Caravana recorre el Malecón de La Habana en apoyo al gobierno

Convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la caravana se realizó en medio de un alarmante auge de contagios y fallecidos por la COVID-19 en la Isla, lo que generó no pocas críticas y cuestionamientos a su convocatoria.

Caravana en apoyo al gobierno cubano por el Malecón de La Habana, mientras pasa por las inmediaciones de la Embajada de los EE.UU. en Cuba, el 5 de agosto de 2021. Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.

Caravana en apoyo al gobierno cubano por el Malecón de La Habana, mientras pasa por las inmediaciones de la Embajada de los EE.UU. en Cuba, el 5 de agosto de 2021. Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.

Centenares de personas marcharon este jueves por el Malecón de La Habana para mostrar su apoyo al gobierno cubano en un momento de creciente disenso político, crisis económica, severa escasez y un alarmante auge de contagios y fallecidos por la COVID-19.

Convocados por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), los participantes en la caravana «por la paz, el amor y la solidaridad» recorrieron la emblemática avenida marítima en una ruta de unos 7 kilómetros con distintos medios de locomoción, desde patines hasta bicicletas, motos y automóviles.

El recorrido finalizó en el parque 13 de Marzo, donde decenas exhibieron carteles con mensajes de apoyo el Gobierno y contra el «bloqueo» (embargo) de Estados Unidos, además de corear las clásicas consignas revolucionarias y alabanzas al fallecido líder Fidel Castro.

27º aniversario del «Maleconazo»

La caravana se realizó en el aniversario del Maleconazo del 5 de agosto de 1994, cuando cientos de personas descontentas salieron a las calles de La Habana a protestar y Castro se presentó para dialogar con los manifestantes frente al conocido hotel Deauville.

La marcha de hoy se detuvo unos minutos frente a ese hotel, donde colgaba un retrato a gran tamaño de quien gobernó el país durante casi cinco décadas desde la Revolución de 1959.

A apenas un kilómetro de distancia, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se reunió frente a la Universidad de La Habana (UH) con unos 100 jóvenes estudiantes y trabajadores, a los que invitó a presentar propuestas profesionales o sugerencias de políticas públicas, según los medios estatales.

La movilización se interpreta como un intento del Gobierno presidido por Miguel Díaz-Canel de demostrar que cuenta con el apoyo de la ciudadanía, en un momento en el que se han multiplicado las voces críticas con su gestión y el sistema político de la Isla, que tiene  al Partido Comunista (PCC) como única fuerza política legal.

Ante la severa escasez de alimentos, productos básicos y medicinas, las largas colas, los cortes eléctricos y la proliferación de tiendas en divisas inaccesibles para parte de la población, entre otros problemas, miles de cubanos se lanzaron a las calles el pasado 11 de julio en varias localidades para pedir cambios en el país.

Parte de los manifestantes del 11-J –día en que también se produjeron disturbios y actos de vandalismo– fueron detenidos y hoy una cifra aún no precisada oficialmente siguen en la cárcel o bajo arresto domiciliario, muchos de ellos con cargos que contemplan hasta un año de prisión, según activistas y organizaciones no oficiales.

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Cuba con la mayor incidencia de la COVID-19 en América

La caravana se realizó en plena crisis sanitaria por la pandemia, que experimenta su peor oleada en la Isla y ha obligado a las autoridades a recurrir al ingreso domiciliario ante el colapso de los hospitales. Este jueves los ingresados por la enfermedad superaron los 100.000, de ellos más de 45.000 activos y más de 400 en unidades de cuidados intensivos.

Con 1.159 casos por cada 100.000 habitantes, Cuba es en este momento el país con mayor incidencia de la COVID-19 en el continente americano y el segundo del mundo, solo por detrás de Fiji, según datos oficiales.

En la Isla rigen fuertes medidas restrictivas como el uso obligatorio de mascarilla, toque de queda nocturno, cierre de bares, restaurantes y playas, prohibición de viajes y limitación de horarios y reuniones, entre otras.

Las autoridades cubanas insistieron en la necesidad de mantener las medidas de protección y el distanciamiento en la caravana de hoy, si bien en algunos momentos se observaron concentraciones de gente con mayor densidad de lo recomendable.

Jóvenes cubanos se manifiestan a favor del gobierno, en el Parque 13 de marzo, en La Habana, el 5 de agosto de 2021. Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.
Jóvenes cubanos se manifiestan a favor del gobierno, en el Parque 13 de marzo, en La Habana, el 5 de agosto de 2021. Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE.

La celebración del evento generó un aluvión de críticas en las redes sociales, algunas de ellas de científicos y profesionales de la salud.

«¿Cuándo van a entender que el impacto sanitario no está solo en los contagios que puedan ocurrir, sino en el mensaje terrible que da a la ciudadanía?, ¿Quién tiene moral para exigir disciplina y percepción de riesgo después de promover esto justo ahora?», publicó Amílcar Pérez Riverol, biólogo molecular cubano e investigador de la Universidad del Estado de Sao Paulo (UNESP).

En respuesta a las críticas, la recién estrenada primera secretaria de la UJC y convocante de la marcha, Aylín Álvarez, justificó la caravana: «Es cierto que se convoca en medio de un momento de pico pandémico, pero también de máxima agresividad e intentos de desestabilización interna e invasión extranjera».

Álvarez argumentó que en este «momento duro y difícil» para el país, los cubanos pueden «morir de covid, pero también de una bomba o de una pedrada en la cabeza» y por ello, aseguró, «debemos cuidarnos y defendernos».

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