Cuba: ancianos dejan de acudir a comedores sociales por aumento de precios

“Hace falta que bajen un poco los precios y den más comida porque dan muy poquito”, dice uno de los usuarios del Sistema de Atencion a la Familia (SAF). “La cuenta no da”, concluye.

Un anciano paga por sus alimentos en un establecimiento del SAF en La Habana. Foto: cubadebate.cu

Un anciano paga por sus alimentos en un establecimiento del SAF en La Habana. Foto: cubadebate.cu

Entre el 40 y 50% de los ancianos que acudían a un comedor social habanero perteneciente al Sistema de Atención a la Familia (SAF) dejaron de hacerlo tras el aumento de los precios del almuerzo y la comida que suministra el establecimiento.

“Hace falta que bajen un poco los precios y den más comida porque dan muy poquito”, dice uno de los ancianos que utilizan ese servicio. “La cuenta no da”, concluye.

Beatriz Vázquez, administradora del SAF de H. Upmann, en La Habana, declaró que algunos de los ancianos acuden a comprar solo una de las dos comidas diarias que ofrece su unidad, informó Cubadebate.

La canasta normada y los servicios básicos aumentarán de precio en Cuba

“Unos prefieren llevar el almuerzo y la comida, otros solo uno de los dos. La mayoría de los habituales en este lugar son las personas mayores, aunque también se dejan ver rostros más jóvenes que tienen alguna enfermedad o cuidan de alguien”, dijo Vázquez, citada por la fuente.

Los Sistema de Atención a la Familia (SAF) atienden a 76 175 personas, de ellas 47,7% son jubilados, 21,9% casos sociales, 15,9% protegidos por la Asistencia Social, 7,5% discapacitados, 6,8% no jubilados y 0,3% embarazadas, según datos oficiales.

Con el comienzo de la Tarea Ordenamiento —una reforma económica parcial diseñada por el gobierno cubano— el primero de enero, el SAF dejó de ser subsidiado por el Estado, de acuerdo con el sitio digital de la emisora radial de Las Tunas.

Los precios de los alimentos ofrecidos a las personas vulnerables aumentaron, y ahora oscilan entre los 8 y los 13 pesos por ración, en dependencia del menú.

En consecuencia, muchos de los usuarios de ese sistema han dejado de asistir a comprar sus alimentos. La mayoría afirma que no les alcanzaría el dinero, otros apuntan que antes soportaban la mala calidad de los productos que les ofrecían porque eran muy baratos.

“Al ver el cambio brusco y lo que ahora tienen que pagar, dicen que si se hace un reajuste como se está planteando por la televisión, ellos vendrán normalmente, de lo contrario, vendrán de vez en cuando”, lamentó la administradora del SAF de H. Upmann.

Actualmente, 12 000 personas que reciben ese servicio lo hacen de manera subsidiada por la asistencia social, porque con la prestación de la asistencia que tenían anteriormente no le era suficiente para realizar ese pago y además asumir todos los otros gastos que tenían en el domicilio, reconoció recientemente en el programa televisivo Mesa Redonda la ministra de Trabajo y Asistencia Social cubana, Marta Elena Feitó.

Las autoridades cubanas insisten que se debe continuar revisando la situación económica de esas personas para que “nadie quede desamparado”, aunque afirman que con el aumento de los ingresos la capacidad de compra de los pensionados cubre la canasta de bienes y servicios calculada como base de los nuevos salarios.

Rafael Guerrero, un usuario de ese servicio en las Tunas, afirmó que le preocupa que su chequera de 1522 pesos, no le alcance para comprar almuerzo y comida en el SAF, aunque confiesa que no hace grandes gastos.

“Además, del almuerzo y la comida tengo que comprar el aseo, los medicamentos, porque soy hipertenso, y pago a una señora para que me lave la ropa cada quince días”, detalla el anciano de más de 80 años.

Citado por Tiempo 21, Guerrero recuerda que antes de los cambios los alimentos que compraba en el SAF no tenían “ni la mínima calidad, pero como era barato uno no echaba a verlo”.

Opina que “ahora con un precio mucho más alto no debe ser igual. Sé la situación económica que vive el país y no exijo mucho”.

Salir de la versión móvil