Políticas restrictivas de Estados Unidos sobre las remesas cubanas: efectos sobre las familias y el emergente sector privado

Las restricciones estadounidenses a las remesas perjudican a las familias cubanas y al emergente sector privado e impulsan el mercado informal.

Personas conectadas a internet en la entrada de un punto de venta. Foto: Otmaro Rodríguez

La principal agencia de remesas de Estados Unidos en Cuba, Western Union, cerró sus operaciones el 26 de noviembre de 2020 luego de entrar en vigor las nuevas restricciones del gobierno de Estados Unidos. Estas nuevas restricciones tienen, al menos, tres efectos importantes.

En primer lugar, dañan las estrategias de sobrevivencia de familias cubanas, que ya experimentan los efectos de la actual crisis económica. En segundo lugar, perjudican al sector privado emergente. En tercero, promueven un cambio en la transmisión de remesas de los canales formales hacia los informales, lo cual aumenta los precios de los servicios y productos para las familias cubanas y para el sector privado emergente, al mismo tiempo que disminuye la transparencia de los reguladores en ambos países.

Números en contexto: la relevancia de las remesas en Cuba

A lo largo de los años, la diáspora cubana ha desempeñado un papel vital en la economía cubana y en los ingresos familiares, al punto de constituir la segunda fuente de divisas fuertes más importante en la Isla.1 De los más de 2,3 millones de cubanos emigrados a los Estados Unidos,2 unos 700.000 envían remesas a Cuba cada año.3 Western Union transfería anualmente entre 900 y 1.500 millones de dólares estadounidenses.4 Antes del cierre, los cubanos residentes en los Estados Unidos enviaban fondos en aproximadamente 240.000 transacciones mensuales de Western Union, sobre todo a la capital cubana.5 Alrededor de la misma cantidad de fondos se estaba transportando mediante canales informales: amigos, familiares o las llamadas mulas, es decir, personas que llevan dinero en efectivo y mercancías a la Isla cobrándoles tarifas a sus clientes.6

Porcentaje de recibo de remesas formales por provincia:

Fuente: Elaboración de la autora a partir de información proporcionada por CubaTrade (2020).

Sin embargo, los flujos de remesas comenzaron a disminuir el año pasado debido a que el impacto de la pandemia en la economía inmigrante cubana ha venido limitando su capacidad de apoyar a sus seres queridos. De igual manera, las restricciones a los viajes internacionales, vigentes desde abril de 2020, han afectado los ingresos en divisas provenientes del turismo y el flujo de remesas mediante canales informales.7

Estados Unidos implementa restricciones sobre FINCIMEX y Western Union

El 3 de junio de 2020 el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó a FINCIMEX (Financiera CIMEX, SA) en la Lista Restringida de Cuba. FINCIMEX es la agencia cubana, dirigida por militares, que gestiona y administra la recepción y distribución de las remesas. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro tomó esta acción para evitar que los militares captaran las tarifas del proceso de remesas. El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo: «Cuba es el único país del hemisferio donde los militares reciben una parte de las remesas».8 Si bien el principal argumento para evitar que FINCIMEX actúe como socio local de Western Union consiste en limitar el acceso los militares a los fondos de remesas, esta política causa un daño considerablemente mayor a las familias y a los emprendedores privados en la Isla.

El cierre de Western Union agrega otra capa a las políticas restrictivas que la administración Trump impuso a Cuba durante los últimos años. Por ejemplo, en septiembre de 2019 limitó las remesas por persona a 1.000 dólares por trimestre a un familiar cercano que vive en Cuba. En realidad, muchos migrantes cubanos mantienen a más de un miembro de la familia, toda vez que la necesidad económica no afecta únicamente a los miembros individuales, sino también a la familia en su conjunto. Además, en Cuba las familias suelen ser extendidas, por lo que abuelos, tías, tíos, primos y otros parientes viven juntos. El cierre de Western Union sobrevino como un segundo golpe, limitando aún más el alcance del apoyo que los cubanoamericanos pueden ofrecer a sus seres queridos en tiempos difíciles.

