Asamblea Nacional: Del artículo 68 al 82 “no hay retroceso”

Ya no aparece en la Constitución la descripción del matrimonio como la “unión entre dos personas”.

Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.

Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.

Esta semana la Asamblea Nacional del Poder Popular ha debatido en plenaria, artículo por artículo, los cambios introducidos en el proyecto de Constitución.

Hasta el momento el más controversial ha sido la exclusión de la composición del matrimonio en el documento como la “unión entre dos personas”, tal como describía el artículo 68, dejando abierto el camino hacia el matrimonio igualitario.

Ahora el matrimonio como institución queda descrito en el artículo 82, en un capítulo dedicado a la familia. Y los detalles sobre su composición quedarán contemplados dentro de dos años, en un nuevo Código de Familia que será sometido también a consulta popular y referéndum, a pesar de referirse a derechos fundamentales para grupos humanos vulnerables.

OnCuba comparte esta transcripción de lo discutido sobre esta modificación y transmitido por la Televisión Cubana el jueves 20 de diciembre.

Yumil Rodríguez, miembro de la Comisión Redactora: ¿Alguna opinión de cómo quedó la redacción de ese artículo?

Luis Ángel Adán Roble, diputado de Centro Habana: Bueno, [quiero] empezar diciendo que yo como diputado de un grupo de activistas también que somos, por los derechos de las personas LGBTI, consideramos que no es un retroceso para nada la forma en que queda constituido ahora el artículo. Creemos que desdobla el concepto de matrimonio, incluye las uniones consensuales y utiliza el término cónyuges, que es neutro y sin marca de género, que mantiene la esencia del antiguo artículo 68. Ahora, mi duda está en la disposición especial décimoprimera. Quisiera saber si pudiera hablar sobre esto ahora o esperamos a que llegue el momento.

Yumil Rodríguez: Esperamos a cuando llegue el momento. ¿No?

Teresa Amarelle Boué: A ver, está claro, yo creo que sí, que tenemos que abordar el artículo por la disposición. A ver, el artículo está reconociendo cómo es que debe ser el matrimonio, no está poniendo entre quiénes sea, cómo debe ser el matrimonio yo creo que usted dio argumentos que son correctos, ahora qué dice la décimo… y eso también tiene que ver con lo que planteó nuestro pueblo, que dejáramos cómo va a ser el matrimonio para otro momento. Y hay un reclamo, generalizado también, de acabar de actualizar nuestro Código de Familia y el matrimonio es una institución también de la familia; por tanto, ¿cuál fue la decisión? Redactar de manera… no se trata solo de redactar, mejorar, poner más claro el artículo como tal, pero dejar claro que lo vamos a dejar para el Código de Familia, que es realmente donde se debe definir cómo es el matrimonio. Que además el Código de Familia tiene muchísimos otros elementos, porque tiene que ver con la sensibilidad humana, con la vida, con la realidad de lo que estamos pasando hoy: de que las abuelas y los abuelos que se quedan con los niños, de los que salen a cumplir una misión o por un contrato de trabajo puedan tener una protección también, de que puedan tener la guarda y cuidado de esos niños… En fin, hay un grupo de elementos que tienen que ver con el matrimonio y con la preocupación que tenían muchas personas sobre la adopción, sobre las hijas y los hijos, entonces, ¿qué consideramos en la Comisión? Les garantizo que fue muy estudiado, muy analizado, fueron convocados muchos expertos, fue convocada también la comunidad LGBTI, consultamos muchas personas y consideramos que lo más justo era dejárselo al Código de Familia.

Pero, además, fíjense hasta qué punto llega –digo yo, mi opinión– la madurez política de nuestro pueblo, que fue quien lo puso sobre la mesa, y también la voluntad política del país: llevar el Código de Familia a un referendo popular, es decir, a una consulta primero, que la población pueda hablar de todo lo que dice el Código de Familia –o debe decir– y después entonces llevarlo a un referéndum popular y que también como es un tema tan sensible que tiene que ver con la sensibilidad humana, con el respeto a todas las personas, entonces hacerlo en ese momento.

