Cuba autoriza venta de automóviles con 10 por ciento de rebaja

Es una medida dirigida a recaudar divisas y paliar la crisis de liquidez de monedas convertibles en la economía cubana.

Foto: Kaloian.

El Gobierno cubano anunció este jueves que venderá vehículos importados en moneda libremente convertible a personas naturales desde el próximo 24 de febrero con una rebaja del 10 por ciento, como parte de las medidas puestas en vigor con el fin de recaudar divisas y paliar crisis de liquidez de la economía.

La comercialización de autos ya se realizaba en el país desde el año 2014, pero entonces solo se efectuaba en pesos convertibles cubanos.

Al anunciar la nueva medida, el ministro de Transporte de la isla, Eduardo Rodríguez, dijo que esa decisión se basa en «la necesidad legítima de muchos ciudadanos de poseer un medio para moverse cuando el transporte público, lógicamente, no logra cubrir toda la inmensa demanda de movilidad diaria».

El titular reconoció que esta decisión no impactará directamente en la mayoría de la población, pero explicó que los ingresos generados por las ventas serán destinados a un fondo para adquirir piezas de repuesto con el fin de reincorporar ómnibus y otros vehículos al servicio de transporte público que hoy se encuentran paralizados, así como restablecer los planes de inversiones de esos medios.

Un carro, solo un carro

Por ahora, solo en La Habana

La ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, precisó que se mantienen los precios con los que se han estado comercializando los autos, aunque con un 10 por ciento de rebaja comercial.

La venta minorista de automóviles entró en vigor en Cuba hace cinco años entre las reformas para eliminar prohibiciones y «actualizar» la economía socialista en la isla, pero la medida provocó muchas críticas entre los cubanos debido a los altos precios fijados por el Gobierno.

Al abrirse entonces el mercado a las entidades autorizadas para vender vehículos a motor, las tarifas oscilaban entre los 20.000 y los 110.000 dólares y solo dos modelos con más de una década de uso se ofertaban en unos 15.000.

Sobre la próxima comercialización de vehículos, la vicepresidenta primera de la corporación Cimex, Iset Vázquez, precisó que en principio se realizará solo en La Habana en las agencias de esa empresa que están habilitadas y posteriormente se extenderá al resto del país.

La importación de vehículos nuevos y de piezas específicas, como distintos modelos de motores, está prevista a partir del pedido que los clientes realicen a las agencias comercializadoras, según explicó la ejecutiva.

El mercado automovilístico en Cuba: surrealismo antillano

Aumenta la lista de productos comercializables en divisas

El Gobierno cubano autorizó en octubre del año pasado la compra de electrodomésticos de alta demanda como televisores lavadoras y frigoríficos, así como partes y piezas de automóviles y otras mercancías mediante tarjetas magnéticas, respaldadas por una cuenta bancaria en moneda libremente convertible.

Además de la venta de autos, este jueves se anunció una ampliación del lote de productos que figuran en estas ventas, entre los que figuran sistemas de seguridad, calentadores, cámaras frías, campanas de extracción, y equipos de informática como ordenadores portátiles, pinturas de autos y herramientas profesionales, entre otros.

Tres meses después de la puesta en marcha, el viceprimer ministro y titular de Economía, Alejandro Gil, calificó de positiva la marcha de la normativa aunque reconoció que una deuda pendiente es la estabilidad en las ofertas, porque existe un déficit de productos de alta demanda en la red de 80 tiendas habilitadas para estas ventas.

Gil también indicó que la importación por personas naturales, un servicio adicional que se incorpora, concretará la implementación de las medidas.

Se trata de un viejo reclamo de los cubanos para solucionar la escasez constante de todo tipo de bienes, cuya importación es fuertemente gravada por el Estado.

En relación con el gravamen que se aplica en Cuba al dólar estadounidense desde el año 2004, el titular dijo que no es posible eliminarlo en las condiciones actuales.

En ese sentido, atribuyó la responsabilidad de la aplicación de ese gravamen al gobierno de Estados Unidos por la política de embargo económico que mantiene contra la isla y específicamente a las transacciones con el dólar.

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