En USA no hay Podemos (el partido de izquierda radical que ejerce la vicepresidencia del gobierno)”.

Y en otro texto, escrito después de la recién Convención Republicana, precisó: “El tema de la campaña republicana es el supuesto socialismo de los demócratas. Ese argumento me ha mordido antes. No me lo creo. Ni Joe Biden ni Kamala Harris tienen nada que ver con la visión comunista de la sociedad. Alegar que Joe Biden es como Fidel Castro es como decir que Donald Trump es como Vladimir Putin. Una manifiesta exageración. (Supongo que Trump no es capaz de envenenar a los opositores)”.

Gran parte de los ataques y críticas a CAM provienen de oyentes que llaman a las emisoras de radio. “Ese señor nunca me engañó, siempre fue un comunista”, dice alguien que se define como un “combatiente vertical”. Otro hizo hincapié en que el agraviado es un “peón” del gobierno socialista español y un “liberal de la peor calaña”.

También ha habido críticas en Facebook y en algunas páginas noticiosas. Una de ellas, editada en Miami, recuerda que “el voto cubano influye mayormente sobre la Florida, estado ‘bisagra’ que es uno de los que más define las elecciones de Estados Unidos, donde se gana no por mayoría sino por representatividad. Por ello despierta inquietudes el respaldo de Carlos Alberto Montaner (referente del exilio cubano) al candidato demócrata Joe Biden”.

Foto: ALnavio.

El texto incluye declaraciones del opositor Antonio Rodiles, quien vive en la isla y afirma: “hoy se discute en Estados Unidos no solo el futuro de esa nación, sino el rumbo a nivel global. Los demócratas están pujando por una preponderancia de las ideologías de identidad de grupos por encima de la libertad individual como estructura básica o building block  de la sociedad. Es muy lamentable que Montaner no comprenda el daño que provocaría el triunfo de esas ideologías y su impacto a nivel global”. Además, dice, “envía un mensaje confuso y da aliento al régimen que reactiva sus esperanzas de regresar a una política permisiva y de tolerancia ante los abusos y violaciones”.

Pero no todo es así. En Miami Roberto Céspedes, un respetado productor radiotelevisivo, tiene una visión mucho más benigna. En un comentario escrito para Cibercuba, recuerda la larga trayectoria anticastrista de CAM y asume su defensa ante la manera como se le juzga en Cuba. Para después hacer una descripción de lo que está sucediendo: según algunos, casi al final de su vida CAM tiene instintos comunistas. Apunta que el pecado consistió en que que el escritor se atrevió a señalar al aprendiz de “autócrata” Donald Trump como un peligro para la democracia.

“El Comité Central de las redes trumperas lanzó a sus huestes al ataque y mucho ignorante, advenedizo, iletrado y posiblemente colaboracionista sintió el llamado a la acción contra Montaner con más vehemencia de la que jamás demostró contra los hermanos Castro allá en la isla. Parecería algo delirante, pero en el fondo no lo es. La turba reusable suele ser la misma en La Habana y en Miami; los personajes se reciclan y los propósitos muchas veces se comparten o se aprovechan. El culto al odio se nutre del mismo elemento”, dice el productor.

Lo sucedido con CAM muestra que Trump ha logrado dividir a la comunidad cubana en Estados Unidos con más alevosía que el gobierno cubano. En algo están los dos de acuerdo: en que el presidente Barack Obama extinguió la resolución administrativa “pies secos-pies mojados” y que para ser reelecto es válido dejar a los ignorantes mancillar el carácter de alguien que siempre ha sido el mismo, aunque no se esté de acuerdo con sus postulados. 

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