Cuba: comunidad científica lamenta muerte del eminente patólogo Israel Borrajero

Maestro de generaciones de médicos, se desempeñó hasta su muerte como director del Centro Nacional de Referencia de Anatomía Patológica. Dirigía el Grupo Temporal de la especialidad, organizado por la COVID-19.

Foto: Ana Margarita González/Trabajadores.

El eminente patólogo cubano Israel Borrajero Martínez, quien fue miembro de la Academia de Ciencias y profesor de mérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, murió este viernes a los 91 años de edad.

Maestro de varias generaciones de médicos, se desempeñó hasta su muerte como director del Centro Nacional de Referencia de Anatomía Patológica. También dirigía el Grupo Temporal de la especialidad, organizado ante la pandemia de la COVID-19.

Nacido en enero de 1930, en Matanzas, Borrajero Martínez comenzó los estudios de medicina en 1948, que prosiguieron en La Habana. “Su formación mayormente autodidacta en la carrera evidenció su ingenio y dedicación, lo cual después se reflejaría en las importantes responsabilidades que asumió durante toda su trayectoria y en sus muchos méritos”, indica la Agencia Cubana de Noticias (ACN).

Por los logros dentro de su especialidad fue miembro Titular de la Sociedad Latinoamericana de Patología, miembro de Honor de la Sociedad Española e Italiana de Citología, de la Asociación Centroamericana de Patología y también Miembro Honorario de la Asociación Mexicana de Patología.

Después de 1959, formó a los especialistas de los departamentos de Anatomía Patológica en los nuevos hospitales creados y en los que no contaban con ese disciplina.

“Lo que más lo distinguía era su incesante sed de aprendizaje, que lo mantuvo apegado al microscopio hasta sus últimos días, a pesar de los riesgos que suponía analizar infectados con un virus tan contagioso y letal como el SARS-CoV-2”, agregó ACN.

“Sus manos, indicó la ACN, fueron las responsables de tomar y analizar más de 12 mil casos de consulta procedentes de 55 hospitales de todas las provincias del país y más de 100 del exterior, una práctica que nunca abandonó, porque como buen maestro demostraba que la mejor forma de enseñar es haciendo”.

Su muerte ha sido considerada un duro golpe para la comunidad científica de la isla que ha enviado condolencias a familiares y amigos del prestigioso galeno y profesor.

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