El Banco Central de Cuba ha evaluado el interés de Western Union en continuar con los servicios de remesas en Cuba mediante REDSA, entidad no militar encargada de administrar la red de cajeros automáticos cubanos y tarjetas de débito. El Banco Central ha modificado la licencia de REDSA para incluir el manejo y procesamiento de remesas familiares enviadas a Cuba desde el exterior. Esta acción oficial fue publicada en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, Resolución 152 del 16 de noviembre de 2020.9

Esta licencia, que habilita a REDSA para administrar el flujo de remesas, permitiría el regreso de Western Union a Cuba. Un escenario potencial podría ser que los remitentes hagan transferencias electrónicas directamente desde sus cuentas bancarias mediante Western Union para financiar tarjetas de débito cubanas para sus familiares. Las operaciones de REDSA podrían expandir las plataformas digitales diseñadas para la recepción de remesas.10

Análisis económico: “Valdría la pena expandir las remesas digitales en la crisis económica actual”

Impacto del cierre de Western Union en las familias cubanas

Los cubanos que viven en el exterior suelen enviar dinero a sus familiares para cubrir necesidades esenciales como alimentos, ropa, medicinas, gas, electricidad, agua y servicios telefónicos. En este sentido, las remesas desempeñan un papel crucial en la supervivencia de las familias, en particular las que tienen miembros ancianos y enfermos.

En los tiempos actuales, en los que Cuba atraviesa por una grave crisis económica, las remesas contribuyen a las estrategias de sobrevivencia de las familias receptoras. Debido a la actual crisis económica, es difícil para la población obtener alimentos esenciales como leche, café, harina y pollo, a los que se accede después de horas haciendo largas “colas”. Además, los precios de los productos han subido no solo en las tiendas en dólares (donde los artículos se venden exclusivamente en moneda fuerte) sino también en las tiendas de alimentos subsidiadas por el Estado. Las remesas les permiten a las familias cubanas receptoras comprar esos productos cuando están disponibles en el mercado nacional. Con el cierre de Western Union, cientos de miles de familias que solían recibir remesas no pueden comprar los productos necesarios para satisfacer necesidades básicas.

Impacto del cierre de Western Union en el emergente sector privado

El cierre de Western Union también afecta al sector privado emergente. Como han demostrado investigaciones previas, los cubanoamericanos envían dinero para apoyar los negocios de familiares y amigos. El capital de trabajo ofrecido por cubanos residentes en el exterior favorece la compra de suministros en emprendimientos privados, así como el pago de alquileres o la cobertura de otros gastos relacionados con los negocios. En este sentido, alrededor del 50% de quienes viven en el sur de la Florida opinan que los ciudadanos estadounidenses deberían poder invertir en Cuba. De ellos, el 46% dijo en una encuesta que invertiría en sus propios negocios en la Isla si esta opción fuera posible.11 En momentos de crisis económica como la actual, este apoyo económico es aún más importante porque los ingresos del sector privado se han visto afectados por la caída del turismo y por las medidas de seguridad sanitaria relacionadas con la pandemia de la COVID-19.

En una conversación reciente con el propietario de un restaurante muy popular en La Habana, supe que sus clientes tienen menos posibilidades de pagar por el servicio gastronómico. «El cierre de Western Union tiene un impacto sobre mis negocios porque un cubano que no recibe remesas es un cliente que pierdo», explica. El acceso limitado a las remesas significa que los empresarios están perdiendo clientes por servicios y productos, y que algunos negocios no pueden sobrevivir.

Dos autos antiguos pasan frente a una oficina de Western Unión, en La Habana, en su último día de operaciones en Cuba, el 23 de noviembre de 2020. Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.
Dos autos antiguos pasan frente a una oficina de Western Unión, en La Habana, en su último día de operaciones en Cuba, el 23 de noviembre de 2020. Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.

El cierre de Western Union favorece los canales informales para envío de remesas

Hasta hace poco, Western Union representaba el 50% de las transferencias de remesas a Cuba. De acuerdo con estimados, aproximadamente el otro 50% de las transacciones fluía mediante canales informales.12

Según el experto en remesas y migraciones Manuel Orozco, el impacto de las restricciones sobre FINCIMEX y Western Union conducirá probablemente a que se envíen entre 350 y 400 millones de dólares anuales mediante la vía informal.13

Si bien las nuevas restricciones disminuyen las cantidades de remesas que fluyen por canales formales como Western Union, los cubanos que viven en el exterior no olvidan las necesidades de sus familiares. Exploran formas alternativas de hacerles llegar fondos mediante canales no regulados, como mulas y criptomonedas. Sin embargo, encontrar diferentes formas para enviar remesas requiere tiempo y esfuerzo. Asimismo, algunos consideran que los canales informales son demasiado riesgosos para transferir fondos porque no brindan las garantías legales de Western Union, canal bien conocido entre la comunidad cubana y que se encuentra regulado.

