Unos 217 incendios forestales se han registrado en Cuba en lo que va de 2018, según se conoció en la Mesa Redonda de este martes, que trató sobre la producción forestal.
De enero hasta mayo, el llamado período crítico o seco, el fuego ha afectado un total de 3499,3 hectáreas (ha), repartidas en 720 ha de bosque naturales, 2779 ha en plantaciones y 467,6 ha en el herbazal de ciénaga.
“Entre las causas fundamentales están los incendios intencionales –que están bajo investigación–; el no cumplimiento de las medidas establecidas por el Cuerpo de Guardabosques, además de intensa sequía en algunos territorios”, dijo Wilfredo Arregui, Director forestal y fibras naturales del Grupo Empresarial Agroforestal, encargado de promover la producción forestal en la Isla.
Cuba tiene un sistema de protección para evitar estos sucesos. Entre las medidas que se toman están la construcción de 2676,7 kilómetros de trochas corta fuegos y el mantenimiento de otros 23 340 kilómetros; además, se da mantenimiento a 3700 kilómetros de caminos forestales y se fomentan 815,1 kilómetros de fajas verdes cada año.
Las pérdidas registradas en 2017 por esta causa fueron estimadas en 27 millones de pesos, debido a más de 350 incendios forestales que dañaron más de 6,000 ha, informó en enero el Cuerpo de Guardabosques.
Para este año, los especialistas auguraban un aumento de incendios en áreas boscosas, debido a la gran cantidad de árboles derribados por el huracán Irma, y follaje abundante en provincias como Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey.
En marzo pasado un incendio forestal de grandes proporciones daño unas 800 hectáreas de bosque en la provincia de Pinar del Río, en áreas de la Empresa Agroforestal Macurije, la más grande de su tipo en Cuba.
El patrimonio forestal cubano es de 4,093,584 ha, equivalentes al 39,4 por ciento de la superficie terrestre total del país, sin considerar la parte acuosa. La superficie boscosa es el 31,23 por ciento del espacio terrestre de la Isla.