Un Banco para la Sección de Cuba en Washington

En ausencia de relaciones económicas “normales” entre Cuba y Estados Unidos, cada cierto tiempo, suceden controversias, cierres de instituciones, ausencias de convenios, multas a quienes comercien con Cuba, negación de visados entre ambas partes, y un sinnúmero de sucesos.

Si bien es cierto que la administración Obama en términos de relaciones entre los ciudadanos de origen cubano entre ambos países, superó las absurdas medidas del gobierno Bush, no es menos cierto que las sanciones a compañías y bancos en su período ha superado a las administraciones anteriores, es decir ha agudizado el bloqueo a Cuba, a pesar de que Cuba cambia y se transforma en términos económicos.

Otro capítulo de esa incomprensión del gobierno actual de Obama es no cooperar para eliminar las restricciones que pesan sobre los bancos radicados en USA, sean nacionales o extranjeros, a que asuman las cuentas bancarias de las instituciones cubanas radicadas en ese país, sea tanto la Sección de Intereses de Cuba en Washington como la Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas.

En el mundo moderno es imposible ofrecer servicios si no se realizan a través de instituciones bancarias o se hacen depósitos en ellos. Deberían existir relaciones recíprocas, ya que si Cuba ofrece garantías a los depósitos bancarios de instituciones norteamericanas en Cuba, como la SINA, es de suponer que en el otro sentido se realicen sin trabas.

Pienso que en una época del año como esta, donde se cicatrizan heridas familiares, se olvidan las dificultades que han pasado en el año las familias, donde se incrementan los lazos familiares, debido a las fiestas navideñas, debería el gobierno de Estados Unidos buscarle una solución al diferendo, que llevó al gobierno cubano a limitar los servicios consulares que se ofrecen en ese país, con la consiguiente afectación a la población de origen cubano que ha decidido pasar  el fin del año 2013 con su familia. Así en el 2012 vinieron a Cuba unos 384 000 visitantes de origen cubano al país, donde un elevado porciento tuvo su origen en los Estados Unidos

Hay una oportunidad para que Estados Unidos escuche tanto a su población como al gobierno cubano y empiece a ejercer su política con respecto a Cuba con un prisma diferente, y no solo a nivel de retórica, sino que propongan nuevos pasos o medidas, de la cartera de propuestas, que debe tener preparada. Y debería empezar por autorizar a que un banco radicado en USA, a que asuma las gestiones bancarias de las instituciones cubanas en ese país, algo tan simple en la economía.

Cuba cambia, y aunque debería acelerar esos cambios, es incuestionable, que se han producido transformaciones en el país, especialmente en su sector no estatal, donde la cantidad de licencias supera las 450 000, donde se han aprobado más de 250 cooperativas urbanas y están en proceso de aprobación otro grupo similar, se han eliminado restricciones que hacían compleja la vida de la población cubana, como la venta de casas y automóviles, permisos para viajar libremente, entre un sinnúmero más y donde en enero se inaugurara la primera fase de la terminal de contenedores del puerto Mariel, y aumenta el interés por países y empresas en ser concesionario de la Nueva Zona de Desarrollo Especial Mariel.

Los cambios se están haciendo a pesar de que USA sigue con su vieja política, que no cede en sus posiciones sobre Cuba, pero que quedará rezagada, cuando vea que sus principales socios económicos, estén interesados desde ya en participar en el nuevo modelo económico en configuración.

Salir de la versión móvil