Cuba apoya a China ante las protestas en Hong Kong

La Cancillería de la isla considera que las manifestaciones violentas y actos vandálicos ocurridos en Hong Kong son "promovidos desde el exterior".

Un manifestante lanza una bomba molotov contra una barrera durante una protesta en Hong Kong, cerca de la sede del gobierno, el sábado 21 de agosto de 2019. (AP Foto/Kin Cheung)

Cuba expresó este jueves su respaldo a China ante las sucesivas y violentas protestas que desde hace más de tres meses sacuden a Hong Kong, y denunció lo que considera un ataque a la soberanía de la potencia asiática supuestamente promovido desde occidente.

En una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba rechaza “cualquier intento de lesionar la integridad territorial y la soberanía” de China, uno de sus mayores aliados económicos y políticos, al tiempo que condena “la injerencia en los asuntos internos” de ese país.

En ese sentido, considera que las manifestaciones violentas y actos vandálicos ocurridos en Hong Kong son “promovidos desde el exterior” -una aparente referencia a países occidentales- e intentan afectar el “orden político, económico y social, y generar inseguridad”.

“Cuba respalda los esfuerzos del Gobierno central de Beijing y de las autoridades de Hong Kong para revertir esta situación, preservar la paz y restablecer la estabilidad”, se afirma en el comunicado publicado en el portal de la Cancillería cubana.

Asimismo, expresa que confía “plenamente en la capacidad y sabiduría de las autoridades chinas para poner fin a estos eventos de desestabilización y retornar a la normalidad”.

Subraya, además, que el retorno de Hong Kong a la soberanía china en el año 1997 constituyó un acto de “justicia histórica” y una expresión del “espíritu pacífico” de la República Popular China, a pesar de haber sido “víctima de la imposición de tratados desiguales por potencias imperialistas”.

Las manifestaciones comenzaron el pasado mes de marzo como oposición a una polémica propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas, podría haber permitido a Pekín acceder a “fugitivos” refugiados en territorio hongkonés.

Estas han movilizado desde junio a cientos de miles de personas y han dejado enfrentamientos entre parte de los manifestantes y la policía, a la que se ha acusado de abusar de su poder a la hora de disuadir las protestas.

Aunque a principios de julio las autoridades hongkonesas declararon “muerta” esa propuesta de ley, los manifestantes exigen que se retire oficialmente y han ampliado sus demandas con el objetivo de mejorar los mecanismos democráticos de la ciudad.

Por su parte, China asegura que detrás de las protestas existe una “mano negra” y señala a “algunas fuerzas de Estados Unidos” como responsables.

La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, anunció el miércoles la retirada formal del proyecto de ley -cumpliendo así con una de las cinco demandas de los manifestantes- y otras medidas como iniciar un diálogo entre los altos cargos y los ciudadanos o invitar a expertos extranjeros a unirse al órgano supervisor de la Policía.

Tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997, y bajo la fórmula “Un país, dos sistemas”, el Gobierno chino se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y a respetar hasta 2047 una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental.

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