Mais Médicos, ¿menos familia?

Después de siete años en Venezuela, el doctor Humberto Jorge decidió no alejarse más de su esposa e hija. Solo el programa Mais Médicos de Brasil lo haría pensar en salir de Cuba para satisfacer las necesidades materiales que no cubrieron completamente sus viajes anteriores. En Brasil, le permitían llevar a su familia durante el tiempo que durara el trabajo.

Cuando en La Habana le ofrecieron la posibilidad, dijo que sí y firmó el contrato de seis páginas, donde entregaba más del 70 por ciento de su salario a las autoridades de Cuba. Pasó un curso sobre idioma portugués y las tradiciones brasileñas, subió al avión y en apenas una semana, comenzó los trámites para traer a su gente.

Después de un considerable gasto económico (más de dos mil dólares) y una burocracia que por momentos parecía interminable en ambos países (sobre una quincena de trámites entre uno y otro lado), Humberto consiguió que sus familiares, amparados en un visado que otorga Brasil durante 36 meses, estuvieran junto a él.

Sin embargo, la tranquilidad duraría poco: a comienzos de febrero de 2015, un funcionario cubano le advirtió que por indicaciones del Ministerio de Salud Pública, sus familiares debían retornar a Cuba en el plazo máximo de dos meses o se tomarían medidas que incluían, en última instancia, la interrupción de su estadía en Brasil.

Humberto Jorge no se llama así. El equipo que ha llevado esta investigación, cambió el nombre para proteger su identidad. El motivo: ningún médico cubano está autorizado a divulgar información interna sobre su trabajo, según el inciso r en el segundo acápite del contrato.

“r) Guardar estricta confidencialidad sobre cualquier información no pública que reciba en dicha condición o a las que tenga acceso por cualquier vía, en cumplimiento de la labor que realizará o realiza en virtud de este Contrato, en Cuba y el Brasil. Dicha confidencialidad es a partir de la firma de este Contrato y hasta un año después de su terminación por cualquier causa”.

Sin embargo, muchos de ellos usan el anonimato para denunciar en las redes sociales e Internet lo que consideran un grave atropello a sus derechos como ciudadanos: las amenazas por parte del Ministerio de Salud Pública de retirarles sus títulos profesionales y suspender su permanencia en Brasil a todo médico que prolongue la estadía de sus familiares por más tiempo del indicado.

La indignación ha llevado incluso a la colaboración de los médicos cubanos con la prensa brasileña para hacer pública la decisión, como lo demuestra un reciente artículo publicado por el Folha de Sao Paulo.

Otro artículo, publicado también por el Folha, refiere las fuertes críticas realizadas por el presidente de la Asociación Médica Brasileira, Florentino Cardoso, y los presidentes de los Consejos Regionales de Medicina de los estados de Sao Paulo y Minas Gerais. En todos los casos hacen mención a lo inadmisible de esta actitud, “porque se trata de un proceder contrario a las normas laborales y de convivencia familiar establecidas en Brasil”.

El conflicto se hace más evidente cuando las propias autoridades brasileñas reiteran la validez de las visas otorgadas a los familiares de los médicos cubanos por el período de 36 meses, posición que recalcan al exponer sus intenciones de continuar sin cambio alguno la entrega de visas. Mientras, las leyes migratorias de Cuba permiten a sus residentes naturales hasta dos años fuera de la nación sin perder la ciudadanía. Ninguna disposición migratoria impide el establecimiento de los familiares en el país sudamericano.

La única cláusula en los contratos expedidos por las autoridades cubanas y firmadas por los médicos, donde se hace referencia a la posibilidad de un reencuentro familiar en Brasil,  utiliza solamente el término “visita”, sin aclarar el tiempo o las condiciones de la misma.

“q) Comunicar a la Dirección de la Brigada Médica cubana en la República Federativa del Brasil, de forma previa, su intención de recibir la visita de algún familiar o amistad en la localidad donde presta sus servicios al amparo de este Contrato; en caso de producirse la visita, ésta será totalmente a su cargo y deberá tomar todas las medidas para que no se produzca afectación alguna al cumplimiento de sus deberes y obligaciones en correspondencia con el INSTRUMENTO JURÍDICO suscrito y con este contrato.”

El vacío legal sobre el derecho de los familiares a estar junto al médico en Brasil por cuanto tiempo deseen, ha implicado la inexistencia de un respaldo que contrarreste por la vía del derecho, la medida de las autoridades cubanas. Los médicos están literalmente desarmados.

Copia del contrato individual expedido por las autoridades de la isla y firmado por los galenos cubanos del programa Mais Médicos. En ninguna de sus páginas se prohíbe la estancia de los familiares en Brasil. 

