Canciller cubano: «No hay una partícula de evidencia» de los ataques sónicos

Fachada de la embajada cubana en Washington, hoy, 3 de octubre de 2017. Estados Unidos ordenó hoy la salida de 15 funcionarios de la embajada cubana en Washington, en respuesta a los supuestos "ataques" acústicos que han sufrido al menos 22 diplomáticos estadounidenses en Cuba, y que han llevado al Departamento de Estado a reducir su personal en la isla caribeña. Foto: Jim Lo Scalzo / EFE.

Fachada de la embajada cubana en Washington. Foto: Jim Lo Scalzo / EFE.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo este martes que la medida anunciada por el Departamento de Estado de expulsar 15 diplomáticos cubanos de Washington, “sin que haya resultados investigativos concluyentes”, tiene un carácter “eminentemente político”.

En conferencia de prensa celebrada en la sede de la cancillería, Rodríguez llamó al gobierno de los Estados Unidos “a no continuar politizando” lo sucedido, pues esto “puede provocar una escalada indeseada, así como enrarecer y hacer retroceder más las relaciones bilaterales”.

El gobierno de Estados Unidos “ es responsable del deterioro presente y posiblemente futuro de las relaciones bilaterales”.

El canciller cubano dijo que la decisión estadounidense es “infundada” e “inaceptable” al igual que el pretexto utilizado para justificarla. «No es una medida de reciprocidad, porque no ha habido una medida cubana que reciprocar», dijo.

«No hay una sola evidencia sobre la ocurrencia de los alegados incidentes ni de sus causas», insistió.

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Señaló, tal como hizo días antes en Naciones Unidas, que el gobierno cubano rechaza “categóricamente” cualquier responsabilidad en los hechos alegados y reafirmó que la Isla “jamás ha perpetrado ni perpetrará ataques de ninguna naturaleza contra funcionarios diplomáticos ni sus familiares, sin excepción”.

“Tampoco ha permitido ni permitirá que su territorio sea utilizado por terceros con este propósito”, agregó.

Rodríguez reiteró la disposición de las autoridades cubanas de participar en una “cooperación seria y objetiva” con sus homólogos estadounidenses para “lograr el esclarecimiento de estos hechos” y pidió una colaboración “más eficiente” por parte de los Estados Unidos.

Ni una partícula de evidencia

Durante la conferencia de prensa, el canciller cubano realizó un recuento de los hechos y las investigaciones realizadas por el gobierno de la Isla para descubrir lo ocurrido. Aseguró que en su encuentro con el Secretario de Estado, Rex Tillerson, este «no aportó un átomo de información» concluyente sobre los «ataques».

Es «ciencia ficción, futurismo…» dijo refiriéndose al contenido de los reportes filtrados por el Departamento de Estado a la prensa. «Cantinflas, es una retórica que trata de disimular la falta de resultados concluyentes», añadió.

Aseguró que las autoridades cubanas “han actuado con suma seriedad, profesionalismo e inmediatez” y que la investigación realizada ha sido “exhaustiva” y “prioritaria”.

Además, afirmó que desde la notificación de los “incidentes” por el Departamento de Estado “se reforzaron las medidas de protección de los diplomáticos, sus familiares y sus residencias” y “se habilitaron nuevos canales de comunicación expedita” con la parte estadounidense.

No obstante, Rodríguez lamentó “la tardía, fraccionada e insuficiente información” suministrada por el gobierno de los Estados Unidos, ante lo cual se le solicitó precisiones en varias oportunidades durante la indagación.

“Solo tras repetidas solicitudes al Gobierno de los Estados Unidos, representantes de agencias especializadas de ese país viajaron finalmente a La Habana”, explicó el ministro, quien dijo que las autoridades de la Isla brindaron a los expertos estadounidenses “todas las facilidades” y valoran “positivamente” las tres visitas realizadas por estos en los meses de junio, agosto y septiembre.

El canciller cubano afirmó que a los investigadores cubanos –entre los que se cuentan médicos, científicos y autoridades policiales– no se les permitió examinar a los estadounidenses afectados por los supuestos ataques, tampoco intercambiar con los médicos estadounidenses que los atendieron ni visitar los lugares donde hipotéticamente se produjeron los hechos.

