La descarga de un barco de trigo en el puerto de La Habana y otro en Santiago de Cuba ofrecerá una cobertura total a los molinos de la isla para la producción de harina, lo cual permitirá la elaboración del pan de la canasta básica en el país durante todo el mes de enero.
Zayli Pérez, directora comercial de la Empresa Cubana de Molinería, dijo en televisión nacional que 2024 ha comenzado con un panorama más favorable al del pasado año, cuando en varias ocasiones no se pudieron garantizar las 700 toneladas diarias de harina requeridas para la producción del pan normado.
La funcionaria precisó que, en 2023, los efectos del bloqueo/embargo fueron notables, al punto de que llegaron a tener barcos cargados en el puerto, pero las demoras en los pagos retrasaron las descargas.
Estas irregularidades e inestabilidad en el arribo de cargamentos de trigo a Cuba forzó la parada de los molinos. Como consecuencia, en varias ocasiones las autoridades se vieron obligados a “comprar la harina importada para asegurar el pan de la canasta básica y otros consumos sociales muy limitados que son priorizados”, precisó en octubre pasado el presidente del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, Emerio González.
Aunque 2024 ha comenzado con garantía de trigo para todo el mes, el proceso de descarga no ha estado exento de complicaciones. Por ejemplo, el elevador principal de los hilos para 60 000 toneladas, ubicados en el municipio capitalino de Regla, ha presentado averías.
Según las autoridades, su última reparación fue el 23 de diciembre del año pasado, pero debido al estado que tienen los carrilones, y a su falta en el país, han tenido que acudir a la innovación para solucionar los problemas en la descarga.
Aunque hasta el momento no se han reportado otros contratiempos, es normal que la distribución de los productos afronte dificultades por cuestiones logísticas de transporte y combustible.
Cuba atraviesa una severa crisis que en los dos últimos años se ha agravado por el impacto de la pandemia de la COVD-19, las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense y el escaso efecto de las medidas adoptadas por el Gobierno cubano para superar la circunstancia. Según cifras oficiales, se importa casi el 80 % de lo que se necesita para satisfacer la demanda de la población.