Esos fueron los elementos, que la Comisión me puede ayudar, creo, a ver, Palmero… ¡Ah, que tú querías decir algo! Ah bueno, está bien. Ah, no, yo pensé que…

Luis Ángel Adán Roble, diputado por Centro Habana: La preocupación mía en cuanto a la disposición especial, es por qué tendría que tener un tratamiento especial el artículo ahora o el Código de Familia cuando se vaya a llevar. Yo estoy de acuerdo en que se lleve a consulta popular y el proceso enriquezca el Código de Familia. En eso estoy perfectamente de acuerdo. Ahora, en lo que no estoy de acuerdo es en que se lleve a un referéndum popular que, por ejemplo, el Código de Trabajo que fue aprobado en el 2013 también se llevó a una consulta, fue nutrido por el pueblo, por sus opiniones, pero fue aprobado por la Asamblea Nacional. ¿Qué estoy pidiendo? Que sea simplemente llevado a consulta, y después seamos nosotros, los diputados de la Asamblea Nacional, quienes aprobemos el Código de Familia.

Estamos poniendo derechos de personas y de grupos humanos vulnerables en una posición un poco crítica a la hora de llevarlo a un referéndum popular. Esa es la cuestión simplemente. Estoy totalmente de acuerdo con el artículo, ya lo hablaba ayer con Ana Mary. Así que simplemente si pudieran recoger esa cuestión, de no llevarlo a referéndum.

Teresa Amarelle Boué: De acuerdo, esa es su opinión, usted lo plantea, está bien.

Raúl Alejandro Palmero, miembro de la Comisión Redactora: Sí, a ver, como decía la profe Teresa, esto había sido –bueno, fue– el tema más debatido en por ciento del proyecto de Constitución. Yo creo que se buscó una solución bastante inteligente. Y hay que tener en cuenta una cosa: aquí ya había un derecho adquirido por parte del pueblo de que iba a tener decisión directa sobre esto. O sea, que de una forma u otra, la población, llevándolo ahora al Código de Familia o no, iba a tener decisión directa.

¿Qué dijimos entonces? No podemos crear de este aspecto tampoco el tema central de nuestro proyecto de Constitución, entonces por lo tanto, como además es un tema la institución del matrimonio que se circunscribe a la familia como institución más amplia, y a un Código de Familia que incluso se puede adentrar en estos temas de la adopción, etcétera, llevarlo al Código de Familia. Pero manteniendo el referéndum para que la gente, digamos un poco a lo cubano, no se sintiera tampoco trampeada en este sentido.

Es verdad también el argumento de que es un derecho de minorías, pero también tenemos que tener en cuenta dos cosas: primero, yo creo que el hecho nada más de haberlo adentrado en este proyecto parte de una voluntad política y una conciencia social que se ha ido formando en el pueblo cubano de que estamos ante un caso de necesidad de justicia social, etcétera; y lo segundo, no hay por qué tenerle miedo a que también hay un porciento alto de nuestra población que entienda eso. Si se decide que no, se decide que no; si se decide que sí, se decide que sí. Pero va a ser el pueblo en última instancia quien tome la decisión. Porque una vez que el pueblo se sintió con ese derecho adquirido, y estamos hablando que el 24 por ciento de las opiniones –¿es así, no?– un 24 por ciento de las opiniones fueron referidas a este tema, ahora decirles: “Bueno, ya ustedes no van a decidir esto” sería un poco contradictorio. También en el ánimo de eso.

Y nos tocará a nosotros, los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, las organizaciones sociales y de masas, también hacer un trabajo educativo con los ciudadanos y los pobladores cubanos de cuál es el sentido de justicia social que tiene este precepto detrás, y que lo tendrá nuestro código de familia, que además va a abarcar muchos otros temas y va a ser un código de familia seguramente avanzado y nos va a poner a la altura de las leyes revolucionarias que necesita la base social fundamental de la sociedad.

Solamente era la necesidad de hacer hincapié en por qué el referendo.

Yulianne Babastro Marrón, diputada por Santiago de Cuba: Este fue un tema que le llegó de brusco al pueblo. Fue algo que fue chocante, pero a partir de la redacción del cambio que se ha hecho ahora en este proyecto que se presenta con el capítulo de la familia, cómo se ve el matrimonio, estamos seguros que a partir de ahora lo que se estaba pensando que se hiciera en un futuro pero de esta redacción nueva de la familia el pueblo va a empezar ahora ya a ir interiorizando para lograr la igualdad que se quiere. Esto en un futuro eso sí se va a lograr, pero ya hay un camino para que uno vaya cambiando la mentalidad. Era lo que quería decir.

Melvis Canales, diputada por municipio Holguín: Considero que la comisión no hizo más que escuchar el criterio del pueblo, y que fue muy atinado en los momentos actuales tomar en consideración esto.

