Cuba: líder de Archipiélago declara que marcharán en noviembre pese a la prohibición del Gobierno

Por su parte, un editorial publicado hoy por el diario oficial Granma, acusó a los convocantes de estar respaldados por instituciones y congresistas de Estados Unidos que buscan un "cambio de régimen" y apoyan una intervención militar.

Malecón de La Habana, octubre 2021, Cuba. Foto: Otmaro Rodríguez

Activistas cubanos se proponen llevar a cabo una marcha en La Habana el próximo 15 de noviembre, según anunció uno de sus líderes este miércoles, pese a que el Gobierno denegó la solicitud para llevar a cabo la iniciativa al considerarla “ilícita”.

“Nuestra decisión es que vamos a marchar. No estamos convocando. Nosotros vamos a marchar y los que quieran que se sumen”, declaró a la agencia EFE el dramaturgo Yunior García Aguilera, la cara más visible del grupo Archipiélago, una heterogénea comunidad online que propuso la marcha del 15 de noviembre.

Esa plataforma afirmó en su cuenta en Twitter que “frente al autoritarismo responderemos con civismo y más civismo”, y remarcó que la decisión de las autoridades dejó “en ridículo” al presidente del Tribunal Supremo, cuando expresó que Cuba respetaría el derecho a la manifestación.

La marcha, convocada en medio de una crisis económica y un creciente descontento social –que condujeron a las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio– reclamaría la condena de la violencia, el respeto de los derechos ciudadanos, la liberación de los presos políticos y soluciones democráticas y pacíficas, según los solicitantes.

Archipiélago solicitó el permiso para el 20 de noviembre, pero decidió adelantarla cinco días debido a que el Gobierno convocó ejercicios militares y al Día Nacional de la Defensa coincidiendo con la fecha prevista inicialmente para la marcha.

Las autoridades cubanas han acusado a los promotores de esta iniciativa ciudadana, inédita en 60 años, de estar respaldados por instituciones y congresistas de Estados Unidos que buscan un “cambio de régimen” y apoyan una intervención militar, algo que los activistas niegan.

Un editorial publicado hoy por el diario oficial Granma acusó a los convocantes de estar acompañados por “cabecillas contrarrevolucionarios del llamado Consejo para la Transición Democrática de Cuba”. El editorial señala que “apenas se anunció por sus organizadores, la marcha recibió apoyo público y notorio de legisladores estadounidenses, operadores políticos de la mafia anticubana y medios de comunicación que alientan acciones contra la Revolución”.

“Entre los más fervientes partidarios de la provocación están los congresistas Marco Rubio, Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar; el terrorista reconvertido Gutiérrez Boronat (quien ha declarado su apoyo a esta acción “para derrocar al régimen”), la Fundación Nacional Cubano Americana y la recua mercenaria de la Brigada 2506, cuyo presidente de turno declaró en Miami que ‘Con estos pasos se fomentará una explosión dentro de Cuba para que de nuevo nuestros hermanos tomen las calles y esto nos lleve al derrumbe de un régimen…'”, añade el artículo, según el cual “el involucramiento directo del gobierno de los Estados Unidos en la farsa contrarrevolucionaria es también explícito y provocador”.

El editorial, titulado “La razón es nuestro escudo”, apunta que “altos funcionarios gubernamentales (de EE.UU.) participan directamente en su promoción (la de la marcha) y, con el apoyo de los servicios especiales, en su organización”, y agrega que “instrumento importante, aunque no el único, es la embajada estadounidense en Cuba, cuyas declaraciones públicas suelen incluir intromisiones flagrantes en los asuntos internos de la nación”.

De igual forma, añade que los activistas “han reconocido abiertamente recibir financiamiento de la National Endowment for Democracy (NED), una tapadera del Gobierno estadounidense”. Sin embargo, García Aguilera negó la víspera haber recibido cualquier tipo de financiación del exterior, afirma EFE.

En Cuba, los derechos de huelga y manifestación raramente se contemplan fuera de las instituciones estatales y nunca se ha autorizado un acto opositor al Gobierno. El país caribeño atraviesa una grave crisis económica con una incipiente inflación, escasez de alimentos, medicinas y otros productos, largas colas y cortes de luz, lo que ha aumentado el descontento entre la población, mientras el gobierno ha aprobado nuevas medidas en busca de paliar la situación —como parte de un dilatado proceso de reformas— y ha anunciado el reinicio a gran escala del turismo y los vuelos internacionales a partir de mediados de noviembre.

EFE / OnCuba

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