Antonio Zamora. Algunas reflexiones en torno a la Ley de inversión extranjera

Con motivo de la aprobación de Ley de inversión extranjera (LIE) el pasado 29 de marzo por la Asamblea Nacional de Poder Popular en sesión extraordinaria, OnCuba ha contactado a distintos especialistas, personalidades y académicos a fin de conocer sus opiniones sobre la citada Ley.

La Ley aprobada despierta interés y suspicacias al mismo tiempo.  Su redacción facilita el marco tributario idóneo para el inversor y sólo excluye los servicios de salud, educación y militar.  Aunque adolece aún de una discrecionalidad que no es del todo transparente y establece demasiados pasos para la contratación del personal por parte de las entidades, es una herramienta atractiva y plural que dota a Cuba de una Ley amplia, no restrictiva y en sintonía con los procesos de transformación que vive la Isla y las fórmulas al uso en la economía internacional.

Antonio Zamora es un emigrado cubano, abogado con más de cuarenta años de experiencia en algunas de las más prestigiosas firmas de abogados en Florida.  Se ha especializado en inversión extranjera desde los Estados Unidos hacia América Latina.  Como profesor adjunto de la Florida International University ha ofrecido numerosos cursos y conferencias sobre asuntos cubanos.

En 1961 emigra a los Estados Unidos y ese mismo año participa en la derrotada Invasión de Playa Girón. Funge como abogado de la Fundación Nacional Cubano Americana y luego de su renuncia en 1995 regresa a Cuba y de sus experiencia nace un libro: What I Learned About Cuba By Going to Cuba, donde narra cómo se ha convertido en una persona que aboga por un diálogo y relaciones profundas con su tierra natal.

Como especialista en inversión extranjera, en sentido general, Antonio Zamora aboga por relaciones fluidas entre los gobiernos de EE.UU. y Cuba y por la eliminación de las leyes del embargo que impiden una relación comercial plena entre las dos naciones además de dificultar las relaciones de la Isla con terceros países.

Antonio Zamora advierte que la nueva Ley podría convertirse en un verdadero mecanismo para promover la inversión extranjera, pero señala que “todo depende de cómo se aplique” y pone como ejemplo que la Ley 77 de 1995 “no fue bien aplicada”. Las garantías expresadas en la Ley deben unirse a “los acuerdos que Cuba tiene con más de cuarenta países” y destaca sobre éstos que “son muy importantes si se implementan de forma correcta”.

Uno de los aspectos que llama más la atención del texto aprobado es que no permite invertir en el sector del trabajo por cuenta propia o en iniciativas empresariales que provengan de personas naturales, ante esto Zamora explica que la “mejor alternativa es permitir dentro de la nueva Ley que se puedan crear empresas de micro-lending” Comenta que, además, “también se debería permitir que fondos de inversión extranjeros puedan invertir en empresas privadas”.

Los micro-lending o microcréditos son préstamos inversionistas relativamente pequeños destinados a empresas de rápida amortización.  Se han convertido en una fórmula fiable para reflotar economías en crisis y es una vía probada de generar prosperidad económica y empleo. Teniendo en cuenta que en Cuba más de 450000 personas ya viven del trabajo por cuenta propia el hecho de que la Ley no contemple su participación se interpreta como una carencia de la misma.

La Ley no limita la inversión de acuerdo con la nacionalidad. Queda implícito en su texto de cubanos residentes fuera de la Isla podrán participar de este proceso. Esto ha sido ratificado, incluso antes de la aprobación de la Ley por el Cónsul acreditado en la Sección de intereses de Cuba en Washington, Llanio González Pérez.

No obstante hay dudas sobre si el gobierno cubano ejerza la discrecionalidad de la Ley y no permita una inversión fluida de cubanos fuera de la Isla. A la pregunta de si el gobierno cubano permitiría a cubanos residentes en el exterior invertir en Cuba, Zamora dice, “Creo que sí. Hay que considerar varios aspectos; primero: los cubanos residentes en el exterior envían hacia la Isla en dinero, servicios y mercancías unos cinco mil millones de dólares cada año; segundo: la mayoría de ese dinero está generado por cubanos con doble nacionalidad; tercero: hay muchas posibilidades que cubanos residentes en el exterior quieran retirarse y residir en Cuba y compren un lugar donde vivir allí. Lo que quiero expresarle es que tiene toda la potencialidad para convertirse en un mercado interesante y muy grande”.

Los cambios económicos generalmente conducen a cambios políticos, no obstante y aunque Zamora admite esta posibilidad advierte que tomará más tiempo. “Primero la Ley va a generar bastante interés y diferentes inversionistas buscarán proyectos que sean reales y legales”.  Este interés  “lo veremos en la conferencia Cuba 2014: What the U.S. Legal and Business Need to Know que se celebrará en Orlando los días 8 y 9 de mayo”.

El embargo norteamericano sobre Cuba impide a nacionales estadounidenses invertir en la Isla. La LIE podría impulsar los cambios necesarios para eliminar esta medida, no obstante Zamora cree que “los inversionistas norteamericanos buscarán formas de inversión como, por ejemplo, lo que yo llamo 49/49, es decir, una inversión de minoría en una empresa no cubana ni de EE.UU. que tiene negocios en Cuba.  Además los cubanoamericanos pueden invertir con familiares, o incluso repatriarse y residir en la Isla.

Evidentemente las fuerzas de interés norteamericanas y cubanoamericanas buscarían cambios en las regulaciones del embargo para poder invertir legalmente en Cuba. De hecho, muchas de esas regulaciones las podría cambiar la administración de Barack Obama mediante la vía ejecutiva”.

Para Antonio Zamora la recién aprobada Ley de inversión extranjera, aún con sus limitaciones se convertirá en un atractivo para empresarios y generará prosperidad económica para Cuba.

De hecho, al preguntársele si él en capacidad inversionista lo haría, o si recomendaría invertir en Cuba, no duda al responder de forma tajante: .

 

 

Salir de la versión móvil