No obstante, de hecho, hoy la familia cubana está conviviendo de la forma que se está refrendando en la Constitución, y el pueblo lo entiende, y no se le vulneran sus derechos: son respetados. Y a medida, bueno la compañera de Santiago lo explicaba: a medida que se está refrendando la Constitución hoy tal vez haya un mayor entendimiento de nuestro pueblo en cuanto a aprobar el matrimonio legal entre ambas personas.

Familia somos todos, educados bajo el concepto de familia estamos todos los cubanos. La compañera de la Federación, diputada, lo expresaba. Es importante interiorizar esto, y que sepa el mundo entero que nosotros los diputados, el pueblo, no está en contra de las diferentes formas de pensamiento de las personas. Eso es importante. Y que el referendo no iba a ser vetado por ningún proceso de este tipo, simplemente que el pueblo entendió, en su mayoría, que en estos momentos no era necesario.

Y nosotros sí tenemos claro el concepto de moral, y todo el mundo tiene moral, a pesar de su inclinación que pueda tener… sexual, y aquí se respetan mucho los derechos de los ciudadanos y de las personas en Cuba. Y tenemos las mismas bondades.

Es mi criterio muy personal y considero atinada la modificación y si vemos el artículo 83, ¿todos los hijos no tienen igualdad de derecho?, es decir que de hecho y de derecho, todos tenemos los mismos derechos.

Teresa Amarelle Boué: Gracias, ¿algún otro diputado? Para darle la palabra a Yumil.

Danhiz Díaz Pereira, diputado por Marianao: Solo quiero pedir una licencia para no tener que volver a pedir la palabra y apartarme un instante del artículo 82 que quiero hablar para referirme de forma muy breve a la página 65 y digo la página 65 porque no es solamente un texto, son varios los textos que se agregan al proyecto de Constitución referido a los jóvenes y los niños y las niñas, y yo creo que eso es justo que se agradezca y se reconozca. Porque fíjense que ya existía un artículo hablando sobre la UJC, ya existía un artículo que hablaba del derecho de los niños y los jóvenes; pero a partir de ese mismo artículo se han generado nuevos. Ese artículo 87 que habla de que el Estado reconoce como activos participantes en la sociedad. Esto muestra que no es un discurso vacío, que son los jóvenes la continuidad. Pero no solo es que lo ve la dirección del país, es que lo ve el pueblo, porque si está escrito en este documento y de la forma que se agregó, es porque en la consulta popular el pueblo reconoció el protagonismo, la voluntad que existe para la juventud y para con los niños y las niñas.

Regresando al artículo 82, a mí realmente me molesta bastante, me da mucha prepotencia… perdón, impotencia, cuando se juzga a la Revolución, cuando se juzga a la dirección del país injustamente. A veces por falta de información, a veces porque transmitimos quizás la manera de decir algunas cosas y esto genera que nuestra población cree esos criterios como los que estos últimos días hemos tenido que enfrentar.

Yo creo que la voluntad política del gobierno y el Partido es más allá de reconocer el matrimonio; yo creo que la voluntad política del partido y el gobierno ¡es la igualdad de derecho para todos y todas las cubanas y los cubanos! Yo no lo veo como el matrimonio ¡porque está así en todo el texto, en todo el texto está así desde el inicio! Entonces yo creo que el mensaje y la responsabilidad que tenemos los diputados es transmitirlo así, discúlpenme que lo diga así, es que me molesta en serio, me molesta que las personas no sean capaces de ver. Óigame, se llama familia el capítulo: ¡ese es el primer logro!, que se llame familia. Pero en este, ¡en el de ciudadanía! Cuando se dice que la ruptura del matrimonio o las uniones de hecho, se agregan ahora.

Yo tengo 23 años y mis padres llevan 24 años juntos, no se han casado. Yo no me siento discriminado, yo no me siento ser fruto de una familia disfuncional, incluso con mucha modestia puedo decir que siento que soy parte de un tipo de familia que no firmó un documento legal, mis padres, que demuestre que están casados. Pero la formación educativa, valores, el acompañamiento lo he recibido de dos personas que no se han casado y así mismo lo siento de compañeros, vecinos y amistades que hoy uno de sus padres tiene una pareja del mismo sexo.

Entonces hay que verlo como las personas, como los ciudadanos, como los derechos y eso también lo enseña la iglesia cuando dice ama al prójimo como a ti mismo. Yo quiero para mí los derechos y que se respete mi criterio. Entonces como lo quiero para mí, lo tengo que querer para el resto. Esa es la esencia de 60 años de Revolución. Muchas gracias.