 

Nadie podía creer que se dictara esta medida…

Desde su comienzo en 2012, el envío de médicos a Brasil por parte del gobierno cubano, ocurrió de forma anómala en comparación al resto de colaboraciones médicas que la isla ha establecido con más de 60 países. Las negociaciones se llevaron de forma discreta con la Organización Panamericana de la Salud como intermediaria. Pero al parecer, a las autoridades cubanas y brasileñas les ha faltado comunicación, pues en varios aspectos ha primado la falta de coordinación, como evidenció la avalancha de envíos desde Brasil por los médicos cubanos, que colapsaron los servicios de Cuba, situación agravada por la inexistencia de convenios entre las empresas postales de ambos países.

Con respecto a la situación con los familiares, Laura S., una joven doctora que a sus 32 años todavía no ha tenido hijos y veía en esta misión la posibilidad de estabilizarse emocionalmente con su pareja, declaró a OnCuba: “Nadie podía creer que después de tanto esfuerzo se dictara una medida contraria al derecho otorgado por Brasil, a la autorización inicial. Una medida que deja incómodos, indignados a los colaboradores y que mancha la visión que las autoridades y pacientes aquí tienen sobre Cuba, sobre nuestra misión. Es un duro golpe al Programa Mais Médicos. Un golpe que paradójicamente viene desde Cuba”.

Galenos cubanos que participan en el programa Mais Médicos, a su llegada al aeropuerto de Fortaleza / Foto: Folha de S. Paulo
Galenos cubanos que participan en el programa Mais Médicos, a su llegada al aeropuerto de Fortaleza / Foto: Folha de S. Paulo

Según testimonios de varios médicos, los coordinadores de misión en cada estado llaman personalmente para conocer las fechas de regreso de los familiares y en pequeños encuentros por grupos les advierten que “en la isla hay una larga lista de personal que desea incorporarse a la misión, por lo cual no existen mayores contratiempos con desvincularlos del programa si no cumplen lo pedido”.

La única respuesta institucional hasta el momento se recoge en el Blog CubaBras, en un post de la Coordinación Nacional de la Brigada Médica Cubana:

“A todos nuestros colaboradores, el tema relacionado con los familiares en Brasil, es de interés que todos conozcan lo definido para el mismo: Los coordinadores estaduales cuentan con la argumentación de este tema, los que irán contentando con cada uno de ustedes, además les dirán como se llevará a cabo este proceso para todo el que desee traer familiares a Brasil o ya cuenten con algún familiar acá”.

OnCuba intentó por más de un mes obtener alguna declaración del Ministerio de Salud Pública cubano sobre el asunto, la cual fue negada rotundamente.

Brasil, ¿otra Sudáfrica?

En la actualidad, el trabajo de los médicos cubanos fuera del país representa una de las principales entradas monetarias para Cuba, y aún sin datos públicos sobre las ganancias en el resto de las actividades, muchos definen a la exportación de servicios médicos como el sostén actual de la economía cubana. Solo en el 2014, se preveían más de ocho mil millones de dólares en ingresos por el trabajo de los galenos cubanos en el extranjero. De allí, la importancia que el gobierno cubano le confiere al sector y las precauciones tomadas para evitar una emigración masiva.

Un ejemplo connotado y del cual no existen mayores referencias, fue el ocurrido en Sudáfrica durante la década del noventa, cuando casi tres mil médicos abandonaron junto a sus familiares el programa de colaboración. Aunque este año anunciaron el aumento del envío de doctores a ese país, resultan evidentes los esfuerzos de las autoridades cubanas para evitar la experiencia de Sudáfrica con los casi 12 mil galenos cubanos en Brasil.

El médico general integral Raunel Lugo, quien tiene a su esposa en Cámpinas, Sao Pablo, explica con respecto a Sudáfrica que “la misión era más pequeña, eran especialistas, o sea oncólogos, cirujanos, clínicos que recibían un salario enorme, casi 12 000 dólares al mes, además de carro, casa y otros privilegios. También se cometieron errores, no les dejaban traer carros a Cuba, tenían que entregar a la embajada más de la mitad del salario, no permitieron la importación de contenedores”, y agrega que “eran condiciones y momentos históricos diferentes”.

En el caso del gigante sudamericano, decenas de cubanos (no existen cifras oficiales, ni publicadas, solo estimaciones) ya han abandonado el Programa Mais Médicos. En estos casos, las autoridades cubanas inmediatamente los consideran “desertores” y les cancelan los permisos para ejercer la medicina mediante contratación cubana. Uno de los casos más connotados fue el de la doctora Ramona Matos, quien hace meses levantó polémica al abandonar el programa Mais Médicos y hablar negativamente de la participación cubana en la iniciativa brasileña.

Pero no todos piensan o actúan como la doctora Matos. Datos publicados muestran a los cubanos como el grupo con menor índice de deserción de Mais Médicos. Aún cuando en el propio país existe un programa destinado a ofrecer facilidades de trabajo y revalidación de título a quienes abandonen el programa, o la existencia del sistema de visas Parole exclusivas para los médicos cubanos en el exterior, que son otorgadas por el  gobierno de los Estados Unidos previa solicitud en las embajadas norteamericanas.