Esta falta de acceso a información primaria “fiable y contrastable” ha sido, en criterio del ministro, “el principal obstáculo para el esclarecimiento de los incidentes” por los expertos cubanos, quienes –como resultado preliminar– han concluido que “de acuerdo a la información disponible y los datos proporcionados por los Estados Unidos, no existen evidencias de la ocurrencia de los alegados incidentes, ni de las causas y el origen de las afecciones de salud notificadas por los diplomáticos estadounidenses y sus familiares”.

Los investigadores de la Isla señalan que tampoco “se han identificado posibles autores ni personas con motivaciones, intenciones o medios para ejecutar este tipo de acciones”.

“No hay una partícula de evidencia”, aseguró Rodríguez Parrilla.

Permanece sólo un funcionario consular cubano en Washington

El consulado de Cuba en EE.UU. quedará con un solo funcionario para atender la numerosa comunidad de la Isla en ese país, dijo Bruno Rodríguez, quien denunció la «situación de extraordinaria precariedad» de la sede diplomática tras la expulsión de la mayoría de su personal.

«El impacto en los temas de reunificación familiar y otorgamiento de visas, de cortar bruscamente y de manera casi total los servicios consulares en La Habana y Washington, ¿cómo puede ser evaluado después de haberlo hecho?», se preguntó el jefe de la diplomacia cubana.

Fuentes de la Cancillería de la Isla confirmaron a la agencia Efe que una vez que los diplomáticos cubanos regresen, en un plazo de 15 días, quedarán en Washington solo ocho funcionarios, de 23 que trabajaban originalmente en la sede cubana, reabierta hace poco más de dos años.

Algo que «lamentablemente» se repetirá en La Habana, donde la embajada estadounidense suspendió indefinidamente los trámites solicitud de visado y sólo mantendrá los servicios para casos de emergencia.

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Además Rodríguez afirmó «categóricamente» que «desde la creación de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington (1977) hasta este minuto los funcionarios diplomáticos cubanos jamás realizaron ni realizan actividades de inteligencia».

«No lo hizo, no lo ha hecho ninguno de los funcionarios diplomáticos incluidos en la lista del Departamento de Estado (de EE.UU.) que han sido conminados a abandonar ese país», agregó.

Conferencia de Prensa / Press Conference

“Cuba no ha tomado ninguna medida contra los Estados Unidos”

Sobre la salud de las relaciones bilaterales tras las más recientes decisiones del Departamento de Estado, el canciller recordó que “Cuba no ha tomado ninguna medida contra los Estados Unidos” y ha favorecido “un curso respetuoso” para el diálogo entre los dos países.

Rodríguez afirmó que la retirada de parte del personal diplomático estadounidense de La Habana y la expulsión de los 15 funcionarios cubanos de la embajada en Washington sí “afecta y afectará” las relaciones bilaterales, y señaló que el gobierno estadounidense es el responsable de este retroceso.

Aseguró que la salida de los diplomáticos cubanos de los Estados Unidos deja las operaciones consulares en “extrema precariedad”, pues quedaría solo un funcionario para atenderlas.

No obstante, no precisó cuánto podría afectar los trámites de los estadounidenses y cubanos residentes que deseen viajar a la Isla, y dijo que es al Departamento de Estado quien debería responder sobre las afectaciones que estas medidas suponen para los procesos de reunificación familiar y los visados temporales y definitivos como parte de los acuerdos migratorios.

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El ministro se refirió a las declaraciones de funcionarios del Departamento de Estado filtradas por la prensa estadounidense “con motivos políticos” y lamentó la “falta de seriedad” del enfoque utilizado por ellos para abordar lo sucedido.

Se trata, dijo, de “una retórica incomprensible” que “trata de disimular la falta de datos y evidencias”.

También consideró incomprensible que solo ahora se revele la existencia de un nuevo diplomático afectado –el número 22, según las autoridades estadounidenses–, cuando su supuesta afectación data del mes de enero.

Finalmente aseguró que ninguno de los diplomáticos de la Isla ahora expulsados han realizado “acciones de inteligencia” en el territorio de los Estados Unidos, como han sugerido «algunos medios de prensa».

EFE / OnCuba

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