Teresa Amarelle Boué: Muchísimas gracias. Yumil…

Yumil Rodríguez: Bien, primero (estoy) muy contento con todo lo que se ha dicho porque al final fue el tema que como decía (la asesora) Majela (Ferrari) y los demás integrantes de la comisión, se discutió bastante. Hubo un momento incluso que no teníamos, porque hay que ser claro y sincero cuando se abordan temas como estos, no llegó, no había, a ver, unanimidad en cuanto a un tema, y lo discutimos bastante y bueno ya al final llegamos a la redacción que se les está proponiendo a ustedes.

A mí me parece que cuando nosotros evaluamos el artículo 82, porque ya hay que olvidarse, que ya no hay artículo 68: ahora es el artículo 82. Vamos a despejar ya esa… eso del 68 el 68, ya es el artículo 82, ya ese es el primer cambio que hay. No es de esencia, pero es un cambio. Ahora, caballero, cuando uno coge ese artículo y lo lee, nos damos cuenta de que no hemos retrocedido prácticamente en nada y en que lo mucho que se ha dicho aquí y en la voluntad política y estatal.

Miren, caballero, ya no poner que el matrimonio es “la unión entre un hombre y una mujer”, eso es tremendo avance en una sociedad como la nuestra. No solo en Cuba, sino eso es un mensaje para el mundo, porque hablar de estos temas en una Constitución hoy es un privilegio. Porque en muchos lugares en el mundo donde de alguna manera ya el matrimonio igualitario está aprobado, lo han evadido en sus textos constitucionales. Ponerlo hoy nosotros es una valentía del Estado y del pueblo.

Lo otro es simplemente, miren, el hecho de haberlo sometido a la consulta popular con la valentía que se hizo y como el pueblo lo enfrentó es otro reflejo, entiendes, de la entereza de nuestra sociedad. Porque es cierto que el 24 por ciento, como se decía aquel día, estaba en contra del matrimonio; bueno, vamos a contar los otros que no lo dijeron que también, me entiendes, tienen un reflejo de alguna manera tienen un reflejo de alguna manera en el texto constitucional.

Reconocer, como decía el diputado que acaba de hablar, las uniones de hecho en este artículo, caballero, es otro avance significativamente importante. En el artículo de la igualdad, reconocer las cosas que se han hecho o que se reconocen, de no discriminar a nadie por razones de orientación sexual, género, identidad de género…, compañeros, es otro cambio sumamente importante y da un reflejo de lo que en igualdad quiere este Estado.

Y, como bien decía, haber hecho un capítulo para las familias, reconocer los diferentes tipos de familia también es un tremendo avance y ratificamos lo que verdaderamente hoy está pasando en nuestra sociedad.

¿Por qué votar después el Código de Familia? Porque es cierto que nosotros –lo discutíamos en la comisión–, miren, el Estado, esto es un derecho de minorías, y el Estado ciertamente es el que tiene que defenderlo, porque como es una minoría siempre y cuando lo eches a votación puede ser que pierda, porque aquí, que se mezclaran las razas, hubo un momento que si lo sometíamos a votación, eso no se aprobaba, el aborto de la mujer, de que las mujeres votaran, no se aprobaba. Pero es que si no lo llevamos a referendo, como bien decía Palmero, estaríamos desconociendo algo. Ya la población votó, ya oímos el criterio de la población, ¿me entiendes?, entonces sería como desconocer todo ese amplio proceso de consulta. Hay que llevarlo a votación, y que las personas digan.

Ah, lo que hay que hacer es un buen Código de Familia. Ahí tenemos un plazo hasta dos años, vamos a implementar estrategias de comunicación eficientes, vamos nosotros desde el Parlamento los diputados a defenderlo. Porque me parece que desde un primer momento los que estamos conscientes de que es justo de que esto se reconozca somos todos los que estamos aquí, porque en eso hubo unanimidad desde que lo discutimos la primera vez en el Parlamento, alguna gente que se…, algunos diputados que plantearon algunas pinceladas vinculadas con algunas cosas; pero en sentido general, estábamos de acuerdo. Vamos a luchar por que eso se apruebe y que es la voluntad. Se habla mucho de la voluntad del Estado, bueno, el Estado somos todos nosotros, que somos parte del órgano supremo del Estado y era lo que les quería decir. Vamos, para que eso se apruebe, vamos a luchar.

Y me parece que en la manera que está aquí nos da la posibilidad después de en el Código de Familia implementarlo de la manera más exacta posible.