Humberto Jorge nos explica que “la mayoría de los médicos que trabajamos aquí somos mayores de 40 años, tenemos profundas raíces en nuestras comunidades en Cuba, tenemos también otros familiares que necesitan de nuestro apoyo, padres ancianos, que importan mucho más que el dinero. Nosotros hemos demostrado que vamos a regresar siempre, con los problemas de nuestra sociedad pero con objetivos de ayudar a mejorarla.

“Esa es parte de nuestra conciencia de trabajo, ninguno de nosotros, salvo excepciones, ha protestado por entregar a Cuba el 73 por ciento de nuestro salario. Comprendemos que eso es para ayudar a nuestra sociedad y nuestro pueblo, pero no bastan nuestros sacrificios, quieren nuestro dolor, humillación y nuestra vergüenza. Y esa, mi hermano, esa no la pienso entregar nunca”.

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Reuniones del surrealismo antillano

Recientemente, las fuentes en Brasil de esta investigación informaron que a raíz de las reacciones, los principales responsables por la parte cubana del Programa Mais Médicos, bajo indicaciones del Ministerio de Salud cubano, se reunieron con varios grupos de colaboradores. En Sao Paulo, estas reuniones tuvieron lugar en varios municipios del Estado. OnCuba conversó sobre estos encuentros con el doctor Rigoberto Pereira, médico general integral.

¿En qué lugar específicamente se celebró la reunión?

Inicialmente pensamos que las reuniones serían realizadas en el Consulado de Cuba en Brasil. Después supimos que no sería allí porque como este tipo de actitudes no forma parte de la política migratoria de Cuba, ni está legislado por el Estado cubano, pues no tiene que ver con indicaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores y no debían ser realizadas allí. El encuentro terminó siendo en un local del municipio.

¿Quiénes dirigen estas reuniones? ¿Quiénes fueron convocados?

Las reuniones son dirigidas por la Dra. Maria Cristina Luna, Jefa de la Misión acá en Brasil, hay presencia de funcionarios del Consulado, y en el Estado de Sao Paulo, participó el Dr. Roilder Romero, Coordinador de Misión del Estado. A la reunión son convocados todos los médicos del municipio a los que previamente se les indican normas de disciplina y metodologías para la información que deben enviar. En algunos casos después se producen reuniones individuales.

¿Qué les dijeron sobre la medida? ¿Cuáles fueron esta vez los argumentos?

La medida es dictada por el Ministerio (de Salud) sin argumentos concluyentes. Esta vez han planteado que las misiones cubanas tienen una legislación aparte al Gobierno de Cuba y que la Empresa de Servicios Médicos fue la que puso en el contrato que la familia solo podía venir de visita y no a convivir con los médicos. En este punto los debates son intensos pues nadie sabía de esa parte del contrato, por el hecho de que «visitas» es un término muy amplio sin límites de tiempo y sobre todo el hecho de que si se sabía sobre la existencia de esa cláusula (que no mostraron) ¿por qué se permitió que hiciéramos todos los gastos de trámites y pasaje para después aplicar la medida?

¿Mencionaron a algún responsable por la medida?

No, al igual que en otras ocasiones no se dice quién es el responsable. No hay nombres.

¿Estaba presente algún representante brasileño? ¿Cómo reaccionó?

Hasta donde sé, evitan la presencia de representantes por la parte brasileña. Saben que los brasileños no entienden que sea nuestra institución quien nos prive de un derecho que ellos y su constitución nos han otorgado. No comprenden esta medida, la cual es ilógica. Si no la comprendemos ni nosotros, imagínate los brasileños.

¿Qué opciones les dieron en caso de negarse a regresar a los familiares?

No dieron opciones, solo dijeron que somos nosotros quienes tenemos que dar una solución al problema. Que teníamos que regirnos por lo que estaba “pautado” y que ellos iban a esperar la respuesta. De lo contrario, interrumpen la misión.

¿Notaron alguna divergencia entre las posiciones de los que estaban al frente de la reunión?

No sé si llamarlo divergencias. No puedo estar seguro de eso. Aunque sí puedo decirte que daba la impresión de que los representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores no concuerdan con esto y solo estaban allá para cumplir un protocolo. Ellos nada pueden hacer con las disposiciones de otro Ministerio (el de Salud), pero coinciden en que esta medida va completamente en contra de la política migratoria de Cuba, recientemente aprobada en la Asamblea Nacional.

¿Cómo se siente luego de estos encuentros? ¿Espera algún cambio en la situación actual?

La verdad no llevaba ninguna expectativa positiva a este encuentro y el resultado lo confirma. Es lamentable.  Sentirte desamparado por tus propias autoridades, por quienes deberían cuidar de nosotros. Sentir que uno tiene ganas de hacer por su país y al mismo tiempo tener que convivir con este malestar que se transforma en rabia y termina en un dolor muy grande. Ojalá podamos hacer algo. Quiero creer que aún están a tiempo. No puede ser que demos esta visión, una nota tan inhumana a un programa que persigue precisamente todo lo contrario: la unión y la salud de todas las familias.

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