¿Qué se sabe del hombre que atentó contra la embajada cubana en EEUU?

Se llama Alexander Alazo, tiene 42 años y reside en Aubrey, localidad ubicada a unas 50 millas al norte de Dallas, Texas.

Foto: AFP.

El día después del atentado contra la embajada de Cuba en Washington DC no es mucho lo que se sabe sobre el tirador, excepto que se llama Alexander Alazo, tiene 42 años y reside en Aubrey, localidad ubicada a unas 50 millas al norte de Dallas, Texas. Registros públicos muestran que tiene conexiones con Virginia, Pensilvania y Florida. 

Según esos registros públicos, a los que tuvo acceso el diario The Miami Herald, Alazo vivió en Florida en los condados de Miami-Dade y Broward entre 2011 y 2017, año este último en que se mudó a Texas. Carece de antecedentes penales y tiene licencia para ejercer como masajista, emitida primero en Florida y luego renovada en Texas.

De acuerdo con una portavoz del Servicio Secreto, fue arrestado por cargos de posesión de armas de fuego y municiones no registradas, asalto con la intención de matar y posesión de un arma de alta capacidad.

North Texas Man Suspected In Shooting At Cuban Embassy In Washington DC

El acta CCN # 20065452 del Departamento de Policia Metropolitana de Washington DC establece que en el momento de su arresto, al que no opuso resistencia, se le decomisó un rifle de asalto AK-47, municiones y “una sustancia blanca en polvo en una pequeña bolsita”.

La audiencia judicial inicial de su caso se pospuso ayer jueves 30 de abril, en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos, no se fijó inmediatamente el día que se haría.

Durante las últimas horas distintas fuentes han venido divulgando que se trata de un individuo esquizofrénico. En un artículo publicado por el Diario de las Américas, un pastor no identificado del sur de la Florida sostuvo que “está diagnosticado con esquizofrenia hace muchos años y está obsesionado con la idea de que lo persiguen”.

De acuerdo con un reportaje de Public Broadcasting System (PBS), Alazo se estableció en México en 2003 y más tarde solicitó asilo político en los Estados Unidos. Le dijo a la policía que en 2014 había regresado a Cuba para predicar en una iglesia y que allí había empezado a recibir amenazas de grupos del crimen organizado. 

Según la misma fuente, que dice haber tenido acceso a documentos judiciales del caso, durante varios meses había estado viviendo en su automóvil y mudándose de estado a estado. Atacó la embajada, dijo, “porque quería atraparlos antes de que lo atraparan” por las constantes amenazas de la organización criminal organizada cubana.

Alazo dijo a los investigadores que había sido tratado en un hospital psiquiátrico y que su esposa, que es enfermera, le había sugerido buscar tratamiento cuando escuchara voces en su cabeza. Le recetaron medicamentos en marzo, después de una visita a un centro psiquiátrico, pero no ha “cumplido por completo con sus medicamentos”, según figura en esos documentos judiciales.

 

 

 

 

 

 

 

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