Teresa Amarelle Boué: Bueno, ¿otra persona quiere decir algo? Yo creo que en definitiva hemos ganado mucho y les agradecemos a todas las personas que en la consulta popular expresaron sus opiniones; [a] ese 24 por ciento yo creo que también tenemos que agradecerle que con transparencia, en la consulta hayan planteado sus opiniones, porque ese es el reflejo de su sentimiento, de su sentir, independientemente de que quizás la mayoría no coincidamos, pero eso también en la vida es así, no tenemos por qué estar todos de acuerdo con todo lo que se propone.

Yo creo que fue un ejercicio democrático importante que hemos hecho. Y hemos ganado. ¿Por qué hemos ganado? Primero porque hemos pulsado el sentir de la población y sabemos cómo se piensa para poder ajustar todas las políticas públicas que hay que ajustar y, sobre todo, todo el trabajo de sensibilidad. Lo que sí nadie debatió ni cuestionó fue el artículo 42 de hoy, que establece el principio de igualdad, y que puso varios ejemplos de discriminación, así que abrimos la discriminación, entonces no hay por qué…

Tenemos que seguir trabajando para no quitarle… para darles el derecho a las personas que hoy no lo tiene. No le están quitando ningún derecho a las personas heterosexuales, lo que estamos es dando un derecho que nos falta, que nos falta, y es un vacío legislativo que estamos teniendo y que es muy sensible, porque tiene que ver con la conducta, con las personas, y no es una inmoralidad para las personas que tienen otra orientación sexual u otra identidad de género, eso no es una inmoralidad, eso es una conducta ante la vida, eso no tiene ningún otro… Hay otras cosas que son inmorales y también son los heterosexuales los inmorales, así que en la conducta de las personas no tiene que ver el sexo ni tiene que ver la orientación. Hay conductas que sí hay que cuestionar y que sí hay que contrarrestar y que tratar de resolver en la sociedad cubana y que en primer lugar empiezan por la casa. Todos nosotros lo decimos, que la educación empieza por la casa, y tenemos que asumir que esa educación empieza por la familia y tenemos que cumplir con esa responsabilidad social que tiene.

Pero yo sí creo que, además, miren, vamos a resolver otro problema que teníamos, y es la necesidad de actualizar nuestro Código de Familia, a partir del propio escenario que hoy estamos viviendo.

Lo que sí no le podemos permitir a nadie, a nadie, es que bajo este artículo, estar o no estar de acuerdo, hagamos labor subversiva o hagamos labor en contra de la obra más justa. Porque si hoy estamos abordando esto aquí, es porque hace 60 años hubo una Revolución en Cuba. Y hace 60 años, por ejemplo, lo primero que dijo nuestro Comandante es que tenía que haber igualdad, había que eliminar la discriminación hacia las mujeres. Y que tenía que ser una sociedad justa. Y el gran mérito de Fidel y de Vilma [Espín] fue haber luchado por ese desarrollo de las personas para hombres y para mujeres, no solo para mujeres.

Entonces tenemos que resolver este elemento que nos queda en la subjetividad de las personas poco a poco. No podemos forzar tampoco a que las personas acepten lo que no quieren. Eso es un problema también individual de cada cual y tiene que ser parte de la educación de la sociedad.

En sentido general yo creo que todas las opiniones las agradecemos, que se han dado aquí, y sobre todo todas las opiniones que dio nuestro pueblo sanamente, con transparencia, con valentía, en una consulta popular, donde mismo alguien decía “no estoy de acuerdo”, alguien decía “yo sí estoy de acuerdo porque…” Incluso muchas personas reconocieron su identidad de género en ese momento. Yo creo que fue transparente, valiente, y la voluntad política se mantiene.

Y ahora lo que vamos a hacer es consultar el Código que aborda otro grupo de elementos. Además, reconocer que yo ratifico las uniones de hecho, que el 48 por ciento de las personas que en el censo del 2012 declararon tener parejas, son uniones de hecho como el ejemplo, la historia de vida de nuestro estudiante, de Danhiz, de nuestra Comisión de Atención a la Niñez, a la Mujer y a la Juventud. ¿Está bien?

Yo creo que entonces hemos ganado muchísimo en esta discusión, y estamos respetando todos los criterios, y estamos respetando la vocación… no puedo decir que es mayoría porque un 24 por ciento no es mayoría. Si eso fuera en un informe de funcionamiento, diríamos “solo el 24 por ciento”, pero hay que tener en cuenta que ese… Mis compañeras de la Federación se ríen porque estos son temas que nosotras vivimos analizando. Entonces pasamos, ¿seguimos?, vamos a seguir.

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