Cuba: déficit de producción de refrescos se mantendrá en 2022

Los directivos de la empresa Los Portales, la de mayor capacidad productiva del país, reconocen que en las actuales condiciones económicas no será posible cumplir las expectativas y necesidades reales de la población, teniendo en cuenta, además, la casi nula presencia en el mercado de otros proveedores nacionales.

Fábrica de refrescos y aguas tónicas de la marca Ciego Montero, de la empresa Los Portales, en Guane, Pinar del Río. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda / Trabajadores / Archivo.

Fábrica de refrescos y aguas tónicas de la marca Ciego Montero, de la empresa Los Portales, en Guane, Pinar del Río. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda / Trabajadores / Archivo.

La producción de refrescos en Cuba, tanto en formato de latas como en el de pomos plásticos, mantendrá un significativo déficit durante el presente año, según informaron directivos de la empresa Los Portales, la de mayor capacidad de su tipo en la Isla.

Para este 2022 la entidad ha proyectado producir 50 millones de latas, mientras que el total de refresco asciende a 980 000 hectolitros si se cuenta también la línea de pomos plásticos, cifras muy lejos de la máxima capacidad de ambas líneas, fijada en 1 500 000 hectolitros, de acuerdo con un reportaje publicado en el sitio oficial Cubadebate.

Teresa Tejo Ramos, directora de Los Portales, explicó al medio que “a pesar de estar trabajando ambas líneas a todo tren, nunca se ha logrado satisfacer la demanda de refresco del país”.

En la estructura de producción de la empresa, cuya planta se encuentra ubicada en la localidad pinareña de Guane, el 55 % corresponde a la línea de latas y el 45 % restante a botellas de plástico PET en formatos de 1.5 litros o de 330 mililitros. Desde 2017 se proyectó una ampliación de las capacidades productivas, pero por “diversas agravantes económicas” no se pudo materializar, añadió la directiva.

Desde que en 2018 la entidad alcanzó la máxima capacidad de producción, comenzó un pronunciado descenso, pues de las 278 millones de unidades fabricadas ese año entre latas y botellas de plástico, se pasó a una producción de apenas 25 millones de unidades en 2021, según datos de la empresa manejados por Cubadebate.

Sobre este marcado desplome, Tejo Ramos señaló como motivos fundamentales el “bajo nivel de operaciones de la línea de latas, la cual tiene el mayor peso productivo”, precisa la publicación.

“Con el único proveedor de latas disponible en el mercado hemos contraído una deuda financiera alta, como consecuencia de la situación económica por la que atraviesa el país y, por tanto, no se ha podido honrar esa deuda”, confirmó la directora de la empresa productora.

Sobre la posibilidad de acudir a otros proveedores, explicó que el mercado de la lata está monopolizado por trasnacionales estadounidenses y que por las limitaciones del bloqueo/embargo a Cuba no puede establecer vínculos con sus sucursales en otros países.

“Si ahora yo contara con dinero suficiente para comprar más latas, nuestro proveedor tiene una situación limitada de producción debido a la escasez de materia prima como el aluminio. El otro mercado al que podemos tener acceso es el chino, pero está muy lejos y se nos encarecen mucho los costos”, agregó Tejo Ramos.

El reportaje recuerda que casi el 60 % de la preforma de plástico que se emplea en refresco y agua es confeccionada por la industria nacional y el resto es importada, porque las fabricas enclavadas en la Isla no logran cubrir la demanda de Los Portales y de otros intereses propios del país.

“En el caso de los envases PET, se siguen produciendo al máximo de capacidad y en diciembre pasado se alcanzó un récord histórico en la producción de botellas”, subrayó la máxima responsable de Los Portales, quien, no obstante, reconoció que actualmente la empresa afronta problemas con la adquisición del formato de 1.5 litros “porque el productor nacional del envase tuvo problemas tecnológicos”.

Tejo Ramos afirmó a Cubadebate que el comportamiento negativo de la reciente zafra, en la que se produjo poco más de la mitad de la azúcar planificada, no ha repercutido en la producción de refrescos, porque la empresa lleva cinco años trabajando en un programa para la reducción de azúcares en sus productos “con un enfoque prosalud, a tono con las normas y estándares internacionales”.

 “Es necesario hidratarse con un producto más saludable. Atendiendo a la disponibilidad nacional de sacarosa, se acelera este programa y se cambia la formulación. Se le agregan más edulcorantes y se reduce la azúcar. Esto se hizo a partir de capacitación internacional”, explicó al medio.

Los directivos de la empresa reconocen conocen que en las actuales condiciones económicas no será posible cumplir las expectativas y necesidades reales de la población, teniendo en cuenta, además, la casi nula presencia en el mercado de otros proveedores nacionales como Las Lomas y Ember.

De acuerdo con datos aportados por la entidad para el reportaje, durante el 2021 la producción se destinó en un 43 % al mercado en pesos cubanos (CUP), mientras que el 57 % estuvo reservado a las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), el turismo y otras empresas mediante transferencia de liquidez y el comercio electrónico.

Ante el actual escenario, el propio reportaje advierte que mientras la producción nacional no logre recuperarse, la especulación y la reventa de refresco en el mercado informal ganarán terreno y repercutirán de forma notable, como sucede actualmente, en los bolsillos de los consumidores.

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