Constitución cubana abrirá puerta al matrimonio igualitario

El secretario del Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta (c), explica detalles del anteproyecto de la nueva Constitución Cubana en la plenaria de la Asamblea Nacional. A su lado, el presidente cubano Miguel Diaz-Canel (i) y el vicepresidente primero Salvador Valdés Mesa (d). Foto: Abel Padrón Padilla / EFE.

El secretario del Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta (c), explica detalles del anteproyecto de la nueva Constitución Cubana en la plenaria de la Asamblea Nacional. A su lado, el presidente cubano Miguel Diaz-Canel (i) y el vicepresidente primero Salvador Valdés Mesa (d). Foto: Abel Padrón Padilla / EFE.

El proyecto de reforma constitucional, que desde este sábado discute en plenaria la Asamblea Nacional de Cuba, propone definir el matrimonio como la «unión entre dos personas», lo que abriría la puerta a la legalización de las bodas homosexuales, uno de los principales reclamos del colectivo LGTBI en la Isla.
La Constitución vigente (1976) define el matrimonio «como la unión concertada voluntariamente entre un hombre y una mujer», lo que impedía la aprobación de una modificación en el Código de Familia que legalizara las uniones entre personas del mismo sexo, porque habría resultado inconstitucional.
El secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, explicó a los diputados que el concepto de matrimonio se modifica de forma que ahora «no especifica de qué sexo son las personas que lo conformarían».
«No dice que se trata del matrimonio igualitario, solo rompe con esa barrera de modo que en el futuro se podría incorporar», aseguró.


Acosta, veterano integrante de la cúpula estatal cubana, dijo que «la nueva Constitución no podía eludir a este asunto», «que ha sido analizado y debatido» por la comisión encargada de la reforma de la Carta Magna, dirigida por el expresidente y líder del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro.
«No somos los primeros, ni seríamos la vanguardia en este tema pues hay alrededor de 24 países que tienen incorporado este concepto. No podíamos dar la espalda a este asunto al elaborar un nuevo proyecto constitucional», insistió.
Explicó que una vez que la Constitución sea ratificada en referendo, los legisladores tendrán hasta un año para modificar aspectos del Código Civil y de Familia que se deriven de este cambio, entre ellos aspectos como las sucesiones y los registros.
«Creo que (la modificación del concepto de familia) es un acto de justicia y creo que refuerza el principio revolucionario de humanismo y equidad. Se evita también esa discriminación que por distintas razones se ha padecido (en la Isla)», afirmó Acosta, quien se mostró confiado en que el «pueblo va a entender las razones» para este cambio.
El borrador de la nueva Constitución cubana se discutirá hasta el lunes próximo en la primera sesión ordinaria del año de la Asamblea Nacional e incluye, entre otras novedades, la prohibición de discriminar a las personas por su identidad de género, otra antigua reivindicación de las personas LGTBI en la Isla.
Entre sus demandas también figuran el acceso y las garantías a la adopción y reproducción asistida para parejas homosexuales.
El rostro más conocido de esta lucha en Cuba es la diputada y sexóloga Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), quien ha defendido la idea de que la nueva Constitución abra el camino para tomar decisiones que favorezcan los derechos de esta comunidad.
No obstante, varias iglesias protestantes de la Isla se han mostrado públicamente en contra del matrionio igualitario y han llevado adelante acciones dentro de su entorno en rechazo a su inclusión en la nueva Carta Magna.

Matrimonio igualitario, primera polémica de la reforma constitucional

Socialismo y propiedad privada

El anteproyecto de la nueva Constitución cubana elimina el término comunismo e incorpora las reformas económicas del gobierno de Raúl Castro en favor de un socialismo sostenible con propiedad privada .
El texto sometido a debate por los más de 600 diputados solo menciona el «socialismo» como política de Estado, en contraste con la Carta Magna vigente de 1976 que en su artículo 5 consigna el «avance hacia la sociedad comunista».
Además, admite la inversión extranjera como «una necesidad y un elemento importante del desarrollo» y reconoce «otras formas de propiedad como la cooperativa, la propiedad mixta y la propiedad privada», lo que también supone un importante cambio respecto al documento vigente que solo consigna la propiedad estatal y la cooperativa agropecuaria.
Estos cambios buscan adaptar la Constitución a la nueva realidad económica de Cuba, donde al calor de las reformas económicas impulsadas durante la presidencia de Raúl Castro han surgido numerosos negocios privados y se ha promovido la llegada a la Isla de compañías extranjeras.
Aún así, el anteproyecto remarca el papel del Estado al establecer que «la empresa estatal es el sujeto principal de la economía como generador de la riqueza del país» y que «la propiedad socialista de todo el pueblo es el núcleo fundamental».
En el ámbito político, el texto del borrador confirma que no habrá cambios en el «carácter socialista del sistema político y social» y mantiene como «fuerza dirigente superior» al Partido Comunista de Cuba, aunque instituye la figura del presidente de la República, limita su mandato a diez años y propone la creación de un Primer Ministro para liderar el Consejo de Ministros, máximo órgano ejecutivo del Estado.
El presidente de la República, para ser electo en el primer mandato, deberá tener más de 35 años y menos de 60, ser ciudadano cubano y no tener otra ciudadanía.
También se establece que el Consejo de Estado, máximo órgano gobernante hasta ahora encabezado por el presidente, pasa a ser liderado por el presidente de la Asamblea Nacional, y propone eliminar las Asambleas Provinciales y crear en su lugar un Gobierno Provincial, presidido por un Gobernador y con un Consejo conformado por los presidentes de las Asambleas Municipales y los intendentes.
El texto propone incorporar al Consejo Electoral Nacional y a la Contraloría como órganos de rango constitucional, y fija que el Tribunal Supremo tenga que dar cuenta de su gestión a la Asamblea Nacional.

Propuestas para la nueva Constitución

Derechos LGTB en nueva constitución cubana

Ciudadanía y carácter laico

Otra novedad del nuevo texto constitucional es el reconocimiento de la posibilidad de adquirir otra ciudadanía, aunque establece que quien lo haga «en territorio nacional es cubano y así debe presentar sus documentos”.
En política exterior, el texto provisional de la nueva Carta Magna establece una «visión multipolar en las relaciones internacionales» para evitar el «hegemonismo y la dominación» de potencias extranjeras aunque omite el término «imperialismo» con que los dirigentes cubanos suelen definir la estrategia de EE.UU y sus aliados.
También se mantiene el carácter laico del Estado y se ratifica la libertad religiosa, se prohibe el trabajo de niños, niñas y adolescentes, y se plantea el acceso de los cubanos a un empleo digno y a un igual salario por igual valor.
El texto llevado este sábado al plenario de la Asamblea también propone modificar once leyes y los códigos Penal, Civil y de Familia tras la ratificación de la próxima Carta Magna.
Los diputados aprobarán previsiblemente el lunes el anteproyecto, aunque éste aún deberá someterse a una consulta popular y por último a un referendo en el que los ciudadanos autoricen la puesta en vigor de la nueva Constitución cubana.
Antes del pleno, al que no se permite el acceso a la prensa extranjera, los parlamentarios estudiaron durante tres días el borrador de la reforma constitucional reunidos en las diez Comisiones Permanentes de la Asamblea.
El anteproyecto sometido a debate contiene 224 artículos divididos en 11 títulos, 24 capítulos y 16 secciones. El mismo modifica 113 artículos, añade 87 y elimina 11 respecto a la actual Constitución de 1976 para adaptar el nuevo texto a la realidad económica, política y social de Cuba y la comunidad internacional, según explicó Homero Acosta.
EFE / OnCuba

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