Las agencias con sede en Estados Unidos que envían mulas a Cuba han visto la oportunidad de transportar tanto productos esenciales como lujosos que escasean en el mercado local para venderlos a precios elevados . Entre otros medios, utilizan Revolico, un mercado no controlado por el Estado, similar a eBay, que sirve como plataforma online para el comercio electrónico y opera mediante servidores ubicados fuera de la Isla. En Revolico los cubanos venden y compran productos nuevos o usados. Por ejemplo, en noviembre de 2020 una MacBook Air 2015 se ofreció a 650 CUC (pesos cubanos convertibles); solo un mes después este producto costaba 850 CUC, precio sorprendentemente alto para una mercancía de seis años (con obsolescencia programada) en un país donde el salario promedio mensual ha sido de alrededor de 879 CUP (pesos cubanos), equivalentes a 36 dólares.14

El 15 de noviembre de 2020 en Cuba se abrieron los aeropuertos internacionales a vuelos comerciales regulares. Con los aeropuertos en funciones de nuevo, las mulas tuvieron nuevas oportunidades para transportar remesas y otros productos. El número de viajeros cubanos aumentó en diciembre, con 16 nuevos vuelos que llegaban a La Habana a diario. Las cargas de equipaje que generan las mulas afectaron a los viajeros habituales, quienes también pretendían llevar sus importaciones anuales o regalos navideños a sus familias.

Resultó habitual el retraso de maletas durante una semana o más debido al extraordinario aumento de mercancías transportadas como parte del equipaje personal. No obstante, a fines de diciembre 2020 Cuba redujo nuevamente los vuelos internacionales debido al aumento de viajeros que dieron positivo a la COVID-19. De este modo, es probable que mulas ubicadas en los vuelos restantes transporten productos a precios aún más altos.

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Ideas finales

Las políticas restrictivas de los Estados Unidos sobre las remesas cubanas limitan al sector militar pero causan un daño significativamente mayor a las familias y a los empresarios privados, sujetos a los impactos de la pandemia y la crisis económica. Estas políticas también limitan a los cubanoamericanos a la hora de apoyar a sus seres queridos en tiempos difíciles.

Por otro lado, las restricciones benefician a las agencias con sede en los Estados Unidos que envían mulas a Cuba, las que aprovechan para cobrar precios más altos por remesas y productos debido a la escasez y falta de otras alternativas de envíos a la Isla.

Finalmente, el cierre de Western Union está impulsando el apoyo financiero a canales informales que no cuentan con transparencia comercial.

La nueva autorización del Banco Central de Cuba para que REDSA gestione las remesas puede ofrecer algún alivio a los cubanos durante los próximos meses. No obstante, resulta incierto si el gobierno de los Estados Unidos autorizará transacciones entre Western Union y REDSA para el procesamiento de remesas, aunque es un canal a considerar. REDSA es parte del Banco Central y no una firma controlada por la esfera militar.

Referencias:

1  Mesa-Lago, C. & J. Svejnar (2020). The Cuban Economic Crisis. Its Causes and Possible Policies for Transition. Florida International University (FIU).

2 Noe-Bustamante, L., Flores, A. & S. Shah. (2017). Facts on Hispanics of Cuban origin in the United States, 2017. Pew Research Center.

3 McGovern (2020) McGovern, Engel Condemn Trump Administration Restrictions on Remittances to Cuban Families.

4 CubaTrade (2020). Western Union Data for Transfers to Cuba: 2.88 Million Annually.

5 Ibidem.

6 Grenier, G. & Gladwin, H. (2018). Cuba Poll. Steven J. Green School of International and Public Affairs. Florida International University (FIU).

7 Delgado, D. (2020). The Impact of the Covid-19 Crisis on Remittance Flow to Cuba: A Glance at the Use of Digital Platforms.

8 Pompeo, M. (2020) Removing Cuba’s Military from the Remittance Process. United States Department of State.

9 Gaceta Oficial de la República de Cuba, Resolución No. 152/2020

10 Delgado, D. (2020). The Impact of the Covid-19 Crisis on Remittance Flow to Cuba: A Glance at the Use of Digital Platforms.

11 Grenier, G. & Gladwin, H. (2018). Cuba Poll. Steven J. Green School of International and Public Affairs. Florida International University (FIU).

12 CubaTrade (2020). Western Union Data for Transfers to Cuba: 2.88 Million Annually.

13 Delgado, D. (November, 2020) entrevista con Dr. Manuel Orozco, experto en migración internacional y remesas.

14 Figueredo, O., Izquierdo, L., & Carmona, E. (2020). “Cuba en Datos: De bolsillos y billeteras, hablemos del salario.” Cubadebate.

Nota:

* Este artículo fue publicado originalmente en «Horizonte cubano» (HC), espacio de la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia, se reproduce con la autorización expresa de su autora y de HC.

 

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