La mortalidad infantil en Cuba terminó el primer semestre de 2017 con tasa de 4,1 fallecidos por cada 1 000 nacidos vivos, y se registraron 44 defunciones menos con respecto a igual periodo del año anterior.
Al cierre de junio, la provincia Pinar del Río tenía tasa de 1,9, el mejor resultado de la Isla en ese indicador.
El Programa Materno Infantil (PAMI) mantiene la estabilidad de 2016, cuando Cuba concluyó con tasa de 4,3 y se ubicó en los veinte primeros países del mundo en esta categoría y en la primera posición de América Latina.
En los primeros seis meses de 2017, disminuyeron las muertes por afecciones perinatales, la tasa de mortalidad por hemorragia pulmonar, además de las defunciones por sepsis adquiridas, reseña el diario Granma.
Esto evidencia que el PAMI se consolida para beneficio de los niños y familias cubanas, dijo a Granma el doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Programa Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública.
La promoción de buenas prácticas como la lactancia materna, y la disponibilidad de nueve bancos de leche humana, son factores que influyeron en este resultado, añadió Álvarez Fumero.
Cuba cierra 2013 con la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia
Como números positivos, la sobrevida del recién nacido en los servicios de neonatología subió al 99,2 por ciento al concluir junio.
También disminuyó la tasa de mortalidad materna a 37,8 por cada 100 000 nacidos vivos y se registraron nueve muertes menos que en el primero semestre de 2016.
En 2016, Pinar del Río y el municipio especial Isla de la Juventud tuvieron los mejores indicadores con 2,1 fallecidos por cada mil nacidos vivos. Fue la novena ocasión consecutiva en que Cuba registró una tasa anual por debajo de cinco.