Puentes de Amor Cuba-USA: La ruta de la esperanza

La historia de un viaje en bicicleta de más de 5 000 kilómetros para llevar un mensaje de paz entre los gobiernos cubano y estadounidense.

Foto: Alain L. Gutiérrez Almeida

El maestro cubano-americano Carlos Lazo, sargento veterano de la guerra de Iraq, culminó la travesía en bicicleta que lo llevó junto a sus hijos y sobrinos hasta la Casa Blanca.

El viaje comenzó el pasado 11 de julio como una expedición en bicicleta con el objetivo de llamar la atención sobre las sanciones económicas contra Cuba, reforzadas por la administración Trump durante su mandato y a pesar de la crisis sanitaria de la COVID-19.

Lazo, acompañado virtualmente por otros cubanoamericanos, estadounidenses y cubanos de todas partes del mundo, salió desde la ciudad de Seattle en la costa del Pacífico y recorrió unas 3000 millas (más de 5000 kilómetros) hasta Washington D.C., donde llevó el mensaje de paz entre Cuba y Estados Unidos, avalado por miles de firmas en una petición de change.org.

Lazo, sus dos hijos y dos sobrinos pedalearon el equivalente a cinco veces la distancia que separa La Habana de Santiago de Cuba. Tomaban turnos de 30 y 40 millas cada uno, a veces más, en una travesía que duró 25 días.

La primera semana del viaje en bicicleta por Estados Unidos del profesor Carlos Lazo estuvo llena de encuentros, hermandad y buena energía.
Lazo, sus sobrinos y sus hijos se reunieron con algunos funcionarios electos de Montana, incluidos el senador Dick Barrett y los representantes Willis Curdy y Shane Morigeau, todos demócratas de Missoula.

 

Durante el recorrido el grupo hizo paradas, entrevistas y conversatorios en escuelas, asociaciones, iglesias, en los estados de Montana, Dakota del Norte y Dakota del Sur, Minnesota, Wisconsin, Illinois, Indiana, Ohio, Pensilvania y en la capital, Washington D.C.

Cuando llegaron a Minnesota se reunieron con cubanos y estadounidenses y con congresistas electos. También fue bendecido por un sacerdote de religión afrocubana para continuar su camino en bicicleta hasta Washignton D.C.

El viaje de costa a costa en los Estados Unidos fue también una oportunidad para hermanarse aún más el padre-tío con sus sobrinos e hijos y trasmitir un mensaje de unión entre las familias cubanas de todo el mundo.

En las afueras de la Casa Blanca, Lazo llevó sus argumentos, en su condición de ciudadano estadounidense, para exigir la normalización de las relaciones entre su país adoptivo y su natal Cuba.

Los puentes de amor no terminan. La Fábrica de Sueños seguirá pedaleando.

Mira toda la serie documental aquí.

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