El senador demócrata por Vermont, Patrick Leahy, está ponderando la presentación de un proyecto de ley que legalizaría los viajes de turismo de los estadounidenses a Cuba, tras la cancelación de los cruceros a la isla y la eliminación de una de las licencias de viaje, la categoría de “pueblo a pueblo”.
A juzgar por un corto discurso en el pleno del Senado el miércoles por la tarde, la idea del veterano senador es acabar definitivamente con todas las restricciones de viajes a Cuba.
“Esta administración ha reimplantado las restricciones de la Guerra Fría contra todo ciudadano estadounidense para poder viajar a Cuba, aunque la inmensa mayoría de ello se oponen a esas restricciones”, afirmó el senador de 79 años, y que tiene un largo historial de contactos con Cuba y su Gobierno.
“Los cruceros van a dejar de navegar. Se cierran los intercambios educacionales y culturales. Los equipos deportivos se quedarán en casa. Los viajes de las escuela se acaban. Los misiones comerciales también se acaban. Los granjeros y empresas estadounidenses se cerraran. ¿Qué tipo de Gobierno piensa que tiene el derecho de decirle a sus ciudadanos a dónde pueden viajar o gastar su dinero?”, enfatizó
Es más, “irónicamente, (esto no lo hace) el Gobierno cubano, pese a sus políticas represivas. Los cubanos pueden viajar a Estados Unidos si les otorgamos una visa”.
Para Leahy, “la libertad de viajar es un derecho y es fundamental. Es parte de lo que son los estadounidenses. Viajamos. Exploramos. Conocemos gente. Compartimos nuestro valores. Construimos una relación tanto con quienes estamos de acuerdo o con quienes discordamos. ¿Vamos a detenernos y dejar que le arrebaten a los estadounidenses el derecho a viajar?”
Lo que sucede, subrayó, “es que la política de esta administración ha sido secuestrada por una pareja de conservadores de línea dura que jamás han puesto un pie en Cuba pero han desencadenado una cruzada de presión para obligar al Gobierno a cambiar sus políticas. Es por ello, que voy a presentar el ‘Acta por la Libertad de los Estadounidenses a Viajar a Cuba'”. Leahy se refería obviamente a al asesor nacional de Seguridad, John Bolton y al senador cubano-americano Marco Rubio.
“Es una política vergonzante y estúpida”, sentenció.
La reacción del senador surge el mismo día en que entró en vigencia la prohibición de los cruceros de tocar puertos cubanos. Este tipo de viajes se activó en mayo del 2016 a la sazón del deshielo implementado por la administración de Barack Obama.
La industria de cruceros calcula que la decisión deja varados con reservaciones en la mano a cerca de 800.000 viajeros, la misma cifra que, según el ministerio cubano de Turismo, viajaron el año pasado en cruceros a la isla.
Este jueves no fue posible contactar al senador, pero personal de su entorno reveló que Leahy piensa iniciar la semana entrante los contactos y negociaciones con sus pares para recabar el apoyo necesario a su proyecto pese a que los demócratas se encuentran en minoría en el Senado.
Además, recordaron fuentes republicanas a OnCuba, enfrenta dos sólidos obstáculos, las llamadas leyes Helms-Burton (1996) y Torricelli (1992), que entre ellas prácticamente blindaron el embargo económico a la isla. La primera codifica el embargo, la segunda limita seriamente el movimiento de embarcaciones entre los dos países.