Controlan escape de amoníaco en La Habana

La fuga del gas ocurrió en un frigorífico perteneciente a la Comercializadora de Productos del Mar (Copmar), ubicado en las inmediaciones de la rada habanera. Los trabajadores de la instalación fueron evacuados sin peligro para sus vidas y tampoco hubo contaminación de los productos almacenados en el frigorífico ni en las áreas aledañas.

Foto: Reynaldo Santana/ACN

Un escape de amoníaco de pequeñas proporciones ocurrido este miércoles en La Habana fue controlado por fuerzas especializadas, según informan medios oficiales de la Isla.

El escape tuvo lugar en los frigoríficos de la Comercializadora de Productos del Mar (Copmar), ubicados en la Avenida del Puerto, en la capital cubana.

Directivos de la entidad, una de las 30 que integran el Grupo Empresarial de la Industria Pesquera, destacaron la efectividad de la preparación del centro en la prevención contra desastres y la respuesta inmediata de los Comandos de Bomberos, de acuerdo con un despacho de la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que cita a medios locales.

Indica el reporte que en la operación de control intervinieron bomberos del Comando No. 1, de La Habana Vieja, que llegó a los pocos minutos de ocurrido el escape, y del Comando 15 de Salvamento y Rescate emplazado en la calle Zapata, del municipio de Plaza de la Revolución.

De igual forma, actuaron otras fuerzas del Ministerio del Interior (Minint) y del Ministerio de Salud Pública (Minsap), que intervienen en la mitigación de posibles daños, añade la publicación.

El escape de amoníaco no significó un peligro para los trabajadores, quienes fueron evacuados según lo establecido en los planes de reducción de riesgos contra desastres. El incidente tampoco provocó contaminación para las áreas aledañas, precisa la nota.

José Ángel López Santiesteban, tecnólogo y jefe del Frigorífico No. 1, explicó que acudieron a los bomberos dada la concentración del gas, al producirse la fuga dentro de un frigorífico, un local totalmente cerrado.

El directivo añadió que la operación realizada para la erradicación de la fuga ofreció las garantías necesarias para que la instalación se encuentre ya fuera de peligro.

Al momento del incidente, en la cámara de frío existían 40 toneladas de picadillo y 250 de pollo, que no corrieron riesgo de contaminación, según la fuente. El propio embalaje de los productos y el rápido accionar de los bomberos evitó que dichos mercancías pudieran ser contaminadas.

Controlado el escape, el próximo objetivo será mover estos productos, según destaca una nota del periódico local Tribuna de La Habana.

 

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