La calle Empedrado, o del Empedrado, es una de las más añejas y emblemáticas de La Habana Vieja. Debe su nombre, según los historiadores, a que fue la primera calle que se empedró en la villa habanera, debido a que la abundante agua que corría por ella en época de lluvias la hacía prácticamente intransitable.
Sus primeras piedras fueron las conocidas “chinas pelonas”, propias de las laderas de los ríos, hasta que en 1838 estas fueron sustituidas por adoquines. Se cuenta que antes del cambio, el paso de los carruajes y volantas sobre aquellas piedras lisas provocaba un ruido ensordecedor.
Empedrado —que también ha sido nombrada General Riva— no es un calle extensa. Corre entre las también conocidas arterias Tacón y Monserrate, y su recorrido es de aproximadamente un kilómetro. Sin embargo, esa extensión es más que suficiente para hacerla destacar en el centro histórico de La Habana.
Varios son los hechos y aspectos que la realzan dentro de la capital cubana. Su arquitectura exhibe edificios de diversas épocas y estilos, desde construcciones coloniales, como la imponente Catedral —joya del barroco cubano—, hasta exponentes del eclecticismo, el art noveau, el art decó y el modernismo.
Otro sitio icónico de la calle Empedrado, junto a la Catedral, es la Bodeguita del Medio, el afamado bar restaurante habanero, favorito de bohemios y visitantes ilustres como el escritor estadounidense Ernest Hemingway. En la arteria también se sitúan la antigua casa de los Condes de Lombillo y la de la Condesa de La Reunión, convertida en sede del Centro de Promoción Cultural Alejo Carpentier, así como el bufete de Don Nicolás Azcárate, donde trabajó el prócer cubano José Martí.
Además, en esa arteria se halla la casa natal del ilustre médico cubano Tomás Romay —responsable de introducir la vacuna en la Isla—, un inmueble en el que, muchos años después, instaló su estudio el notable pintor Mariano Rodríguez. Tmbién en ella se editaron los periódicos La Fraternidad y La Igualdad, que dirigió Juan Gualberto Gómez, amigo de Martí y prominente patriota y periodista.
Incluso, en la década del 20 del pasado siglo, en Empedrado radicó el Ring Cuba, primer lugar donde se ofrecieron peleas de boxeo abiertas para el público en la Isla.
Así, envuelta en un halo de historia, ha llegado esta populosa vía hasta la actualidad. El tiempo y la desidia han dejado también en ella sus cicatrices, pero por encima de cualquier herida, sigue mostrando su porte de antaño, acogiendo el paso apurado y la charla de los habaneros. Aun en tiempos de pandemia mantiene abiertos sus brazos a quien desee visitarla y, como siglos atrás, caminar sobre sus piedras.
