Reporte médico sobre “ataques”: sin diagnóstico definido

Hotel Capri de La Habana, uno de los escenarios de los supuestos ataques sufridos por diplomáticos estadounidenses en Cuba. Foto: Desmond Boylan / AP.

Hotel Capri de La Habana, uno de los escenarios de los supuestos ataques sufridos por diplomáticos estadounidenses en Cuba. Foto: Desmond Boylan / AP.

Los médicos de la Universidad de Pensilvania que investigaron a una veintena de diplomáticos estadounidenses, víctimas de supuestos ataques en Cuba, publicaron este miércoles un primer reporte que no ofrece un diagnóstico claro.

El reporte, publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA por sus iniciales en inglés), aclara que los hallazgos son preliminares y principalmente enlista los síntomas que dañaron la vista, audición, equilibrio y el sistema neurológico de 21 de las 24 personas afectadas según el Departamento de Estado, así como las pruebas realizadas.

Los especialistas del Center for Brain Injury and Repair de la Universidad de Pensilvania estudiaron a 11 mujeres y 10 hombres, y concluyeron que los síntomas son similares a la disfunción cerebral que se observa durante una conmoción.

Cualquiera sea la causa, los pacientes de La Habana “experimentaron una persistente discapacidad de naturaleza significativa”, aseguró el equipo de expertos.

La hipótesis inicial sobre posibles “ataques sónicos”, basada la pérdida auditiva y un persistente zumbido reportado por los diplomáticos, ha ido quedando atrás en opinión de los propios científicos y las autoridades estadounidenses, que ahora evitan cuidadosamente el término.

En una reciente audiencia en el Senado, funcionarios del Departamento de Estado no descartaron ninguna teoría, pero dirigieron la atención hacia otras posibles respuestas.

EEUU: Tal vez los “ataques” no fueron acústicos

“No estoy diciendo que sea un ataque acústico, pero sí sabemos que hay un elemento acústico asociado con ellos, que puede ser parte de otro estilo de ataque”, afirmó entonces Todd Brown, director adjunto de seguridad diplomática del Departamento de Estado.

Mientras, los investigadores médicos involucrados en la pesquisa se preguntan si los sonidos fueron consecuencia de alguna otra cosa que pueda ayudar a explicar todos los síntomas: problemas de memoria, falta de concentración, irritabilidad, problemas de equilibrio y mareos.

Cuba, por su parte, insiste en que no existió ningún ataque, ni acústico ni de otra naturaleza, y niega su responsabilidad en los hechos, aunque políticos como el senador Marco Rubio y el propio Secretario de Estado Rex Tillerson acusan al gobierno cubano de conocer lo sucedido.

Pruebas y limitaciones

De acuerdo con los autores del reporte publicado en JAMA, su investigación tiene limitaciones importantes, como el hecho de que no existe información para comparar la salud cerebral o auditiva de los pacientes antes de viajar a Cuba.

“Antes de llegar a una conclusión, se debe obtener evidencia adicional que sea evaluada de manera rigurosa y objetiva”, advirtió el editor adjunto de JAMA, el Dr. Christopher Muth, en su comentario adicional. Destacó que muchos de los síntomas coinciden con un listado de padecimientos neurológicos.

“Realmente parece una conmoción sin el antecedente de traumatismo en la cabeza”, dijo el coautor del reporte, el Dr. Douglas Smith, de la Universidad de Pensilvania, en un podcast proporcionado por JAMA.

Smith dijo que el sonido, que escucharon 18 de los 21 pacientes, no puede ser el responsable. “No se conoce la existencia de algún mecanismo en el que sonido audible lesione al cerebro. Debemos sospechar que es consecuencia de otra cosa”.

El artículo delinea una serie de exámenes a los que se sometió a los pacientes, incluyendo algunos hallazgos que no pueden alterarse ni siquiera de manera inconsciente, lo que incrementó la creencia de los doctores de que no se trata de un caso de histeria masiva.

¿Ataques sónicos o histeria colectiva?

Según los autores del artículo, la histeria masiva está relacionada con síntomas más benignos y una recuperación más rápida que la de las personas estudiadas y algunos de los síntomas físicos presentados “no pudieron ser manipulados consciente o inconscientemente”.

Además, los expertos concluyeron que es poco probable que se trate de virus o exposición a productos químicos, aunque estas teorías no pueden “excluirse de manera sistemática”.

Durante meses

De acuerdo con el reporte, supervisores y colegas de los pacientes estudiados observaron un cambio en el rendimiento laboral de al menos seis de ellos.

Muchos de los afectados presentaron síntomas durante meses, y los doctores diseñaron una terapia personalizada de rehabilitación que, aparentemente, fue de ayuda.

Las tomografías detectaron “algunos” cambios en lo que se conoce como tractos de sustancia blanca de algunos de los pacientes, y en tres de ellos se observó más de lo que se prevé para personas de su edad, de acuerdo con el reporte. Sin embargo, los autores reconocieron que esas anormalidades pueden deberse a eventos previos durante su vida.

El Dr. S. Andrew Josephson, presidente de neurología en la Universidad de California, campus San Francisco, quien no estuvo involucrado en el estudio, dijo que el reporte es “un paso realmente importante”, ya que describe de manera cuidadosa los hallazgos médicos y demuestra que son sumamente similares entre el grupo de pacientes.

“Nos acerca a entender cuáles pueden ser las posibles causas”, afirmó.

FBI no encuentra evidencia de “ataques acústicos”

El artículo apunta que “puede haber personas adicionales expuestas durante su estancia en La Habana, que no han sido identificadas debido a manifestaciones más sutiles que se resolvieron espontáneamente o no provocaron la presentación para recibir tratamiento médico”.

Atendiendo a esto, el Departamento de Estado, que no participó en la redacción del artículo pero lo revisó para asegurarse de que no contenía información confidencial, emitió una alerta de salud “a fin de informar a los ciudadanos estadounidenses y proveedores médicos”.

“Alentamos a todos los ciudadanos estadounidenses que hayan viajado a Cuba y que estén preocupados respecto a sus síntomas, a compartir este reporte con sus doctores”, comunicó el Departamento de Estado.

AP / OnCuba

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